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¿Triste en primavera? Hay relación entre las alergias y tu estado de ánimo

Algunas investigaciones demostraron que las personas que sufren de alergias de temporada corren más riesgos de padecer esta enfermedad
dom 08 mayo 2011 11:21 AM
Alergia
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Sabes que es primavera cuando cientos de personas al día se quejan todo el tiempo en Twitter porque les pican los ojos, tienen escurrimientos nasales y no paran de toser y estornudar. Y si no es obvio que las alergias pueden arruinarte el día, mira cuántos tuits hay con la palabra "alergias" y una grosería en la misma frase. 

Las alergias de temporada , que afectan a 36 millones de estadounidenses, no sólo son una lata; muchos médicos coinciden en que hay una relación real entre las alergias y el estado de ánimo.

“Estar de malas es la mejor definición”, dice Katie Ingram, de 30 años, de Alexandria, Virginia, una triatleta que sufre de alergias de temporada. “Tomo muchos medicamentos para eso y me dan sueño. No puedo hacer muchas cosas que quisiera al aire libre, y eso me pone de malas… estar estornudando constantemente me hace sentir cansada”.

En algunas personas, estas molestias son más serias. Las investigaciones demuestran que hay un riesgo doble de padecer depresión en una persona que sufre de alergias, y si ya te vio un alergólogo, se triplican las posibilidades de tener depresión, dijo el Dr. Paul Marshall, neuropsicólogo en el Centro Médico de Hennepin County, en Minneapolis, Minnesota.

Son correlaciones halladas en estudios científicos, pero éstos no concluyen que las alergias causen depresión clínica. En la práctica, los cambios de humor relacionados a las alergias suelen reducirse a síntomas de depresión ligera, como tristeza, letargo y fatiga, dijo Marshall. Algunas personas dicen que son más propensas a llorar en temporada de alergias. Las alergias podrían empeorar los síntomas de algunas personas con depresión clínica, según los expertos.

“Es importante que la gente comprenda que padecer alergias puede afectar su estado de ánimo”, dijo Marshall. Eso no quiere decir que toda la gente con alergias sufre de depresión o que toda la gente con depresión sufre de alergias.

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Pero experimentar alergias sí parece ser un factor de riesgo para desarrollar depresión, no necesariamente el lado emocional de esta condición, sino síntomas más fisiológicos como poca energía.

¿Y todo esto ocurre a pesar del uso de los antihistamínicos, o debido a ellos? ¿La reacción alérgica es la que causa estos síntomas, o sólo las molestias de sueño y la incomodidad general?

La respuesta biológica

Una reacción alérgica es la respuesta inmune que libera citocinas , moléculas de proteínas usadas en la comunicación entre células. Cuando envían señales al cerebro, inducen los sentimientos de enfermedad o de “estar mentalmente agotados” que suelen acompañar a los resfriados. La liberación de citocinas no es poderosa en las alergias pero sí está presente, dijo Marshall.

Un estudio que Marshall dirigió en 2002, publicado en el diario Psychosomatic Medicine, concluyó que las reacciones alérgicas a la ambrosía del polen causan “fatiga y cambios de ánimo significativos” en algunos pacientes. Una investigación pasada en la que colaboró Marshall en 2000 descubrió que estas reacciones podrían causar lentitud en el proceso cognitivo.

Recientemente, el Dr. Teodor Postolache de la Universidad de Marylan dirigió una revisión publicada en 2008 de la asociación entre indicadores suicidas y las alergias. El grupo de Postolache notó un repunte en las tasas de suicidio entre abril y junio, y el cambio ambiental drástico del polen durante esa época.

Los investigadores descubrieron relaciones entre las medidas de depresión y los síntomas de alergias en relación con la severidad temporal del polen de árboles. En las mujeres, la asociación es más fuerte entre las alergias, depresión y suicidio que en los hombres, quizás porque las alergias y la depresión son más comunes entre ellas.

El grupo de Postolache también exploró las citocinas que podrían estar involucradas en el desencadenamiento de la fatiga, bajo la hipótesis de que las reacciones alérgicas son la causa biológica del estado de ánimo bajo.

