El Super Bowl: una pasión entre lo hormonal y lo cardiaco
Ya seas un fanático de hueso colorado del futbol americano o que este juego te resulte indiferente, no existe escapatoria al Super Bowl , la gran final de la liga estadounidense, que se celebra este domingo.
Sólo el año pasado, 106 millones de espectadores de alrededor del mundo siguieron el partido por televisión, las apuestas se estimaron en 85 millones de dólares, y el desfile de victoria convocó a cerca de 800,000 asistentes y detuvo el tráfico en Nuevo Orleáns a lo largo de 48 kilómetros.
Toda esta histeria provoca una pregunta: ¿Qué hace que la gente se interese tanto por ver a un grupo de hombres persiguiendo un balón en un campo de juego? Los científicos dicen que todo está en nuestras mentes, de acuerdo con el portal Oprah.com, de la famosa presentadora de la televisión de Estados Unidos.
"Un evento deportivo a menudo ofrece una oportunidad para experimentar una irresistible mezcla de respuestas químicas", explica la doctora Sandra Bond Chapman, fundadora y directora en jefe del Centro de Salud Cerebral de la Universidad de Texas, Dallas.
Los investigadores especulan que el acto de agruparse en una comunidad de aficionados podría activar la hormona oxitocina, indica el portal de la famosa presentadora estadounidense.
En el caso de una victoria, el hipotálamo podría activarse , produciendo también una buena dosis de dopamina.
"La evidencia sugiere que las células de dopamina responden para recompensar cuando ocurre algo impredecible, lo cual es habitual en los eventos deportivos", dijo Chapman a Oprah.com. "Y debido a que nuestro cerebro quiere repetir los sentimientos de placer y euforia, una victoria puede producir un gran deseo por la siguiente".
Estudios han conectado el fanatismo con efectos adicionales, tales como una mayor autoestima (en fanáticos de basquetbol tras una victoria) y menos ataques de depresión (en fanáticos que se identifican fuertemente con sus equipos), recoge Oprah.com.
Las investigaciones también han mostrado que después de una victoria los aficionados varones experimentan elevados niveles de testosterona , que está relacionada a comportamientos que incluyen la competitividad y la agresión.
Algunos especulan que los hombres se conectan más intensa con los deportes que las mujeres. Además de por tener mayores niveles de testosterona, esa pasión se debe a que ellos están socializados para ver los deportes como una salida emocional, aunque no todos los estudios se atreven a generalizar de esta manera.
El peligro de tanta pasión
En ciertas circunstancias, todas estas emociones pueden meter en problemas a los aficionados, señala Robert A. Kloner, médico y director de investigación en el Instituto del Corazón del Hospital del Buen Samaritano en Los Ángeles. "Un juego intenso puede disparar una respuesta de pelea o huida, provocando que la presión arterial se eleve y que el corazón lata más vigorosamente, incrementando la necesidad de oxígeno", según explicó Kloner a Oprah.com.
Su equipo exploró estos riesgos en un estudio de 2009 y encontró que, tanto en hombres como en mujeres, la tasa de muertes cardiacas en Los Ángeles se incrementó después de la derrota de la ciudad en el Super Bowl en 1980.
En el estudio, también analizado por el portal Health.com y publicado el lunes en la revista Clinical Cardiology , los investigadores analizaron los registros de fallecimientos en el Condado de Los Ángeles por dos semanas después de los Súper Tazones de 1980 y 1984, en los cuales participaron equipos de la ciudad californiana (los días del juego fueron incluidos). La investigación también incluyó la observación de los mismos dias en los años intermedios.
En 1980, cuando los Acereros de Pittsburgh remontaron en el cuarto cuarto para derrotar a los favoritos Carneros de Los Ángeles, las muertes relacionadas con el corazón se dispararon un 15% entre los hombres y un 27% entre las mujeres en las dos semanas siguientes, en comparación con el mismo periodo en 1981 y 1983.
También se registró una significativa alza de las muertes entre las personas de 65 años y mayores, encontró el estudio, de acuerdo con Health.com.
La emoción tras la euforia
El Super Bowl de 1984 fue una historia diferente. Los Raiders de Los Ángeles derrotaron hábilmente a los Pieles Rojas de Washington, y a diferencia de cuatro años atrás, la tasa de muertes cardiacas no se elevó después del juego. De hecho, la tasa de muerte entre las mujeres y personas mayores bajó ligeramente, señaló el portal.
"Los fanáticos desarrollan una conexión emocional con su equipo... y cuando su equipo pierde sufren un estrés emocional", dice Kloner, el autor principal del estudio. "Existe una conexión entre el cerebro y el corazón, y es importante que las personas estén conscientes de eso".
La relación aparente entre una derrota en el Super Bowl y las muertes por causas cardiacas es posible, pero muy especulativa, señala Health.com. Kloner y sus colegas examinaron únicamente datos de certificados de fallecimientos, no a los individuos, y no pueden estar seguros de que la gente que sucumbió a ataques cardiacos después del juego de 1980 eran fanáticos de los Carneros, o siquiera si vieron el juego.
Davis Frid, un cardiólogo de la Clínica Cleveland que no participó en el estudio, estuvo de acuerdo en que los "disparadores emocionales" pueden provocar un ataque al corazón y otros afecciones cardiacas. Pero no está convencido de que el duelo causado por una derrota del equipo local sea responsable del alza en las muertes, recogió dicho portal de salud.
"¿Fue debido a la derrota de los Carneros?", pregunta Frid. "¿ O fue la montaña rusa emocional del juego en sí mismo ? ¿Tiene que ver con la emoción acerca del juego?
El Super Bowl de 1980 fue, de hecho, una competencia intensa, como señala el estudio. Los Carneros y los Acereos constantemente se disputaron el liderazgo y los fanáticos de ambos equipos experimentaron fluctuaciones emocionales extremas, como alegría, frustración, enojo o júbilo.
Por varias razones, el juego de 1984 fue menos estresante para la gente en Los Ángeles. El resultado nunca estuvo en duda, y los Raiders eran relativamente nuevos para la ciudad.
Sin embargo, el estrés podría no ser el único factor en juego, indica el portal. Por ejemplo, consumir altas cantidades de cerveza y comida grasienta como las alitas de pollo –casi siempre presentes en las fiestas del Super Bowl en Estados Unidos– también podrían disparar un ataque cardiaco mortal.
Los investigadores se sorprendieron por el aumento en las muertes relacionadas con el corazón entre las mujeres tras la derrota de los Carneros. Un estudio similar realizado en Alemania durante la Copa del Mundo de futbol en 2006 encontró que los ataques cardiacos aumentaron en los días en que la selección alemana jugaba, pero sobre todo entre los hombres.
"Podría ser la misma respuesta emocional que sufren los hombres. Las mujeres también apoyan a sus equipos", dice Klonee. "Otra posibilidad es que quizás la reacción masculina afecte negativamente a las mujeres".
Mucha gente en los Estados Unidos tiene enfermedades cardiacas y ni siquiera lo saben, dijo Frid a Health.com. En el día del Super Bowl, les ofrece un consejo a los fanáticos cuya dieta o estilo de vida podría poterciales el riesgo de sufrir un ataque cardiaco:
"Hagan lo que sea necesario para que puedan sobrevivir hasta el final del partido".