Desarrollan un nuevo fármaco que evitaría que el SIDA infecte las células
Un equipo internacional de investigadores ha diseñado un nuevo fármaco capaz de bloquear con eficacia la entrada del virus del SIDA en las células que infectará, y que está basado en una pequeña proteína que el propio organismo produce.
Este medicamento —que aún resulta caro y laborioso, según los investigadores— ha sido probado con éxito en 18 pacientes infectados por el VIH en ensayos clínicos en fase I y II, resalta un artículo publicado en la revista Science Translational Medicine.
Guillermo Giménez, del Centro de Investigaciones Biológicas (Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España), explica que en los primeros ensayos se prueba la toxicidad del compuesto y su eficacia; en los posteriores, fases III y IV, se examina cuál es la mejor dosis y se compara con otros medicamentos.
El investigador dice que este fármaco provoca escasos efectos secundarios en los humanos.
Los pacientes fueron tratados 10 días con tres dosis diferentes de vitamina VIR-576 por jornada.
Los que usaron la dosis más alta vieron reducidos los niveles del virus en la sangre, toleraron bien el medicamento y apenas sufrieron efectos secundarios; únicamente hubo algunos casos de alergia en la piel, estreñimiento o dolor de cabeza.
¿Cuál es el desarrollo del medicamento?
Los científicos que desarrollan el medicamento han trabajado en él por cinco años, basado en el derivado de una pequeña proteína que el propio organismo produce, probablemente, para defenderse de otros virus a los que lleva expuesto miles de años.
Tras identificar en la sangre la proteína VIRIP —descubierta en 2007—, los científicos comprobaron que impedía que el VIH inyectase su propio contenido genético a través de la membrana celular.
Sin embargo, verificaron que la proteína por sí sola no servía como medicamento por su escasa eficacia.
Para resolver este problema, los expertos sintetizaron unas 600 variantes de VIRIP hasta que dieron con una, denominada VIR-576, con una eficacia similar a la que logran otros medicamentos contra el SIDA y con apenas efectos secundarios.
"Lo que hicimos fue aumentar la potencia de una molécula que todos tenemos en el organismo para defendernos de determinados ataques virales y que, en su forma natural, no es suficientemente activa para protegernos de la infección por VIH", dijo Giménez, coordinador del equipo español que ha participado en este trabajo, precisamente, analizando la estructura de este compuesto.
Para entrar en la célula e infectarla, el VIH necesita introducir a través de la membrana el extremo de una de sus proteínas, denominada gp41. La proteína VIR-576 se adhiere al extremo de gp41, lo que impide que ésta entre en contacto con la membrana celular.
Para infectar, el virus tiene que clavar una especie de arpón en la célula y lo que hace este fármaco es envolver la punta de ese arpón, impidiendo así que penetre e infecte la célula.
Más alternativas para los pacientes con VIH
En la actualidad la mayoría de los pacientes con VIH se tratan con una combinación de tres fármacos antirretrovirales y éstos, para actuar, entran en la célula.
Pero además de los antirretrovirales, existen en el mercado otros dos medicamentos que actúan con un procedimiento parecido de penetración celular, el Maraviroc, eficaz en una estirpe temprana del virus, y el T-20, del que el virus del SIDA puede fácilmente zafarse, según el científico español.
El 15 de diciembre un grupo de investigadores alemanes reportó que un paciente con VIH, quien también padecía leucemia podría haberse curado .
El tratamiento consistió en altas dosis de quimioterapia y radiación, y le hicieron un trasplante de células madre. Las células madre del donante contenían una rara mutación de un gen heredado que lo hace naturalmente resistente a la infección del VIH, lo que habría permitido la cura.
Datos del reporte global de 2010 del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (UNAIDS) muestran que un estimado de 2.6 millones de personas se contagiaron recientemente de VIH , comparado con un estimado de 3.1 millones de personas infectadas en 1999.
Además, en 2009, aproximadamente 1.8 millones de personas murieron por enfermedades relacionadas con el SIDA, frente a aproximadamente 2.1 millones en 2004, de acuerdo con UNAIDS.