Ser madrastra incluye campos minados emocionales

Si hubiera un anuncio en el que se solicita una madrastra, sería así: Se solicita mujer para criar al hijo de alguien más, el cual se va a pelear contigo, te pondrá a prueba y quizás te odiará por siempre. Te puede poner apodos como madrastra malvada o rompe-hogares. Horario: interminable. Sueldo: poca gratitud. Espera poco apoyo de su padre y la posible enemistad de su madre natural.

¿Te interesa?

Pero el mayor reto para las madrastras es la dinámica familiar que existente en la familia a la que llega. Muchos problemas pueden involucrar luchas por amor .

“Hay algunas mamas y papas que juegan a ganar porque en el divorcio los niños son el trofeo”, dice el psicólogo Eric Fisher, también conocido como Doctor E. Dice que si un padre puede ganarse el amor de un niño, se regocija por su victoria sobre el otro padre.

Los niños se alimentan de esta dinámica, dice Doctor E, y temen que dar el estatus de madrastra o el reconocimiento sea una traición para su madre real. Aunque el niño quiera querer a su madrastra, se siente atrapado en medio de esta lucha de poder.

La madrastra también se encuentra en una competencia indeseada con la persona con quien se casó, quien la hace fallar ante los ojos de los niños para que él luzca mejor.

Gente que carga con heridas de peleas familiares comentó en una columna reciente:

"Como hijastros, debes mantener feliz a ambas partes, a tu mamá y a tu papá. Es agotador asegurar que nadie salga herido”, holley20.

"Como niño nunca sentí amor de mi madrastra. Mis fines de semana con mi papá eran muy incómodos, con mi madrastra hablando mal de mi mamá”, dice sofie01.

"Me acerqué a mi madrastra, porque mi papá me convenció, y me rechazó. Siempre favorecía a sus propios hijos y era difícil de ocultar. Finalmente me cansé de intentar ganarme su aceptación”, Shyla07NY.

"En mi caso, la madre biológica quería que en nuestro acuerdo legal más reciente quedará por escrito que mi hijastra no podía llamarme ‘mamá’, aunque ella me llama así y nadie la obliga”, sarakate77.

Los comentarios fueron publicados en una nota escrita por una madrastra, dolida por no haber sido tomada en cuenta el Día de las Madres.

Algunos comentaristas trataron el tema desde otra perspectiva.

"No quiero sonar ruda, pero tú no eres una mamá. Eres una madrastra y no tienes derecho a remplazar a la mamá de un niño porque tu ego así te lo pide un día al año. Perdón, pero es verdad. Sólo eres la mujer con la que se casó su papá”, escribió responsible4.

"Mi madrastra se ofende porque pasé el día con mi mamá en lugar de hacerlo con ella, y mi papá también se enoja porque elegí a mi mamá. Las quiero a las dos, pero mi mamá es mi mamá. Ella me parió, qué puedo hacer…”, dijo j0nx4.

Pero otras madrastras también comentan sobre el tiempo, esfuerzo y amor que han dado a los niños, y de lo poco que reciben a cambio. Una incluso dijo que, de haber sabido que sería un esfuerzo tan agotador y poco agradecido el cuidar a tres hijastros, nunca se habría casado con su padre viudo.

El Dr. E sugiere que los padres deben respetar los sentimientos de los niños antes de llevar a otro padre a la casa. No es que los niños deban tener control sobre con quién se casa su papá, sino que deberían decirle a los niños: “Amo a esta persona, quiero pasar el resto de mi vida con ella y me gustaría que ustedes también lo hicieron”.

El psicólogo sugiere que el padre pregunte a los niños qué debe pasar para que se sientan más cómodos y puedan hacer el trabajo juntos, para asegurarse de que todos estén trabajando en equipo.

Algunos padres necesitan buscar asesorías familiares, y el Dr. E. dice que intenta que los padres y padrastros asistan a la misma sesión para evitar problemas de triangulación.

Otros, encuentran la forma de trabajar juntos por el bien de los niños. Una comentarista declaró que ella era una gran admiradora de la madrastra de su hija.

“Estoy muy agradecida de que se haga cargo tan bien de mi hija cuando yo no estoy cerca”, escribió MktgMaven.

Y a las madrastas, el Dr. E. les recomienda querer a sus hijastros tal como son, no como ellas quisieran que fueran.