Nueve importantes decisiones financieras para todas las parejas
Sacar a la luz los problemas monetarios no es la charla más romántica antes de dormir, pero un poco de planeación financiera puede darle mucho a tu vida amorosa a largo plazo. Estos son algunos consejos que te ayudarán a tomar decisiones inteligentes con el corazón.
1. Date a conocer
Debes hablar de dinero antes de que tu relación se vuelva seria. Los hábitos financieros son un fuerte indicador de sus valores y ética. Eso no significa que su pésimo historial crediticio sea una razón para terminar, pero si sabes que tu interés amoroso no sabe manejar su dinero de forma responsable, debes preguntarte qué otras cosas no tomará en serio.
Si tú eres la del problema, sé honesta sobre tus defectos. Una buena relación es en la que ambas partes se ayudan para tomar mejores decisiones, y tú y tu pareja podrán ayudarse a ser más inteligentes con el dinero.
2. Busca un punto medio
Ya sea que estés recién comprometida o algún contratiempo financiero haya puesto a prueba tu relación a largo plazo, apóyense como pareja. Retirarte a tu rincón no será de ayuda, ni tampoco echar culpas. La culpa no le ayudará a tu balance. Para atender cualquier problema de dinero, deben idear un plan de juego.
3. Considérense iguales
Quién hace qué es irrelevante. ¿Me escucharon, amas de casa? El tamaño de la chequera no determina tu papel en las finanzas familiares. Respétense como parejas iguales, con una voz igual de significativa en el manejo de dinero.
4. Ponlo por escrito
Sé que no hay nada sexy sobre los formatos legales, pero asegurarse de tener los documentos correctos en orden para salvaguardar tus activos y tu seguridad es una obligación. Un acuerdo prenupcial delineará con toda claridad lo que es sólo tuyo antes del matrimonio, es decir, estarás protegida si te divorcias.
Para quienes contemplan un segundo matrimonio, la única forma de proteger los bienes que llevas a la mesa, sobre todo si quieres que los tengan tus hijos de tu primer matrimonio, es creando un fideicomiso legal. Ese documento definirá qué porción de tus bienes personales pasarán a tus hijos, en vez de a tu nueva pareja.
5. Los tontos se apresuran
Las deudas antes de tu matrimonio son sólo tuyas, a menos que las fusiones activamente. Cuando te casas, no te apresures a combinar todo. Pueden ayudarse entre sí cooperando en la deuda del otro sin volverse oficialmente responsables de la deuda.
6. Divide y vencerás
Yo sugiero que todas las parejas que cohabitan organicen su flujo de dinero de la siguiente forma: creen tres cuentas, una para ti, una para tu pareja y una conjunta.
Una vez que determinaron el costo total de sus gastos de vida en pareja, ambos deberían contribuir una porción de estos costos en la cuenta conjunta cada mes, según la proporción de los ingresos. Por ejemplo, si ganas 60,000 dólares y tu pareja gana 40,000, tú eres responsable del 60 por ciento de los gastos de la casa.
Todo el dinero que no se vaya a estos costos permanecerá en las cuentas individuales, que serán usadas según le parezca a cada persona.
7. Crédito extra
Todas las mujeres necesitan una tarjeta de crédito sólo a su nombre. Si te divorcias o enviudas, un historial crediticio individual te permitirá obtener un préstamo y abrir cuentas de utilidades sin necesidad de dejar un depósito, e incluso podría ayudarte a conseguir un trabajo. Algunos empleadores revisan el historial crediticio de los solicitantes durante el proceso de contratación.
8. Lazos que nos unen
Después de casarte, todos los activos que compren se unen. Es por eso que necesitan estar en sintonía con sus objetivos financieros a largo plazo, desde pagar la hipoteca hasta ahorrar dinero para el retiro. Lo ideal sería hablar de esto antes de la boda. Si no lo hacen, podrían frustrarse terriblemente y acabarse su dinero. Discutir sobre dinero con el hombre con el que esperas pasar el resto de tu vida no significa que no lo ames, sino que lo amas y también te amas a ti.
9. No te escondas
Muchas mujeres caen en el hábito de dejar que su pareja se encargue del dinero. Si tú eres una de ellas, no es culpa de tu esposo, sino tuya. Tu esposo puede estar haciendo un gran trabajo con su dinero, pero ese no es el punto. Necesitas comprender las finanzas familiares y opinar en todas las decisiones.
El hecho de que las mujeres tiendan a vivir más que los hombres significa que tienen que aprender a depender del dinero más tiempo, y también tendrán que administrarlo en cierto punto. Mientras más tiempo tardes en comprometerte, mayores serán las sorpresas que te encontrarás.