Diminutivos y formas 'cariñosas' para hablar de discapacidad, discriminan
El primer paso para tener una sociedad incluyente es que sus integrantes utilicen los términos correctos para referirse a las personas con discapacidad y dejen a un lado los eufemismos o diminutivos como cieguito, cojito o sordito; para referirse a ellos.
En el cuadernillo Tratando bien, hablando bien. Términos, conceptos y normatividad básica acerca de la discapacidad, editado por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), se explica que el uso de diminutivos denotan una disminución del valor de la persona con discapacidad, pese a la creencia popular de que es una forma "cariñosa" de nombrarlos.
"Se deben emplear vocablos o conceptos correctos al aludir algún tipo de discapacidad o a las personas que la presentan".
En México, existen cinco millones 739,270 personas con discapacidad, según los resultados del último censo poblacional del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aunque organizaciones civiles aseguran que son muchos más.
El mismo documento señala que las personas con discapacidad no están enfermas y al hablar con ellas no se debe actuar "como si la discapacidad no existiera, porque se está ignorando una condición importante" de la persona".
El término 'persona con discapacidad' es la forma correcta para denominar a cualquier persona con alguna discapacidad, ya sea intelectual, motriz, visual o auditiva.
Términos como: persona con capacidades diferentes, discapacitado, incapacitado, lisiado, disminuido, deficiente, tullido, defectuoso, inválido o minusválido, persona especial, persona normal, son incorrectos.
Además, "para la atención de personas con discapacidad motriz, (es recomendable) no empujar ni tocar la silla de ruedas de una persona, a menos que ella lo pida, ya que la silla es parte de su espacio personal", cita el documento.
En el caso de una discapacidad psicosocial, no sólo es incorrecto, sino discriminatorio referirse como loco o loquito.