La mujer atacada por un chimpancé recibe una nueva cara
El brutal ataque por parte de un chimpancé de un amigo dejó a Charla Nash sin nariz, párpados, labios y manos. Inicialmente la policía no pudo determinar su sexo. Los doctores no podían asegurar si sobreviviría.
Ahora, más de dos años después, los médicos del Hospital Birgham and Women en Boston, publicaron las primeras fotografías de Nash después de la cirugía, desde que tuvo un trasplante total de cara.
"Estos profesionales primero me salvaron la vida, después sanaron mis heridas y me dieron la fuerza para enfrentar un futuro incierto”, dijo Nash en un comunicado este jueves.
"Ahora podré hacer las cosas que alguna vez di por hechas (…) Tendré labios y volveré a hablar con claridad. Podré besar y abrazar a mis seres queridos. Estoy completamente agradecida con el donador y su familia".
Los médicos que realizaron la cirugía llamaron valiente a Nash.
“Ella inspiró al equipo para hacer todo lo posible, para usar nuestra experiencia colectiva, para recuperar su calidad de vida”, dijo el director de Cirugía Plástica y Trasplantes, el doctor Bohdan Pomahac, después de la cirugía.
En febrero de 2009, Nash ayudaba a su amigo para convencer Travis, a su chimpancé de 14 años de edad, para que regresara a la casa. Cuando llegó Nash, el chimpancé, que salió en anuncios de televisión de Coca Cola y Old Navy, saltó sobre ella y comenzó a atacarla y a morderla. Posteriormente, la policía le disparó a Travis para detener el ataque y el chimpancé murió por las heridas de bala.
El ataque sin provocación provocó la indignación tanto de los activistas por los derechos de los animales como del Congreso, quien rápidamente aprobó una ley que prohíbe la compra y el transporte interestatal de primates.
Nash continuó en condición crítica durante meses y fue trasladada al Hospital Brigham and Women en junio de 2010, en donde se convirtió en la tercera persona en recibir un trasplante total de cara en el hospital. Los médicos también lograron unir ambas manos, pero a los pocos días, Nash se enfermó y las manos fueron retiradas.
Nash llamó a la pérdida un “bache” en el camino para su recuperación.
“Se me dio la oportunidad de recuperar la mayor parte de lo que perdí al llegar al Hospital Brigham and Women”, dijo. “Aquí, recibí un nuevo rostro (…) lo que me permitirá ser independiente de nuevo y podré ser parte de la sociedad”.
Su nuevo rostro, dijo, la regresó a la vida.