La realidad de las mexicanas: una batalla contra el tiempo y el cansancio
Labores domésticas con jornadas de más de ocho horas, escasas oportunidades de desarrollo y cambio en los roles tradicionales son algunas de las causas que influyen para que México ocupe el segundo lugar mundial en mujeres con los mayores niveles de estrés , según un reporte publicado por la consultora Nielsen.
En México las mujeres dedican en promedio 76.3 horas semanales al trabajo remunerado y doméstico, y la mayoría de ellas gana dos salarios mínimos por jornada, mientras que los hombres trabajan en promedio 58.4 horas por semana y ganan tres salarios, de acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Edith Herrera es una de las 16,847, 300 mujeres que conforman la población económicamente activa en México. Sin embargo sus labores no se reducen a las jornadas de su empleo formal. Su rutina inicia a las cuatro de la mañana, hora en la que despierta, prepara el desayuno y se alista para salir de su casa a las 5:30 am y dirigirse a su trabajo.
A pesar de que cuenta con el apoyo de su esposo para realizar sus actividades domésticas asegura que se estresa desde que su día comienza. “Mi peor enemigo es el tiempo, debo asegurarme que el desayuno esté listo, completar todas mis actividades y no salir tarde".
Recorre 42 kilómetros desde la colonia Miraflores hasta el Colegio Americano, donde trabaja como bibliotecaria. Al salir de la escuela tarda dos horas en llegar a su hogar en diversos servicios de transporte público que, asegura, siempre van llenos.
"Tener que llevar tantos roles al mismo tiempo; ser madre, ser exitosa en el trabajo, atender a la familia es lo que está causando esta situación. Además las mujeres tienen cada vez más deseo de lograr el éxito en estos ámbitos y para ello deben cumplir con todas estas exigencias", afirma Maite Sainz, psicóloga y miembro de la Sociedad Psicoanalítica de México.
Las labores del hogar, aunque no son remuneradas, generan beneficios a las familias.
En México, las tareas domésticas siguen teniendo una estructura tradicional donde “el varón provee externamente y la mujer internamente. (Estas actividades) reflejan una mayor relevancia de vida de hogar que en otros países y la importancia de que la familia sea un núcleo social y no sólo de cohabitación", afirma Mario Zavala, director académico del Máster en Dirección de Empresas para Ejecutivos del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE).
El cuidado de los integrantes de la familia y las labores del hogar, no deben ser responsabilidad única de las mujeres. Sin embargo la educación juega un factor clave en este comportamiento. "Es algo que me enseñaron, que la mujer (en la casa) hace más que el hombre. Aunque ellos me ayudan con algunas tareas jamás van a lavar o planchar", afirma Edith.
La acumulación de estas actividades a su vez causa estrés y pueden tener consecuencias negativas en la salud, como enfermedades cardiacas, ataques al corazón , cansancio, depresión, frustración, trastornos del sueño y ansiedad.
Para evitar estas situaciones "las mujeres deben saber organizarse y reconocer sus limitaciones, saber qué son capaces de hacer y qué no. Además deben tener momentos de descanso y actividades recreativas para disminuir la tensión ", dice Sainz.
Como Edith, el día de muchas mujeres mexicanas termina con tareas que no pueden finalizar, con una lista de pendientes que aumenta conforme pasa la semana y con una carrera constante contra el tiempo y el cansancio que acaba por afectar su salud.