Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Cómo ser comedora emocional y permanecer delgada

Comer por razones emocionales no tiene que convertirse en un problema ni provocar que subas de peso; disfruta y mantente saludable
dom 10 abril 2011 12:11 PM
eat love pray
comer rico eat pleasure placer orgasmo eat love pray

¿Tu idea de un buen momento después de un mal día es un una gran bola de helado de dulce de leche colocada sobre un brownie cubierto de caramelo?

No estás comiendo porque tengas hambre y ciertamente no estás tratando de obtener tu dosis recomendada diaria de calcio. Estás comiendo porque cada cremoso bocado te hace sentir inexplicablemente feliz. ¿Es esto realmente tan malo?

Sorprendentemente, el comer por razones emocionales no tiene que ser un problema, dijo a Health.com Michelle May, médica y autora de Eat What You Love, Love What You Eat (Come lo que amas, ama lo que comes).

“Tratar de convencerte para que dejes de obtener un impulso anímico a partir de la comida únicamente te conduce a un mayor problema de comer en exceso, como los atracones ”, agregó. 

¿Por qué los antojos nos hacen felices?

“Estamos programados para comer por razones emocionales”, explica May. “Desde el momento en que naces y tu madre te acerca a ella para alimentarte, existe una conexión emocional con ser alimentado y ser amado. Esa es la razón por la que es contraproducente decirle a las personas: 'Simplemente no lo hagas'”.

Publicidad

Los antojos que se nos antojan en su mayoría son empaquetados y contienen poderosos químicos naturales que provocan placer, indica Health. El chocolate, por ejemplo, contiene serotonina y otro neurotransmisor que provoca felicidad, la anandamida. Y una vez que el brownie con doble capa de caramelo entra en tu estómago, tu cuerpo responde con una descarga de endorfinas, dándote una especie de euforia por comida.

Puedes consolarte con comida y permanecer delgada con estas reglas básicas recomendadas por Health.com:

Consejo 1: Come emocionalmente sólo lo que adoras

Antes de que destapes el helado haz lo que May llama 'La prueba de los cuatro' Pregúntate a ti mismo si realmente, realmente, realmente, realmente lo quieres. “Eso te apartara de tomar cualquier cosa que esté enfrente de ti”, dice. “Si te llevas algo que realmente no quieres, hay más posibilidades de que comas más porque no te satisfizo”.

Ese es el peligro de responder a un antojo con una versión light de lo que quieres o con algo más. Además de echar por tierra el propósito de darte a ti mismo un delicioso placer, te deja listo para un atracón, indica el portal.

Consejo 2: Disfrútalo al máximo

Aléjate de la computadora, de la televisión o del iPad, para que puedas enfocarte completamente en el antojo que quieres comerte . Esta es la razón: Si no te tomas un momento para disfrutarlo al máximo, entonces “no te servirá para la verdadera razón por la que estás comiendo ”, explica May. Y tendrás más probabilidades de ceder ante otros alimentos altos en calorías y comer más de ellos.

Consejo 3: No comas con el estómago vacío

Incluso si estás muriendo por una rebanada de pastel de zanahoria, piensa en lo que diría tu madre: No, hasta que hayas terminado tu comida.

Si tuviste una comida balanceada con proteínas, vegetales y grasas saludables , tu postre tiene una mejor oportunidad de ser satisfactorio”, dice Julia Ross, directora de la Clínica Recovery System en Mill Valley, California y autora de The diet cure (La cura de la dieta). “Pero muchas mujeres se saltan las comidas para ahorrar calorías y van directamente al postre, así que su azúcar se eleva, luego cae precipitadamente y terminan comiendo un segundo o tercer postre. Con el paso del tiempo, no están ahorrando calorías”.

Consejo 4: Olvídate de la culpa

Te arrebatará el placer ganado con satisfacer tu antojo. “Nadie debería sentirse culpable su utilizan la comida para celebrar o sentir alivio”, dice Ross a Health.com.

Además, odiarte a ti mismo por amar ese licuado de chocolate solamente hará que necesites otro impulso anímico (de muchas calorías). Todo se reduce a esto: Cuando comes para sentirte bien, permítete sentirte bien. Y luego pasa a otra cosa.

No te pierdas de nada
Te enviamos un correo a la semana con el resumen de lo más importante.

¡Falta un paso! Ve a tu email y confirma tu suscripción (recuerda revisar también en spam)

Ha ocurrido un error, por favor inténtalo más tarde

Publicidad
Publicidad