Verdad o mito: los niños tienen menor riesgo de cáncer por usar celulares

Los teléfonos móviles están en el centro del debate debido a su posible riesgo cancerígeno entre niños y adolescentes
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Un nuevo estudio promociona el hallazgo de que los no están en mayor riesgo de padecer cáncer cerebral que los no usuarios. Pero antes de que exhales un suspiro de alivio y permitas a tus hijos utilizar sin restricciones el teléfono celular, examina con mayor atención lo que el análisis, publicado en el Journal of the National Cancer Institute (JNCI), revela y no revela.

Utilizando datos de un análisis multi centro —llamado CEFALO— de niños y adolescentes que tienen tumores cerebrales, investigadores suizos concluyen en su estudio que “los usuarios regulares de teléfonos móviles no fueron estadísticamente más propensos a ser diagnosticados con tumores cerebrales en comparación con los no usuarios”.

El estudio también detalla que los niños que comenzaron a utilizar celulares por lo menos hace cinco años no tienen un en comparación con los niños que nunca los habían usado.

En ese estudio se encuestó entre 2004 y 2008, a 352 niños de Dinamarca, Suecia, Noruega y Suiza que padecían tumores cerebrales  y quienes los investigadores concluyeron que eran “ ”.

El matiz de los resultados: condiciones de la muestra

¿La cuestión truculenta? La definición de los investigadores de “usuario regular” fue una llamada de celular a la semana durante al menos seis meses. Los investigadores no observaron el tiempo de la exposición respecto a la duración de la llamada.

La definición de un “usuario regular de teléfono celular” como una vez a la semana durante al menos seis meses es muy baja. Según un estudio del Pew Research Center publicado en 2010, “los adolescentes estadounidenses suelen hacer o recibir cinco llamadas al día. Los adolescentes blancos suelen realizar o recibir cuatro llamadas al día, o alrededor de 120 llamadas al mes, mientras que los adolescentes afroamericanos intercambian siete llamadas al día o alrededor de 210 llamadas al mes, y los , o alrededor de 150 llamadas al mes”.

Por lo cual, los investigadores no encontraron un incremento entre el “usuario regular” y el grupo de control. También porque, como señaló el Instituto Nacional del Cáncer estadounidense, “el intervalo entre la exposición a un cancerígeno y el inicio clínico de un tumor puede ser de muchos años o décadas”.

Eso significa que si un niño empieza a utilizar un teléfono celular diariamente a los 13 años de edad, en el año 2011, pasarán años o décadas antes de que cualquier evidencia de daño se muestre. Muy pocas personas creen que hablar por teléfono una vez a la semana durante seis meses cause cáncer cerebral. Pero para los adolescentes que están usando sus teléfonos celulares de una forma más típica —por lo menos cinco veces al día– la respuesta es menos contudente.

“Este nuevo informe del JNCI representa una conclusión sorprendente, preocupante e injustificada”, según Devra Davis, presidenta de Environmental Health Trust, quien también se desempeñó como asesora del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.

Y añade: “Curiosamente, los investigadores recomiendan, al igual que nosotros, . Pero concluir —como concluye un editorial escrito por científicos de la industria asociada, que acompaña el artículo— que esos niños no enfrentan riesgos a causa de los teléfonos celulares, es hacer un perjuicio profundo al público”.

Al final del estudio, : “Podría existir también una limitación inherente en cuanto al nivel de exposición en nuestro estudio”. Los investigadores reconocen que el uso del celular es común entre los adolescentes y que la tasa de uso se ha incrementado desde el período de estudio.

Dado que el uso de teléfonos móviles entre niños y adolescentes se ha incrementado en los últimos años, los investigadores exhortan a mantener una estrecha vigilancia de la tendencia en el futuro. Admiten que los estudios adicionales retrospectivos basados en la memoria (como su estudio) no añaden claridad a la cuestión.