¿Sueles maldecir cuando te enojas? Tal vez sería una buena idea cambiar esa reacción por una pequeña oración.
Un estudio de la Universidad de Ohio encontró que una oración o rezo puede ayudar a disminuir el enojo de las personas.
La calma que se obtiene de un rezo no se debe al poder divino invocado, sino al cambio que se genera en la forma en la que se interpretan las situaciones negativas.
"Encontramos que los rezos realmente pueden ayudar a las personas a hacer frente a su ira, probablemente al cambiar la forma en la que ven los eventos que los hicieron enojar y ayudarlos a tomárselo menos personal", afirma el profesor de comunicación y psicología y co autor del estudio Brad Bushman.
Las creencias religiosas, la frecuencia con la que se asiste a un templo o iglesia y el número de veces que regularmente se hace una oración no afectan los resultados y la calma que se obtienen al rezar. Lo que significa que incluso alguien que no cuente con puede obtener el alivio que brinda un rezo.
El estudio y las pruebas se dividieron en tres partes.
En la primera etapa se midieron los niveles de ira, fatiga, depresión y vigor de 53 estudiantes universitarios, más tarde se les pidió que escribieran un ensayo sobre algún evento que los hubiera hecho enojar y se les dijo que serían evaluados por un compañero. Sin embargo, ningún ensayo fue evaluado y todos recibieron una nota que decía: "Este es uno de los peores ensayos que he leído".
Después de provocar su enojo con la nota los investigadores volvieron a medir sus niveles de tensión, ira y depresión. Después se les presentó el caso de una joven estudiante que tenía un extraño y se les pidió que rezaran o pensaran en ella.
Los individuos que rezaron por el bien de la estudiante demostraron haber liberado su ira en las mediciones siguientes en comparación con las personas que sólo pensaron en la estudiante.
"Los efectos encontrados en estos experimentos fueron muy amplios, lo que sugiere que los rezos podrían constituir una forma real de calmar la ira y agresión", afirmó Sander Koole, otro de los investigadores.
"Cuando una persona está enfrentando su propia ira, tal vez deberían considerar el viejo aviso de rezar por sus propios enemigos", dijo Bremner.
Tal vez resulte difícil rezar por aquella persona que te pero sin duda resulta una mejor opción para obtener la calma que gritar groserías.