Esto se compara con lo que ocurre cuando el estrés te baja el ánimo, dijo Marshall.

¿Efectos secundarios?

De forma alternativa, el estado de ánimo bajo durante la temporada de alergias podría ser situacional, el resultado de todos los estornudos o los efectos secundarios de los medicamentos.

Los estudios concluyen que la gente no tiene el mismo desempeño en la escuela debido a las reacciones alérgicas, y el desempeño de los adultos en el trabajo también disminuye, dice el alergólogo Robert Overholt de Knoxville, Tennessee. Estos problemas podrían acentuar los síntomas de depresión, dice. Combinado con los problemas de sueño, esto podría hacer que la gente se sienta mal. Overholt no cree que la respuesta alérgica inherentemente dispare la depresión, pero sí podría hacer de forma circunstancial que la depresión existente empeore.

“Podría desencadenar la depresión pero no sería la causa”, dijo. Los antihistamínicos también causan problemas de sueño y cansancio, dijo.

Los efectos secundarios de los medicamentos pueden contribuir a patrones de sueño irregulares que aumentan la irritabilidad. Los principales antihistamínicos ya se compran sin receta médica, como el Allegra, Clarytine y Zyrtec, pero sólo ayudan con los estornudos, a menos que se compre la forma descongestionante, aunque tiene un precio mayor. Los mismos químicos que te alivian la garganta podrían causar insomnio, estresar al corazón y causar problemas de próstata en algunos hombres, dijo Overholt.

Erik Fisher, psicólogo clínico en Atlanta, Georgia, ve a más gente fatigada durante esta época del año, pero no está lleno de pacientes deprimidos y con alergias. Sí reconoce que las alergias desgastan a los pacientes. “Cuando sabes lo que causa tu estado de ánimo, la gente se estresa menos”.

Los niños, en particular, son más susceptibles a cambios de ánimo y comportamientos pronunciados relacionados a las alergias porque sus cuerpos son más sensibles . Fisher dijo que algunos niños tienen más cambios de ánimo y les cuesta más trabajo dormir.

Pero la conclusión es que la gente no debería culpar a las alergias de asuntos emocionales, dice el Dr. Michael Silverman, profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Mount Sinai en Nueva York. Algunas personas atribuyen sus respuestas anímicas a las alergias, y no siempre son ellas la razón para sentirse deprimido.

“Hay muchos estigmas asociados a los problemas de ánimo y ansiedad , por lo que los pacientes intentan aferrarse a lo que sea para explicar lo que ocurre”, dijo. “Las alergias podrían agravar un problema en su vida que no quieren resolver”. 

¿Qué hacer?

Los esteroides intranasales y los antihistamínicos tópicos para la nariz, que recetan los médicos, funcionan bien, con frecuencia combinados, y no parecen causar cansancio, dice Overholt. Otros medicamentos para el rinocordio y enjuagues nasales para resolver problemas de sinusitis también funcionan.

Pero la única forma de tener un alivio más completo y prolongado a las alergias es lo que la gente conoce como “vacunas contras las alergias”, dice Overholt. Después de una prueba inicial para probar qué plantas en particular afectan al paciente, el médico administra pequeñas dosis del elemento en el paciente bajo la piel en el transcurso de tres a cinco años. Este procedimiento puede ayudar a  superar las alergias de por vida o sólo de uno a dos años.

Las vacunas contra las alergias son la única opción a largo plazo para deshacerte de los síntomas de las alergias, y de la fatiga y el malestar que les acompañan. También previenen la formación de otras alergias y reducen el riesgo de padecer asma asociado a las alergias.

Otras formas de inmunoterapia, como orales (gotas de alérgenos bajo la lengua) e intranasales, lucen prometedores en pruebas, pero actualmente no están disponibles.

Ingram, cuyas alergias han sido particularmente malas en años recientes, está considerando las vacunas. Mientras tanto, aspira a diario, se baña más, lava sus sábanas con mayor frecuencia y mantiene las ventanas cerradas. Su esposo, que no tiene alergias, cepilla a los perros más durante la primavera.

“Mis alergias son tan malas que con gusto me sacaría los ojos con palillos para dejar de sentirme así”, escribió Ingram en su blog.

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