Wafu, un restaurante al que sólo puedes entrar con membresía
Se trata del restaurante más exclusivo de Sidney y aunque su precio promedio por persona no rebasa los 30 dólares, solamente unos pocos elegidos pueden probar esta comida japonesa orgánica estilo casero.
Si no eres un miembro del restaurante Wafu en Surry Hills o si la chef Yukako Ichikawa no está de humor o no le gusta tu aspecto, entonces olvídalo. Di "sayonara" y lleva tu apetito a la otra esquina a Matsuri, el restaurante de su ex esposo, con una política de puertas abiertas.
La nazi del sushi estableció su formidable reputación en Sydney hace un año, explica CNNGo.com. Harta del excesivo desperdicio de comida generado por clientes exigentes o sin apetito, Ichikawa comenzó a ofrecer un 30% de descuento a aquellos que terminaran su comida, relata el portal.
Luego ofreció membresías a los clientes que acabaran con todo en sus platos (rebanadas de limón, jengibre y el picante wasabi excluidos). A aquellos que no se terminaran su comida se les pedía no regresar, explica CNNGo.com.
Un año después, parece que las políticas de Wafu se han vuelto más autoritarias.
Cuando la reportera de CNNGo.com, Janine Israel, visitó el Wafu a la hora de la comida, pese a haber sólo cinco personas en el restaurante con 30 asientos, un gran letrero en la puerta indicaba: "¡No entrar, miembros del club Wafu solamente!"
¿Cómo entrar?
Convertirse en un miembro en Wafu no es fácil. A los que acuden por primera vez, se les aconseja llegar con un miembro. E incluso así, el servicio no está garantizado. Dos mujeres fueron rechazadas por Ichikawa porque una de ellas olvidó su número de membresía, de acuerdo con CNNGo.
Para aquellos sin amigos con privilegios, conseguir un lugar es aún más difícil, asegura el portal. Las políticas en el sitio web de Wafu aconsejan que si vienes sólo con una persona más, podrías ser atendido.
A los que asisten por primera vez se les aconseja llegar hambrientos, ya que Wafu es un lugar para comer ; “no es un café o un simple lugar para platicar”. Además, deben traer un contenedor reutilizable para llevar a casa cualquier sobra.
Probando suerte
Según la reportera de CNNGo, pese a no ser un miembro, se apegó a todas las reglas. "Llegué acompañada sólo de otra persona, con un apetito feroz y un contenedor plástico apropiado. Así que decidimos probar suerte".
“Primero, le preguntamos a una de las cinco personas que comían si podía fingir que era nuestra amiga”, pero ella se negó, diciendo que al mentir podría arriesgar su membresía y su reputación de clienta buena y apegada a las reglas.
Sin embargo, relata la reportera, la clienta les sugirió preguntar a Ichikawa acerca de sus clases de cocina como un medio de romper el hielo.
“Estoy interesada en sus clases de cocina de los domingos”, dijo la reportera. El rostro de Ichikawa se iluminó. “Envíeme un correo electrónico”, respondió cortésmente.
“Además, realmente me encantaría comer aquí ”, dijo la reportera, y en ese momento la chef Ichikawa dejó de sonreír: “Por el momento, no puedo aceptar más miembros. No puedo perder más de mi tiempo explicando mi política”.
