Los alcohólicos podrían tener menos probabilidades de casarse
La dependencia al alcohol no sólo afecta a la gente que bebe de manera excesiva, sino también a sus parejas, amigos y familiares. Ahora, un nuevo estudio publicado en el diario Alcoholismo: Investigaciones Clínicas y Experimentales, descubrió que el alcoholismo tiene una fuerte conexión a la edad cuando la gente se casa y si esos matrimonios son o no exitosos .
“En el caso de los adultos jóvenes que beben, si su hábito continúa hasta el nivel de ser un problema podría tener un impacto en sus posibilidades de casarse y en la probabilidad de tener un matrimonio verdaderamente durader o”, dijo la autora del estudio, Mary Waldron, profesora de desarrollo humano en la Universidad de Indiana.
“Desde hace tiempo sabemos que la dependencia al alcohol predice fuertemente la separación , pero descubrimos que también predice la tardanza para casarse , y eso nos sorprendió”.
El estudio analizó a más de 2,500 pares de gemelos australianos de entre 28 y 92 años de edad, todos con un historial de dependencia al alcohol en alguna etapa de su vida.
Los investigadores descubrieron que las mujeres alcohólicas tienen 23% menos probabilidades de casarse por primera vez a cualquier edad. Para los hombres fue de 36% menos sólo después de los 29 años de edad.
Para ambos sexos, los investigadores concluyeron que las probabilidades de separación eran del doble, y además, la separación se daba antes. También descubrieron que la genética jugaba un papel.
“Lo que descubrimos al usar a gemelos fraternales e idénticos fue que la influencia genética parecía contribuir a la asociación”, dijo Waldron.
La investigadora espera que la investigación abra las puertas al entendimiento de las consecuencias del alcoholismo en niños.
“Para que entendamos verdaderamente el impacto del alcoholismo de los padres en sus hijos, debemos examinar el matrimonio y divorcio de los padres”, dijo.
Según la Asociación Psicológica de Estados Unidos, la dependencia al alcohol, o el alcoholismo, se define como la pérdida del control confiable de la ingesta de alcohol, causando una mayor tolerancia y síndrome de abstinencia si se interrumpe la bebida.