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Estar sentado durante más horas al día puede quitarte años de vida

La inactividad física frente al escritorio provoca daños en la salud que no pueden ser revertidos con el ejercicio, indica un estudio
mar 28 junio 2011 01:11 PM
Hombre en escritorio
GET. Correos groseros Hombre en escritorio

Pasar mucho tiempo sentado probablemente acorte tu vida.

Esto puede sonar ridículo u obvio, dependiendo de tu punto de vista, pero los resultados no provienen de un estudio marginal. Vienen de la Sociedad Americana de Cáncer (American Cancer Society), cuyos investigadores analizaron los estados de salud de 123,216 personas durante un periodo de 14 años.

Según los estudios de la American Cancer Society, las mujeres que permanecen sentadas durante más de seis horas diarias tienen 40% más probabilidades de morir que quienes pasaron sentadas menos de tres horas al día (el estudio duró 14 años). Los hombres con esos mismos hábitos tenían una probabilidad 20% mayor.

El enorme estudio se centró en la cantidad de personas que murieron. Otros estudios se han enfocado en condiciones específicas que afectan a la mayoría de los estadounidenses, como enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes tipo 2 y depresión. También en esos estudios se concluyó que estar sentado durante periodos prolongados incrementa los riesgos de enfermarse.

A principios de este año, las pruebas en contra de estar sentado tanto tiempo se ampliaron todavía más: el American Journal of Epidemiology publicó un estudio donde se encontró que aquéllos con un trabajo sedentario tienen el doble de riesgo de contraer un tipo específico de cáncer de colon.

Lo que es particularmente interesante sobre la reciente investigación es la revelación de que estar sentado por largos periodos causa un daño significativo a la salud que no puede ser contrarrestado mediante el ejercicio. Estar sentado durante muchas horas cada día es malo para ti, como lo es fumar, sin importar si también realizas actividades saludables.

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La American Cancer Society señala que las directrices de salud pública no se refieren o hablan poco de reducir el tiempo que uno pasa sentado, y en su lugar se enfocan en incrementar el nivel de actividad .

Por ejemplo, en 1995, el American College of Sports Medicine y los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos publicaron conjuntamente una guía llamada Actividad Física y Salud Pública, que fue actualizada en 2007. Las recomendaciones del gobierno fueron específicas: “Actividad física aeróbica moderada por lo menos durante 30 minutos al día por cinco días a la semana o actividad aeróbica intensa durante al menos 20 minutos al día por tres días a la semana”.

Con lo que sabemos ahora, las guías de salud pública deben dirigirse tanto a la actividad física como a la inactividad.

Se trata de un cambio de pensamiento que está resonando en los lugares de trabajo, escuelas y hogares, cuyo mismo fundamento — escritorio y silla— parece provocar un daño cuando se usa durante los largos periodos que ahora son considerados normales.

La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional recomienda intercalar trabajos que no tienen que ver con la computadora durante el día para que tengas más movimientos y utilices músculos diferentes.

El estudio d el tiempo que pasamos sentados fue el comienzo de la escuela de epidemiología de actividad física.

Jeremy Morris descubrió en la década de los 50 que los conductores de los autobuses de dos pisos de Londres tenían el doble de probabilidades de morir por una enfermedad cardiovascular que los conductores de autobuses normales, y los burócratas de oficina tenían una probabilidad mayor de morir que los carteros. En ambos casos, el trabajo más sedentario tenía un mayor riesgo para la salud que un trabajo más activo, incluso si la línea laboral era similar.

En las décadas siguientes, los investigadores y los legisladores se enfocaron en los beneficios para la salud que trae hacer ejercicio. Pero según los resultados del último estudio, incluso cuando la gente realiza ejercicio de forma regular, aún corre un riesgo mayor de una enfermedad grave debido a las horas de inactividad.

Estos resultados también son consistentes con los estilos de vida en las llamadas zonas azules (de obreros), lugares como Okinawa, Japón y Cerdeña, Italia, donde la gente tiene un promedio más prolongado de vida que el resto del mundo desarrollado. Además de las dietas basadas en vegetales y comunidades fuertes, la actividad física moderada casi constante es lo normal en esas zonas.

En Estados Unidos cada vez más personas están adaptando los lugares de trabajo para satisfacer mejor estas necesidades físicas, instalando mesas de pie y escritorios ajustables que permiten cambiar entre estar sentado y de pie, así como treadmill desks, escritorios con una caminadora integrada, que operan con velocidades lentas de marcha.

Uno de estos lugares es el Georgia Poison Center en Atlanta, que primero instaló escritorios ajustables para permitir a sus empleados —quienes están sentados la mayor parte del día contestando llamadas telefónicas— pararse cuando ellos lo desean. Gaylord Lopez, el director del centro, consideró el cambio como un éxito y ahora también tiene treadmill desks en la oficina.

En el centro de llamadas “tienes que estar al pendiente de tu teléfono y de tu computadora, así que un paseo al baño o al área de descanso era todo lo que tenían. Eso no es suficiente. Y cuando estás aquí 10 o 12 horas al día, supuse que podríamos hacer otras cosas con este entorno, señala Lopez.

“Si puedo mantener sana a la gente, voy a tener una fuerza laboral productiva, eso no me va a costar más dinero en términos de tiempo extra (...) Con suerte, ellos estarán contentos y querrán seguir trabajando con nosotros”, agrega.

En la edición de noviembre de la revista Diabetes, el doctor James Levine, un endocrinólogo de la Mayo Clinic y destacado investigador de campo, señala que estar sentado es una función enraizada en la necesidad evolutiva. Es casi tan eficiente en el consumo de energía como estar acostado, pero mientras estás sentado, puedes estar vigilante de tu alrededor”.

“Estar sentado no es malo con moderación, pero en exceso es adictivo y perjudicial”, escribe Levine. “Es preocupante que para la mayoría de la gente en el mundo desarrollado, estar sentado es la norma”.

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