El mito de la 'supermamá' puede hacer tu vida miserable
Las madres que trabajan tienen menos probabilidades de estar deprimidas que las que se quedan en casa , sugiere un nuevo estudio.
No obstante, si eres de las que crecieron pensando que las mujeres deben ser capaces de hacerlo todo, tienes que saber que ese grupo presenta más riesgo de padecer depresión al cumplir 40 años que aquellas con expectativas más realistas sobre la maternidad y la vida profesional.
“Tener un empleo probablemente mejore tu salud mental y tu bienestar, lo que definitivamente es algo bueno para ti y para tu familia”, dice Katrina Leupp, estudiante de posgrado de sociología de la Universidad de Washington, quien encabezó el estudio.
Pero no es mala idea “aceptar que el balance entre el trabajo y la familia es difícil, en lugar de sentirse culpable o fracasada si no puede dedicar tanto tiempo como le gustaría a su trabajo o su familia”, asegura.
Leupp analizó datos del Departamento de Trabajo estadounidense, que incluían a 1,600 mujeres casadas que tenían en promedio 40 años de edad en 2006. Las mujeres habían sido encuestadas, 20 años antes, sobre sus expectativas sobre las madres que trabajan.
Las encuestadas que apoyaron la idea de combinar la maternidad con una carrera profesional tenían un mayor riesgo de depresión que quienes pensaban que las mujeres debían quedarse en casa para criar a los hijos.
De hecho, las mujeres jóvenes menos propensas a apoyar la idea de mezclar la vida familiar y laboral tuvieron un menor número de síntomas de depresión cuando se convirtieron en madres trabajadoras.
No está claro por qué, pero las mujeres que esperan ser una supermamá pueden sentirse mal cuando les resulta más difícil de lo que esperaban . Y aquellas que no tenían esas expectativas pueden sentirse menos culpables al hacer sacrificios, como dejar el trabajo temprano para recoger a los niños, detalla Leupp.
“La generación actual de mujeres jóvenes trabajadoras tiene más probabilidades de haber sido criada por madres trabajadoras que las generaciones pasadas”, dice Leupp. “Tener una madre trabajadora puede crear una mayor conciencia de las dificultades para equilibrar trabajo y familia, pero también le proporciona un modelo que demuestra que combinar el trabajo y la familia es posible y gratificante”.
Las madres que trabajan no deben sentirse culpables si tienen que recortar gastos o tomar tiempo para ellas mismas.
“Sé amable contigo misma”, aconseja Leupp. “Pasar tiempo lejos de tus hijos el viernes puede hacerte una madre mejor y más feliz el sábado”.
En general, los estudios han demostrado que el empleo es benéfico para la salud mental de la mujer. La encuesta encontró que las mamás que se quedan en casa estaban más deprimidas a los 40 años que las trabajadoras, independientemente de sus puntos de vista antes de que tuvieran hijos.
El estudio será presentado esta semana en la reunión anual de la Asociación Psicológica Americana, en Las Vegas.