Amenazas a la salud se ciernen sobre las protestas de los indignados
Conforme el otoño se convierte en invierno, los problemas de salud podrían afectar las protestas de los llamados indignados en todo Estados Unidos, según expertos en enfermedades infecciosas.
En Nueva York, la policía retiró a los manifestantes de Ocupa Wall Street del parque Zuccotti, citando un "creciente riesgo para la salud y la seguridad contra incendios entre los que acampaban en el parque". Posteriormente, un juez emitió una orden judicial que permitió a los manifestantes regresar al lugar .
Los movimientos de indignados se enfrentan a tres retos: el invierno, la higiene y el hacinamiento, dice Buddy Creech, un experto en enfermedades infecciosas y director asociado del Programa de Vacunas Vanderbilt.
"Todos ellos juntos pueden ser una pesadilla", dice el médico.
La gripe y otros virus pueden propagarse fácilmente, sobre todo porque las personas se reúnen en tiendas de campaña para mantener el calor.
Las heces y la basura también son un riesgo de salud, al igual que los calentadores dentro de tiendas de campaña. La semana pasada, en Salt Lake City, un hombre fue encontrado muerto en su tienda, con un calentador de propano. La policía dijo que la causa de la muerte fue intoxicación por monóxido de carbono y una sobredosis de drogas.
Hay maneras de controlar estas amenazas, dice Creech. Vacunas contra la gripe, por ejemplo, se han ofrecido en algunas protestas de los indignados.
La vacuna contra la influenza podría ser una de las cosas más importantes que se puede hacer, explica el especialista.
También sería de ayuda si los manifestantes dejan el lugar si se sienten enfermos, incluso aunque quieran quedarse. "A veces la salud pública y las libertades individuales simplemente no están de acuerdo”, dice Creech.