5 pasos para comprar el mejor pescado
Jeremy Sewall, copropietario y chef ejecutivo de Island Creek Oyster Bar en Boston, Massachusetts, quiere asegurarse de no te engañen la próxima vez que comas pescado. A continuación sus cinco consejos:
1. ¿Qué hay en un nombre?
La denominación del pescado es un tema complicado y, lamentablemente, puede causar una gran confusión. Existen muchos nombres de mercadotecnia para distintos pescados, es decir, la forma en que son comúnmente llamados en los menús y en las tiendas. Por ejemplo, el robalo o lubina abarca una gran variedad de pescados, pero no todos son relmente lubinas.
La lubina chilena es realmente una merluza negra, la lubina gigante es un mero (tipo de pescado), la lubina blanca es un pez tambor. La lubina y el serrano estriada son verdaderas lubinas, pero en algunos lugares la llaman de otra forma. Pregunta de dónde viene antes de comprarlo. La geografía puede ayudarte a indicar qué tipo de pescado es.
2. Salvaje contra cultivado, no siempre es tan diferente
Cuando compras productos del mar , a menudo están etiquetados como salvajes o de criadero. Con los peces, esta distinción es importante porque los de criadero son alimentados con hojuelas que contienen nutrientes que pueden afectar el sabor del pescado cuando se cocina.
Sin embargo, con los mariscos, los salvajes o de criadero son esencialmente idénticos. Independientemente de si son salvajes o de criadero, los mariscos como los mejillones, las almejas y los ostiones se alimentan de los nutrientes de origen natural en su entorno y, por lo tanto, sus características de sabor no se ven afectadas.
3. Evita los mariscos previamente sazonados o marinados
Algunos mercados venden pescados marinados o precondimentados. Esto parece una buena idea, ya que ahorra a los compradores el tiempo que les toma marinar o condimentar los alimentos por sí mismos, pero la verdad es que esos adobos y especias podrían enmascarar un pescado de menor calidad o que se comercializa como algo que no es.
Compra filetes sencillos y frescos y condiméntalos en casa.
4. Obtienes lo que pagas
Si parece una buena oferta, entonces el pescado probablemente no es lo que piensas que es. Los pescados caros por lo general no llegan a los platillos baratos. No hay nada de malo en usar pescado fresco más barato en cosas como tacos o frituras, pero las especies de alta calidad como el bacalao por lo general no terminan en un platillo barato.
5. El pescado entero es el mejor
Comprar pescado entero es la única manera de saber con certeza qué estás recibiendo. En los restaurantes, el pescado entero es una deliciosa opción, pero es evidente que no todos pueden destripar y escamar en casa.
En vez de eso, pide a tu vendedor ver el pescado completo antes de que lo prepare para ti. Crea una buena relación con tu vendedor y podrás sentirte más cómodo haciendo preguntas acerca del origen del pescado y cuándo fue capturado.