Tres pasos para decirle adiós al: "No tengo nada qué ponerme"
Una maraña de vestidos, faldas, pantalones, trajes, camisas y un disfraz de Tortuga Ninja saludaba a Pamela Swidler cuando abría su clóset cada mañana . Era abrumador y la hacía sentir como si no tuviera nada que ponerse.
Después de enviar una foto de su armario atiborrado a Jill Martin, esta gurú de los clósets ayudó a Swidler a tirar la mayor parte de su ropa.
"Estoy sorprendida por lo pequeño que es mi armario ahora. Eso me habría asustado hace dos meses", dijo Swidler. "Pero una vez que empiezas, te encuentras deshaciéndote de cosas que nunca pensaste tirar ni en un millón de años".
Eso es exactamente lo que Martin quiere que la gente experimente. Su nuevo libro, I Have Nothing to Wear (No tengo nada qué ponerme), en coautoría con Dana Ravich, ofrece a las mujeres un programa de 12 pasos para eliminar el desorden de sus armarios, para que puedan vestir mejor.
"Me siento como siempre debes verte cuando vas a toparte con tu exnovio", dijo Martin. "Nunca deberías ser un desastre, si puedes evitarlo".
"¡No tengo nada que ponerme!" es una frase con la que toda mujer puede identificarse: De pie, frente al armarios, cuando su contenido parece una masa de tejido sin opciones de atuendos distinguibles. El proceso de recuperación indicado en el libro de Martin, como cualquier otro programa de 12 pasos, está diseñado para ser tomado en serio.
"Cuando ves tu clóset en la mañana y todo está organizado de una manera que se ajusta a tu vida, se vuelve fácil y lindo, casi como si tuvieras un uniforme", dice Martin.
Él demostró el proceso en un segmento grabado en la casa de Swidler para el programa de NBC The Today Show.
A diferencia de los reality shows donde las víctimas sin sentido de la moda solamente miran mientras un desconocido irrumpe en su armario, el sistema de armario de Martin alienta a realizar la limpieza del propio clóset con la ayuda de una amiga de confianza que se convierta en su 'madrina'.
Tiene que ser el tipo de amiga que honestamente te diga lo que se ve bien o mal y sepa lo que usas con más frecuencia.
El libro enfatiza que debes reducir al mínimo tu armario, manteniendo sólo los mejores elementos. Inicia haciendo tres montones de prendas: las que deseas conservar, las que vas a donar/tirar y un montón de 'quizá'. Cualquier cosa con demasiado desgaste, agujeros o manchas debe ir directamente a la basura.
Por lo general, requiere tres rondas peinar los montones de zapatos, pilas de jeans e interminables ganchos llenos de ropa comprada por impulso , antes de que aparezca un clóset más libre. En cada ocasión entras al armario con una nueva misión.
1. En la primera ronda, quitas las prendas dañadas.
2. En la segunda ronda, tiras los objetos que no se ajustan a tu estilo.
3. Durante la tercera ronda, te pruebas todo lo que dejaste en tu armario para determinar si te queda bien. Martin y Ravich creen que este proceso mejora la confianza y alivia el estrés.
“La gente piensa que la moda es una parte superficial de su vida, pero en realidad tiene profundas raíces psicológicas”, dijo Martin. “Si no te sientes lo mejor posible, eso va a afectar tu estado de ánimo durante todo el día”.
Muchas compras impulsivas que saturan tu propio armario probablemente aparecieron por primera vez en un escenario de ensueño.
"Vas a una tienda y ves un vestido de lentejuelas", dice Martin. "Y piensas: Cuando un chico me invite a una reunión formal, voy a usar ese vestido". Así es como todas compramos cosas: nos imaginamos usándolas en ciertas reuniones. ¿Cuántas veces has comprado algo y esa historia no sucede?".
Barbara Ellis ha ayudado a muchas mujeres con la limpieza de su clóset. El mayor problema que tienen con sus armarios es el de quitar cosas. Llenarlo con ropa es la parte fácil, pero retirar lo viejo puede ser tan estresante como vivir con ello.
Puedes quedarte con algunos trofeos y reliquias
"La ropa es muy emocional para las mujeres", dice Ellis, del blog TheStylishChick . "El primer paso es desapegarse de las emociones y entender que es sólo ropa. Tiene que tener un valor, en el sentido de que hace algo por ti".
Ellis recomienda revisar el armario dos veces al año para mantenerlo organizado.
Swidler se siente como una persona nueva después de realizar la limpieza del armario. Además de tener un espacio organizado para la ropa, ha cambiado sus hábitos de compra. Ahora se hace preguntas potencialmente desalentadoras antes de llevar algo a la caja registradora: ¿Con qué frecuencia lo usará, realmente le gusta y le queda bien?
Martin y Ellis creen que limpiar tu clóset no significa que tires todos tus objetos sentimentales.
Martin nunca se deshará de la camiseta que su padre usó para pintar su habitación en el campus de la universidad o del brazalete de su abuela. Ellis siempre guardará el horrible jersey que le fue heredado por su bisabuela . Sin embargo, no verás a Martin o a Ellis usar estas prendas fuera de sus hogares.
Pero, ¿tus zapatos de baile teñidos o el vestido mal ajustado que nunca has usado? Esos pueden ir a la basura o ser un donativo.
"Prepárate para decir: 'Voy a hacer mi vida más simple y voy a respetar el hecho de que sólo debo tener las mejores cosas posibles en mi armario'", dice Martin.