Los consumidores en EU prestan poca atención a las calorías en los menús
Publicar el contenido calórico en los menús tiene pocos efectos en lo que compran los consumidores, según un estudio reciente.
Los clientes en la cadena estadounidense de comida rápida estilo mexicano TacoTime que leen el contenido calórico de sus chimichangas, burritos y tacos en el menú del restaurante tienen la misma propensión de ordenar comida alta en calorías que quienes no contaban con dicha información.
Durante 13 meses, investigadores analizaron las compras de comida en siete TacoTime suburbanos y siete dentro de la ciudad de Seattle, Washington. En 2009, Seattle aprobó una ley que exige que todas las cadenas de comida rápida publiquen su contenido calórico , de grasa y de sodio en sus menús.
Cuando la ley entró en vigor, investigadores de la salud pública en Seattle, junto con investigadores de la Universidad Duke-National de la Facultad de Medicina de Singapur, compararon lo que la gente compraba en TacoTime dentro y fuera de la ciudad.
Opuesto a su hipótesis, "no encontramos ninguna diferencia", dijo el líder del estudio, Eric Finkelstein. “Analizamos las variables, las transacciones, las calorías totales por transacción, comida, postre, entradas. No encontramos ningún efecto en lo absoluto”.
Los hallazgos sugieren que tener información calórica no cambia el comportamiento de salud pública.
Quizás esto no es completamente una sorpresa. Después de todo, las tasas de obesidad han seguido creciendo después de que se exigió que los alimentos pre empacados tuvieran que mostrar el contenido nutricional, dijo Finkelstein, profesor adjunto de servicios de salud en la Universidad Duke-National.
Estudios similares sobre contenido calórico en los menús han encontrado efectos marginales o ninguna diferencia.
“Ésta es sólo una cadena, así que es posible encontrar resultados más convincentes en cadenas distintas”, dijo Finkelstein en referencia a su estudio de TacoTime.
Aunque la información calórica en los menús no hará que la gente comience a bajar de peso , podría tener algunos beneficios, dijo Finkelstein.
“Creo que si estas leyes van a tener un impacto, será por el lado del suministro”, dijo en referencia a las compañías de comida rápida. “Si les avergüenza ofrecer un almuerzo de 2,000 calorías, quizás las reduzcan, al igual que el sodio y la grasa”.