Bomberos que respondieron al 11-S, con mayor riesgo de padecer cáncer
Sintoniza: El doctor Sanjay Gupta investiga el polvo tóxico del 11-S, cómo se sentía respirarlo, al ser envuelto por él, y qué significará la experiencia si el desastre vuelve a golpear. Terror in the dust, miércoles a las 22:00 horas.
Los bomberos expuestos al polvo y a los vapores tóxicos que obstruyeron el aire después de que las torres del World Trade Center se derrumbaron, hace 10 años, son más propensos a desarrollar cáncer, según un nuevo estudio.
Al ser comparados con bomberos que no trabajaron en la zona cero, quienes acudieron al área tienen 19% más probabilidades de padecer cáncer.
De acuerdo con la investigación, publicada este jueves en la revista médica The Lancet , el aumento se produjo durante los primeros siete años después del 11 de septiembre de 2001.
“Excluimos los tipos de cáncer que podrían haber sido diagnosticados a tiempo (que podrían haber existido antes del ataque)... y seguimos observando un aumento del 19%”, explicó David Prezant, director médico del Departamento de Bomberos de la ciudad de Nueva York (FDNY, por sus siglas en inglés) y autor principal del estudio, en una reciente entrevista con CNN. “Cuando introdujimos esos tipos de cáncer de nuevo, observamos un aumento del 32%”.
Es un hallazgo inesperado, teniendo en cuenta que para la mayoría de los tipos de cáncer el periodo de latencia —desde la exposición a un factor carcinógeno a la expresión de la enfermedad— abarca décadas.
“Mi pensamiento inicial fue que durante los primeros 10 o 15 años no observaríamos un aumento”, dijo Prezant. “Ésa es otra razón por la que creemos que nuestros resultados son tan fuertes, porque en realidad pensábamos que íbamos a encontrar todo lo contrario”.
Una teoría acerca de cómo el cáncer puede desarrollarse tan pronto entre el personal de emergencia es que las características únicas de polvo de la zona cero, y el gran número de sustancias químicas en éste, pudieron haber acelerado la enfermedad entre este personal.
“Por lo general, hablando de tumores sólidos, se diría que hay un periodo de latencia de décadas”, dijo Jacqueline Moline, autora de un estudio sobre el mieloma múltiple entre el personal de emergencia, en una reciente entrevista con CNN. “¿Hay algo en el polvo que acelera las cosas mucho antes de lo que habría esperado?”
Los investigadores han reportado la presencia de cientos de compuestos en el polvo de la zona cero, entre ellos carcinógenos conocidos. Potenciales agentes causantes de cáncer como el asbesto —que cubría las columnas inferiores de los edificios del World Trade Center — y el benceno —un componente del combustible para aviones que causó incendios incontrolables cuando las aeronaves impactaron las Torres Gemelas— han sido una preocupación para los investigadores del cáncer, así como la gran cantidad de partículas y gases inhalados por los bomberos, dijo Prezant.
“Esas partículas no son sólo polvo, son polvo cubierto con las mismas sustancias químicas que estaban en el aire en términos de gases, en ocasiones, de hecho penetrando más profundamente en los pulmones o en la circulación sanguínea debido a que son transportados en una partícula”, dijo Prezant, que también es neumólogo en el FDNY.
Moline escribió otro documento, una pequeña serie de casos publicados en 2009 que sugieren un mayor riesgo de cáncer entre el personal de emergencias. Ella encontró un número pequeño pero importante de casos de mieloma múltiple entre los trabajadores menores de 45 años, aunque el mieloma múltiple es un cáncer que se manifiesta por lo general mucho más tarde en la vida.
Según el estudio de Prezant, el aumento global de las tasas de cáncer entre los bomberos es importante, pero cuando los resultados se desglosan de acuerdo a tipos específicos de cáncer, los números son más modestos: hay “tendencias” en los tipos de cáncer gastro-esofágico y de la sangre, como el mieloma múltiple y el linfoma no-Hodgkin, dijo Prezant, pero son difíciles de generalizar.
Y éste es un estudio preliminar que requerirá varios años de seguimiento, comentó.
“Apenas hemos empezado a entender lo que pasó después del World Trade Center”, dijo Prezant. “Podríamos encontrar que algunas de nuestras conclusiones cambiarán con el tiempo, se harán más fuertes o cambiarán por completo”.
Bombero: La cobertura al personal de emergencia debe incluir el cáncer
Lo que depende de los resultados de estudios como éste es la cobertura médica para el cáncer.
La Ley James Zadroga de Salud y Compensaciones del 11-S, aprobada por el Congreso estadounidense en julio de 2010, está diseñada para proporcionar servicios médicos e indemnización a quienes apoyaron y estuvieron expuestos a toxinas peligrosas mientras trabajaban en la zona cero.
La ley no incluye el cáncer, y a principios de este año, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional, la agencia que evalúa las enfermedades que serán cubiertas por la Ley de Zadroga, determinó que no había relación entre la exposición al polvo y el cáncer.
Según un portavoz de la agencia, el estudio de The Lancet se incluirá “en nuestra segunda revisión periódica de pruebas médicas y científicas relacionadas con el cáncer”; dicho análisis se espera en 2012.
Jeff Stroehlein, un bombero de Nueva York que comenzó a trabajar en la zona cero tres días después de los ataques del 9/11 y se quedó allí durante dos semanas, se retiró en mayo después de ser diagnosticado con cáncer cerebral. Dijo el jueves que cree que un vínculo entre el cáncer y la exposición a las toxinas de la zona cero es obvio, pero no encontrará ninguna satisfacción en el estudio deThe Lancet “hasta que se incluya (la cobertura contra el cáncer) en la Ley Zadroga”.
“Es una vergüenza que no esté incluido en la ley Zadroga”, dijo.
Prezant consideró que los resultados del estudio son específicos para los bomberos. Unos 185 estuvieron presentes en el complejo del World Trade Center en las 48 horas siguientes a la caída de las torres, y como otros estudios sugieren, entre más pronto llegó un miembro del personal de emergencia a la zona cero, más grave es su enfermedad.
“En cuanto a que podamos decir si el cáncer es mayor entre los otros miembros del personal de emergencias u otros residentes de la zona, no tenemos ni idea”, dijo Prezant. “Este es un estudio acerca de los bomberos, su exposición es muy particular”.
El personal de los servicios de emergencia describe el proceso científico para establecer los vínculos entre el cáncer y el polvo del 11-S como lento y exasperante, pero Prezant hizo hincapié en que la investigación científica sobre las enfermedades que surgieron de la zona cero debe ser mesurada y sólida.
“Lo importante es que nuestras conclusiones, cualesquiera que sean, estén basadas en la ciencia”, dijo Prezant.
Dana Garrett de CNN contribuyó con este reporte.