'Por favor no me pegues', el pedido de un comediante 'nerd' ante el acoso
Adam J. Ruben es un comediante, escritor y científico. La mayor parte de su vida le llamaron nerd. ¿Cumple con los requisitos? Probablemente.
Estuvo en la banda de marcha de Princeton. No tenía reparo en usar tirantes en la década del 90, y tenía un diario de audio en secundaria. Ahora lleva su espectáculo de una sola persona, Don’t Beat Me Up: Stories and Artifacts form Adolescence (No me golpees: historias y artefactos de la adolescencia), a su alma mater de preparatoria, donde se presenta ante los alumnos de primer ingreso.
Es una actuación de spoken word (Ruben solo habla) que se basa en sus diarios, poemas y otros documentos de su vida en la escuela como objeto de la atención de muchos bullies.
El espectáculo comenzó como un acto de conmiseración con sus compañeros, y se presenta principalmente como una comedia. “La mayor parte es bromear sobre lo tontos y nerds que éramos y observarlo ahora de este lado”, dice Ruben. Pero también expone el dolor de crecer como un nerd.
"No creo que ninguno de los nerds de mi escuela haya tenido un solo día en donde se enfrentaran al bully y lo intimidaran como en esa escena de Una historia de Navidad (A Christmas Story), cuando Ralphie Parker se enfrenta a Scut Farkus y (el bully) comienza a llorar”, afirma Ruben.
Para él, el acoso escolar sucedía tan seguido, que no podía ir a la escuela sin ser intimidado.
Los consejos que le dieron cuando era niño para lidiar con el bullying nunca funcionaron, dice. Eran: Mata al bully con amabilidad, porque nadie ha sido amable con él antes; si eres amable con un bully de repente tendrás a un gigante gentil a tu lado; hazlo reír; ignóralo, aléjate; solo se tú mismo.
"Simplemente no es cierto, los chicos saben que no es verdad", dice Ruben. "Es un buen consejo para los adultos, pero para los niños, 'ser uno mismo' no funciona realmente".
"Termino (mi show) con una especie de no conclusión. Que las cosas mejoran cuando te conviertes en adulto. Las personas como que dejan de ser mezquinas y egoístas respecto a ti, y el carácter de intimidación realmente cambia y se aleja. ¿Pero qué le diría a un alumno de octavo grado en la actualidad que sufre de acoso escolar, además de que las cosas mejoran eventualmente? No tengo una buena respuesta.
Un estudiante de preparatoria se acercó a él después del show y le dijo: “Sí, todos los consejos que dices no funcionan contra el bullying; ellos (la escuela) tuvieron una asamblea con nosotros y nos dieron los mismos consejos”, dice Ruben. “Lo que es interesante y triste”.
Con tanta atención de los medios en la cultura del acoso escolar en Estados Unidos y los homenajes a víctimas del bullying, quienes se quitaron la vida en lugar de continuar soportando los abusos de sus compañeros, Ruben ve que la aceptación permanente del acoso es exasperante. Especialmente, dice, porque no existe una solución real al problema.
“La sociedad espera que los nerds padezcan abuso escolar y se burlan de eso”, dice Ruben. “Me enoja cada vez que hay un programa de televisión con personajes nerds y que siempre tienen anteojos de cristales gruesos con una cinta adhesiva y están en el club de ajedrez, y se vuelve algo completamente correcto burlarse de ellos”.
“Me enoja mucho porque ser nerd no era algo que yo elegí, y no era algo de lo que estuviera orgulloso, y no era algo que pudiera cambiar”, dice.
Amigos menos populares para sentirse mejor
Las presiones sociales de sufrir con el bullying hacen que los nerds se vuelvan uno contra el otro, dice.
"Es esa necesidad de sentir que no eres la persona que está hasta el final. Que puedes ser más popular que alguien más. Hay un chico que es más raro que tú, y te aseguras de que sea tu amigo, porque de esa manera no te ves tan mal en comparación", dice.
"Lo sabía, en preparatoria podía identificar a los pocos chicos que pensaba que eran menos populares que yo . Y suena horrible. Creo que eso me hacía sentir un poco mejor: era el antepenúltimo y no el último".
Don't Beat Me Up muestra algunos de esos momentos dolorosos de la vida de Ruben. Como la nota que escribió en la noche del baile de homecoming (un baile que se realiza cuando un equipo de futbol americano regresa a jugar a casa después de varios partidos fuera) en preparatoria.
"Me prometí que iba a dominar la cuestión social. Tendría amigos y entonces sabría que había tenido éxito si tenía una cita en el baile de homecoming”, dice Ruben. "Se lo pediría a alguien, a quién fuera, y entonces asistiría. Tendría una cita. Sería como una persona normal".
Pero no sucedió. “La noche del baile salí a cenar con mis padres, y cuando regresé a casa estaba tan deprimido (que) por eso que me dirigí al sótano y comencé a escribir. Y salió ese documento, así que podía leer algunas partes de eso”, dice Ruben.
Ruben dice que cree que la aceptación del bullying en Estados Unidos se reduce al hecho de que todavía está bien, incluso se espera, burlarse de las personas.
"De la misma manera que en la televisión se muestra que el estúpido personaje no está consciente de sí mismo, y te ríes cuando el personaje dice algo tonto, te ríes de que el nerd no está lo suficientemente consciente, y dice cosas de una forma demasiado detallada o que podrían ser demasiado inteligentes para la situación”, dice.
Es un poco romántica la idea que tienen los nerds de que se les acosa porque los demás tienen celos de su potencial, dice Ruben: “No creo que alguien que se burló de mí hubiera cambiado de lugar conmigo”.
Y ahora actúa en un espectáculo de una hora en frente de una sala llena de estudiantes de primer año de preparatoria que reaccionan de forma impredecible a sus confesiones de nerd.
“Ni siquiera estoy seguro que se puedan quedar quietos y ver una obra de teatro entera durante tanto tiempo”.