El déficit de sexo, una mala noticia para la crisis demográfica de Japón
Desde el punto de vista de un economista, el grito de guerra para solucionar los problemas de Japón durante las últimas dos décadas ha sido: “¡ Gasta, Japón, gasta !”
Desde el punto de vista de un demógrafo, el grito debería ser: “¡Procrea, Japón, procrea!”
La semana pasada, una encuesta mostró los crecientes problemas en este último punto.
El número de hombres solteros ha alcanzado una cifra récord en una nación envejecida de 130 millones de personas, según una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Población e Investigación de la Seguridad Social.
El número de hombres solteros de 18 a 34 años se elevó 9.2% desde la encuesta anterior en 2005. Alrededor del 61% de los hombres adultos no casados no tienen una novia, mientras que la mitad de las mujeres adultas encuestadas no tienen un esposo o un novio. Peor aún, el 45% de los hombres y mujeres que no tienen una novia/novio/cónyuge tampoco están interesados en encontrar uno.
Una de cada cuatro mujeres y hombres en sus treinta y tantos nunca han tenido relaciones sexuales, según la encuesta.
Una gran mayoría de las mujeres y hombres solteros encuestados (entre el 86% y 89%, respectivamente) dicen que un día quieren casarse. Aunque el mayor obstáculo, de acuerdo con los autores del estudio, son las preocupaciones financieras : más del 40% de los encuestados dijo que las cuestiones de dinero eran la principal razón por la cual no se casaban.
Pero, ¿es realmente así? En la encuesta, 90% de mujeres jóvenes japonesas solteras prefirieron quedarse solas.
Otro estudio realizado a principios de este año realizado por la Asociación de Planificación Familiar de Japón mostró que 36% de los varones de entre 16 y 19 años eran “indiferentes o reacios” a tener relaciones sexuales. Este porcentaje es 19% mayor que el mostrado en una encuesta realizada en 2008. Mientras tanto, el 59% de las mujeres adolescentes encuestadas dijeron que no estaban interesadas en el sexo, un aumento de casi el 12% en dos años.
Las estadísticas parecen respaldar el aumento anecdótico de los hombres herbívoros, un término acuñado por el autor Maki Fukasawa en 2006 en una serie de artículos acerca de la mercadotecnia dirigida a una nueva generación de hombres japoneses. “En Japón, el sexo se traduce como relación en la carne”, dijo Fukasawa a CNN en 2009, “así que nombré a esos hombres como chicos herbívoros, ya que no están interesados en la carne”.
Todo esto apunta hacia un desastre demográfico en Japón, que tiene una de las tasas de natalidad más bajas en el mundo: 1.34 hijos, por debajo del 2.1 necesario para el reemplazo de una fuerza laboral estable que Japón necesitará cada vez más, ya que más de una quinta parte de su población supera la edad de 65 años.
Las actitudes conservadoras de la nación hacia los trabajadores migrantes y las políticas de emigración estrictas, hace que sea poco probable que la tercera mayor economía del mundo encuentre una mano de obra de reemplazo proveniente del extranjero.
Hace tres años, la mayor organización empresarial de Japón, Keidanren , ordenó a sus 1,600 empresas que proporcionaran más tiempo en casa a sus parejas casadas para aumentar la tasa nacional de natalidad.
Sin embargo, las cifras de este último estudio sugieren que las parejas japonesas, por desgracia, no están haciendo su tarea.