Pasar tiempo con los amigos casi siempre deja una sensación de bienestar, pero también podría prevenir la demencia al envejecer.
Los adultos mayores más sociables tienen un 70% menos deterioro cognitivo en comparación con otros compañeros menos sociables, de acuerdo con un estudio reciente publicado en el Journal of the International Neuropsychological Society y reportado por Time Healthland.
Los investigadores estudiaron a 1,138 personas durante un promedio de cinco años. Ninguno de los participantes, cuya edad promedio era de 79.6, tenía demencia al inicio del estudio. Debido a que el estudio dio seguimiento a las personas a través del tiempo, los hallazgos arrojan luz sobre la cuestión de si uno de los primeros signos de demencia es el aislamiento social, o si es la falta de sociabilidad la que causa un mayor riesgo de deterioro mental.
“El problema era qué fue primero: el huevo o la gallina”, dijo a Time Healthland el autor principal James Bryan, un estudiante de postdoctorado en el Centro Rush de Enfermedad de Alzheimer en Chicago. “Seguimos a la gente durante 12 a 14 años, así que fuimos capaces de
Para medir los niveles de actividad social de los participantes, los investigadores utilizaron un cuestionario que incluía preguntas sobre cosas como visitas a familiares y amigos, la participación en actividades como el bingo, eventos deportivos, salidas a restaurantes o voluntariado, asistencia a ceremonias religiosas, y membresía activa de grupos. Las respuestas al cuestionario producían una puntuación numérica de la actividad social.
Cada aumento de un punto en la puntuación de la actividad social estaba vinculada a una caída de 47% en la
Los investigadores controlaron factores como la personalidad y el tamaño de las redes sociales de los participantes y aún así encontraron un gran efecto de la actividad social efectiva.
Estudios previos han encontrado que
¿Por qué la interacción con amigos y familiares es tan sanadora? Nuestra respuesta al estrés está íntimamente ligada con nuestras conexiones sociales. La falta de contacto social es estresante para todos los animales sociales, y un estrés elevado crónico aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer, obesidad, enfermedades mentales y adicciones.
“Nuestros cerebros pueden haber evolucionado para conocer a alrededor de 150 personas”, dice James. “Si sólo interactúas con una o dos personas, puedes no cumplir el objetivo por el cual evolucionamos”.
No es sorprendente, entonces, que la socialización reduzca el riesgo de demencia: nuestros cerebros han sido diseñados para manejar relaciones, publica Time Healthland. Y con el cerebro, como ocurre con los músculos, se aplica el mismo consejo: úsalo o piérdelo.