La historia de 'The King's Speech', un caso cercano para mucha gente
Las entrevistas de trabajo pueden provocar nervios a cualquiera; para Jeff Davis, eran una tortura.
Desde los 10 años, Davis ha sufrido tartamudeo. Soportó las burlas de sus compañeros durante la escuela, pero se negó a dejar que su discapacidad le impidiera perseguir una carrera en relaciones públicas. De cualquier modo, no ha sido sencillo.
"Todo ese pasado emocional que tienes desde niño te aborda de nuevo, y piensas: 'No soy lo suficientemente bueno. No van a contratarme'", dijo Davis, de 52 años, de Atlanta, Georgia.
Davis se identifica con la lucha retratada en la película El discurso del rey , que cuenta la verdadera historia de cómo el rey Jorge VI aprendió a hablar más fluidamente en presentaciones públicas. La película ha ganado elogios de la crítica; el jueves, recibió 12 nominaciones al Óscar que incluyen Mejor película , Mejor actor principal, Mejor actor de reparto y Mejor actriz de reparto.
En la película, la travesía del rey hacia una mayor fluidez, como la de Davis, y la de muchos otros que tartamudean, es a menudo dolorosa y frustrante.
"Realmente captura la ansiedad de la anticipación, el miedo de hablar, la frustración que la gente que tartamudea sufre al buscar ayuda y alivio a sus síntomas, aun en la actualidad", dijo el doctor Gerald Maguire, profesor en la Universidad de California, Irvine, que tartamudea e investiga el fenómeno.
Las causas exactas del tartamudeo permanecen en el misterio, pero las imágenes cerebrales sugieren que es un problema neurológico. Más hombres que mujeres sufren esta condición.
Chisty Ludlow, profesora de Ciencias y Desórdenes de la Comunicación en la Universidad James Madison, y anteriormente de los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses, ha colaborado en investigaciones que muestran que las personas que tartamudean tienden a tener descensos en la materia blanca en el hemisferio izquierdo del cerebro, en las zonas que involucran a las áreas motoras del habla. El cerebro parece ser la única fuente del tartamudeo; la estructura de la boca, lengua y cuerdas vocales no tienen ninguna relación con ello.
No obstante, los científicos no saben si estas anormalidades en el cerebro son la causa o la consecuencia del tartamudeo.
También existe evidencia de una relación genética en el tartamudeo . Un estudio de 2010 en la revista New England Journal of Medicine encontró que alrededor de 60% de los niños que tartamudean tienen una clara historia familiar de tartamudeo, pero eso deja a un número sustancial de tartamudos sin poder explicar su condición a través de la genética.
Alrededor de 70 u 80% de los niños que tartamudean se recuperan espontáneamente, dicen los expertos, pero no existe un modo de saber quién lo superará al crecer y quien requerirá mucha ayuda extra.
La terapia usualmente incluye enfocarse en la respiración y en la mecánica de respirar para hablar. El paciente también aprende estrategias para abrir las cuerdas vocales y hablar más lentamente. Ella o él aprenderá a facilitar sonidos específicos o a realizar respiraciones antes de ellos, dijo Ludlow.
Una parte importante de la terapia del habla, como se muestra en El discurso del rey, es tener una relación positiva con el terapeuta, dijo Maguire.
Cuando el rey Jorge VI es capaz de leer perfectamente mientras escucha música, en vez de su propia voz, es un verdadero fenómeno, ya que el ritmo puede influenciar la fluidez, dijo Maguire.
El modo en que una persona se escucha a sí misma también puede influenciar la tartamudez, y las técnicas que utilizan retroalimentación auditiva aún están en uso. Actualmente, hay dispositivos disponibles que reproducen la voz de una persona una fracción de segundo más tarde, lo que ayuda a retrasar el habla, pero normalmente no son buenos como soluciones a largo plazo, dijo Ludlow,
Además, el movimiento rítmico del baile puede inducir fluidez debido al papel del sistema motor del cerebro en el tartamudeo, dijo Maguire. Adicionalmente, aunque no es mostrado en la película, u tartamudeo puede disminuir cuando una persona lee en voz alta al unísono con alguien más.
Nada de lo que haga un padre puede provocar que un niño tartamudee, pero si tu hijo o hija tiene esta condición, es crucial que pases tiempo de calidad leyendo con el niño, dice Jane Fraser, directora de la Fundación Stuttering. Exponer al niño al lenguaje es importante, y darle ese ritmo puede ayudarlo con la fluidez. Rimas o libros infantiles pueden ayudar, explicó. La organización sin fines de lucro recomienda discutir el asunto del habla con el niño y buscar ayuda tan pronto como sea posible.
Tratamientos farmacéuticos contra la tartamudez también están en proceso; en ellos trabajan Maguire y sus colegas. Experimentos preliminares han mostrado que un medicamento llamado Pagoclone, todavía en pruebas, ayuda contra el tartamudeo.
Maguire ahora está comenzando una prueba con un medicamento antipsicótico llamado asenapina, vendida por Merck & Co. como Saphris o Sycrest, el cual Maguire dice que lo ha ayudado personalmente.
Estos medicamentos no han sido aprobados como tratamiento para el tartamudeo por la Administración de Alimentos y Medicinas de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), pero Maguire cree que tienen potencial. El trabajo de Maguire ha sido realmente el único gran avance en el área de tratamiento con medicamentos, pero aún es incierto, y se requiere hacer más estudios, dijo Ludlow.
Aunque el rey Jorge VI tenía un dedicado profesor entrenándolo, Davis ha tratado varias clases y terapias para ganar habilidades para lidiar con la tartamudez.
A mediados de los noventa acudió a un programa para tartamudos y salió hablando fluido; no tartamudeó durante seis meses. Pero, justo como los atletas deben entrenar todos los días, Davis dejó de practicar los ejercicios vocales y de respiración, y el tartamudeo regresó. Debido a que la terapia del habla trata los síntomas y no la causa, puede ser efectiva sólo por cortos periodos de tiempo, a menos que la persona practique consistentemente.
Desde entonces, Davis ha perseverado sin ayuda formal y acepta que su voz se quebrará y que repetirá ciertas sílabas en una conversación normal.
Tiger Woods superó un tartamudeo de la infancia , así como el actor James Earl Jones . Entre otros nombres conocidos de tartamudos están: Marilyn Monroe , Jimmy Stewart, Charles Darwin y Lewis Carroll, de acuerdo a la Fundación Stuttering, así como el vicepresidente estadounidense Joe Biden y el ex secretario del Tesoro Henry Paulson.
Para Davis, aunque la gente aún le cuelgue el teléfono o se rían, piensa que está teniendo una vida completa. De hecho, se siente mejor cuando alguien le pregunta acerca de su tartamudez, ya que así sale a la luz.
"La tartamudez ha definido quién soy actualmente, sin duda, para bien y para mal", dijo Davis. "Espero que más para bien".