El efecto placebo potencia la eficacia de los antidepresivos
¿Qué fue primero, la enfermedad mental o los medicamentos? Mientras que en otras áreas de la medicina esto es una obviedad, algunos argumentan que ciertos trastornos psiquiátricos son creados y clasificados debido a los efectos que determinados medicamentos tienen sobre el cuerpo, y no al contrario.
Tres nuevos libros, revisados en el artículo la Dra. Marcia Angell, The epidemic of mental illness: Why? en The New York Review of Books, aumentan las posibilidades alarmantes acerca de la verdad detrás de la explosión de las prescripciones de tratamientos farmacéuticos para las enfermedades mentales. (La Dra. Angell, por cierto, fue la primera mujer en ser editora en jefe de la prestigiosa revista New England Journal of Medicine ).
Los autores de los tres nuevos libros concuerdan en dos puntos que incitan a la reflexión:
1. Nuestra comprensión de las categorías de las enfermedades mentales y su tratamiento se ha visto influenciado por las compañías farmacéuticas.
2. La enfermedad mental no es causada por desequilibrios químicos en el cerebro.
Estos puntos de vista, aunque controvertidos, están bien documentados, dice Angell.
Por ejemplo, a pesar de que el objetivo de las drogas psicoactivas es modificar los niveles de los neurotransmisores —sustancias químicas del cerebro— que afectan el estado de ánimo, los científicos no han encontrado pruebas convincentes de que sean las mismas sustancias químicas las que causan la enfermedad mental . Antes del tratamiento, la función del neurotransmisor parece ser normal, señalan.
"Bajo esta misma lógica se podría argumentar que la causa de todas las condiciones de dolor es una deficiencia de los opiáceos, ya que los medicamentos narcóticos para el dolor activan los receptores de opiáceos en el cerebro", escribe Daniel Carlat, autor del libro Unhinged: The Trouble With Psychiatry: Doctor’s Revelations About a Profession in Crisis (Desequilibrio: El problema de la psiquiatría: Revelaciones de un médico acerca de una profesión en crisis).
Así que, si las drogas no tratan la causa de la enfermedad mental, ¿qué están haciendo? Irving Kirsch asegura en The Emperor's New Drugs: Exploding the Antidepressant Myth (El nuevo fármaco del emperador: explotando el mito del antidepresivo) que los antidepresivos funcionan sólo porque los pacientes creen que funcionan, y que los efectos secundarios de las pastillas reforzan esa creencia.
El efecto placebo es la idea de que un tratamiento falso médico, sin propiedades curativas inherentes, puede a veces funcionar como si se tratara de un medicamento real al aliviar el dolor y los síntomas de un padecimiento. Cuanto más complejo y enredado sea el tratamiento falso, es más probable que sea eficaz.
Los placebos son alrededor del 82% tan eficaces como los medicamentos, de acuerdo con la investigación de Kirsch de revisiones de los ensayos clínicos de antidepresivos de la Dirección de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés). Los tratamientos no antidepresivos , como los sedantes y los opiáceos, fueron igual de eficaces.
De hecho, él encontró que "casi todas las pastillas con efectos secundarios fueron ligeramente más efectivas en el tratamiento de la depresión que un placebo inerte", escribe Angell. Kirsch especula que, de hecho, los efectos secundarios son lo que convence a los pacientes de que sus antidepresivos están trabajando y los conduce a decir que se sienten menos deprimidos.
Hay algo de verdad en la idea de que los antidepresivos funcionan al menos en parte por el efecto placebo, y la ciencia ha avalado eso, según nuestro experto de salud mental de CNN, el médico Charles Raison, psiquiatra de la Escuela de Medicina de la Universidad Emory.
Pero eso no es necesariamente algo malo, ya que los médicos pueden aprovechar este efecto —por ejemplo, en términos de la relación médico-paciente, sería terapéutico— dice él. Sin embargo, en pacientes con depresión más grave , el efecto placebo disminuye, por lo que el medicamento debe hacer algo. Incluso se puede ver de esta manera: los antidepresivos pueden potenciar el efecto placebo.
“Los antidepresivos no son perfectos, pero sin duda han salvado muchas vidas”, dice.
“Está bastante claro que la depresión no es como si te estuvieras quedando sin combustible ”. Pero, por supuesto, todas las emociones y los pensamientos son generados por interacciones físicas en el cerebro y el cuerpo, por lo que en su centro, la depresión es de hecho una enfermedad con base biológica. El cerebro es obviamente muy complejo, y los antidepresivos parecen ayudar a restablecer y recalibrar los sistemas en el cerebro para ayudarte a sentirte mejor.