Percusiones para bajar de peso, combatir el estrés y manejar el enojo
Un ejercicio de acondicionamiento físico que, literalmente, les permite a los participantes ejercitarse al ritmo de sus propios tambores gana popularidad en los gimnasios y centros para personas mayores en todo Estados Unidos.
Las clases de Drums Alive combinan los movimientos aeróbicos tradicionales con el poderoso ritmo y compás de los tambores. Sin embargo, en lugar de golpear un tambor, la gente usa una gran pelota con un par de baquetas, desatando a la estrella de rock que lleva dentro.
La belleza de Drums Alive es que cualquier persona puede hacerlo, independientemente de su edad, condición física o de sus limitaciones. Tamborilear en grupo genera un sentimiento de comunidad, dicen sus partidarios.
"Nunca hemos tenido a nadie que salga de la clase sin enamorarse de ella", dice Shawn Bannon, instructor de grupos de acondicionamiento físico de Baltimore e instructor experto de Drums Alive. "Compite con la Zumba (un ejercicio basado en el baile), pero las personas descubren que es mucho más fácil. Y para las personas mayores , gran parte del ejercicio consiste en pasos de baile que ya conocen".
Mientras que practicar las percusiones es una antigua forma de expresión, Drums Alive apenas comienza. En Estados Unidos, se introdujo hace menos de una década. La fundadora, Carrie Ekins, quien vive en Alemania, comenzó a tamborilear con cajas después de una lesión de cadera. Descubrió rápidamente que al hacerlo se sentía mejor física y mentalmente. Afirma que el tamborileo tiene sus beneficios biológicos y puede liberar el estrés y mejorar el estado de ánimo.
Una hora de clase ofrece un ejercicio de ritmo rápido con el que puedes quemar hasta 400 calorías. Como cualquier otra clase en grupo de acondicionamiento físico, un instructor da las indicaciones, le dice a la gente cuando deben golpear las pelotas de ejercicio, cuando chasquear las baquetas y cuando golpear la pelota de su vecino mientras resuena un tipo de música de ritmo rápido. Y mientras tamborilean o chasquean con las baquetas, los participantes ocasionalmente bailan alrededor de las pelotas, o hacen sentadillas y desplantes.
Mayreen Jorio, de 78 años, tiene alrededor de un año tomando la clase en el Centro para Adultos Mayores Ateaze en Baltimore. A la clase también asisten personas mayores en sillas de ruedas.
"Es muy estimulante. No paramos durante toda la hora. (Con la clase) te sientes muy bien, y más joven"", dice Jorio.
Para combatir el enojo.
Bannon también enseña una clase en el Centro de Aprendizaje para Adultos de St. Peter, un lugar donde se les proporcionan servicios a los adultos con discapacidades del desarrollo.
"Descubrimos que libera muchos problemas de agresividad. Adoran golpear un tambor. Muchos de ellos se sienten con más poder con las baquetas y golpeando las pelotas. Están muy comprometidos, muy enfocados. Es una de las pocas actividades que el centro encontró que realmente captura su atención", dice Bannon.
Ping Ho, directora fundadora de UCLArts and Healing en Los Ángeles, dice que el ejercicio es una poderosa panacea. No necesitas un tambor, y es accesible porque no requiere ninguna experiencia o habilidad, dice.
"Hemos visto programas exitosos de percusión que se hacen con objetos caseros, con escritorios y en esta caso con enormes pelotas de gimnasio. Muchas personas se intimidan con el movimiento y piensan que no pueden hacerlo, cualquiera puede golpear una pelota. La pelota es suave, todos lo hacen al mismo tiempo. Es ideal para la comunidad de adultos mayores, particularmente para una que está limitada en lo que pueden hacer. Hace que se muevan, (algo) que necesitan hacer desesperadamente", dice Ping Ho.
Ho y su equipo de la UCLA estudiaron los beneficios del tamborileo grupal. Ho es una de las cocreadoras del programa de nombre Beat the Odds, que integra las actividades de círculos de percusión contemporánea y terapia de grupo para enseñar habilidades a niños en edad escolar, incluyendo concentrase y escuchar, trabajar en equipo, liderazgo y manejar la ira y el estrés.
Los investigadores de la UCLA descubrieron que Beat the Odds puede mejorar los problemas de conducta, de ansiedad, de déficit de atención, hiperactividad, depresión y estrés postraumático.
En una sesión para expresar los sentimientos y para manejar la ira, los estudiantes aprenden un "mantra tranquilizador" en voz alta y luego expresan sus sentimientos con percusiones.
Beat the Odds se basa en la investigación que llevó a cabo el médico Barry Bittman, un neurólogo, quien estudia los efectos de la música recreativa para mejorar el estado de ánimo y disminuir el impacto del estrés a niveles psicológicos, biológicos y genómicos.
Una percusión innovadora
Bittman cooperó en el desarrollo de un protocolo para la percusión en grupo que se llama HealthRythms, con el que se aumenta significativamente la actividad para combatir a las enfermedades de los glóbulos blancos (las células NK que son componentes importantes en la defensa del sistema inmunológico) que buscan y destruyen las células cancerosas e infectadas por virus.
"Creo que tiene potencial", dice Bittman, CEO de Yamaha Music and Wellness Institute en Meadville, Pennsylvania, sobre Drums Alive. "Creo que al involucrar a una persona —y en este caso hablamos de personas mayores— en actividades que fomentan el ejercicio cardiovascular y hacer música recreativa tiene un enorme potencial para mejorar la calidad de vida".
Bittman y otros investigadores también descubrieron que tocar un instrumento musical invierte los elementos de la respuesta al estrés humano a nivel genético. Los científicos descubrieron que las personas que participan en su primera lección de teclados reducen mucho más el estrés que los que sólo se relajan y leen periódicos y revistas.
Jen Dagati, socio autorizado de Drums Alive en Estados Unidos y Canadá, dice que sintió una diferencia desde que empezó a tamborilear. Dice que el tamborileo despeja su mente y mejora su equilibrio y coordinación.
"Una hora después, te sientes fabuloso. Te sientes como un famoso músico de rock. Es desafiante, es estimulante y cuando terminas de tamborilear tienes una sensación de euforia. Es algo que todos podemos hacer", dice.
Dagati nació sin su mano derecha y encontró una forma para tamborilear usando un guante que diseñó.
Dagati enseña clases a una gran variedad de personas, que incluyen a personas mayores con Alzheimer, en donde toca la música de su época. Recuerda una sesión en donde los participantes tamborilearon música de Glenn Miller.
"La luz que se encendió en cada persona era increíble. Los trajo de vuelta. Aunque sólo sea por unos cuantos minutos, regresan y pueden recordar. Es simplemente hermoso".