NOTA DEL EDITOR: La doctora Feggy Ostrosky es directora del Laboratorio de Neuropsicología de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Esta columna aparece en la edición 158 de la revista Quo publicada en diciembre de 2010.
(QUO)— La mayoría de las veces no hacemos caso a la intuición y nos guiamos por el razonamiento para tomar decisiones. Pero en muchas ocasiones, ante el resultado de esas decisiones, hemos dicho: "Yo sabía que esto iba a pasar".
¿Cómo se da este fenómeno? Diariamente estamos bombardeados por información visual, táctil, olfativa, auditiva y del gusto. La estimulación que nos rodea es abrumadora y es necesario hacer una selección de aquella que nos sirve para la tarea que queremos realizar.
A pesar de que toda la información que recibimos es procesada, no todas nuestras experiencias quedan almacenadas en la conciencia. El llamado sexto sentido no es como tal un sentido extra con un órgano específico, más bien es un concepto con el cual hacemos referencia a aquellos conocimientos que tenemos y que .
La intuición es el resultado de una serie de fenómenos que no residen en la conciencia, sino que surgen del inconsciente. , que almacenan la información relacionada con la emoción que genera un evento determinado, mientras que otras estructuras como .
Las vías relacionadas con el procesamiento emocional son más rápidas e inconscientes, y gracias a esto el ser humano ha logrado sobrevivir.
¿Cómo sucede? Es conocido que a los de la persona.
Experimentos de neurobiología han demostrado que, al procesar información, , mientras que los hombres utilizan predominantemente el izquierdo. El derecho es la sede de las emociones y el izquierdo del pensamiento racional.
Los hemisferios se comunican entre sí a través de un área de fibras nerviosas conocida como el cuerpo calloso, el cual es más denso en la mujer, hecho que facilita la comunicación entre hemisferios.
¿Cómo reconocer el sexto sentido? Si repentinamente nos viene a la mente un .
Esas sensaciones pueden manifestarse como inquietud, angustia, malestar o simplemente algo muy breve y difícil de describir.
El sexto sentido no sólo nos avisa sobre peligros; también nos ayuda a percibir cuando le agradamos a alguien, quién nos aprecia y en quién podemos confiar.