La ciencia busca descifrar los misterios del cáncer que padecía Steve Jobs
El fundador de Apple se debatía entre sus creencias (que le hacían recurrir a dietas y suplementos alimenticios) y la realidad médica, que le obligó a acudir a especialistas en establecimientos como el Methodist University Hospital en la ciudad estadounidense de Memphis, donde recibió un trasplante de hígado en marzo de 2009, según su biografía, escrita por Walter Isaacson.
En 2004, tras los primeros diagnósticos sobre su cáncer, los médicos que le atendían " extrajeron algunas células de su tumor pancreático y su genoma fue parcialmente secuenciado. Esto ayudó a los doctores a determinar las alteraciones celulares y a tratarlas con terapias dirigidas", según el libro Steve Jobs.
¿Qué podía haber hecho la genómica por Steve Jobs? Mucho, de acuerdo con el doctor Jorge Meléndez, jefe del Laboratorio de Genómica Funcional y Subdirector de Investigación Básica en el Instituto Nacional de Medicina Genómica. De acuerdo con el investigador (entrevistado por vía telefónica para CNNMexico.com), "la investigación del genoma del cáncer nos permite conocer con mayor detalle las características que le dan identidad a una célula cancerosa".
Las investigaciones han revelado que el cáncer es una enfermedad extremadamente compleja. "En realidad el cáncer es un grupo de alteraciones en el genoma de las células: entre las más importantes está la supresión de los mecanismos de muerte celular (proceso llamado técnicamente apoptosis), la cancelación de los sistemas que limitan la cantidad de veces que una célula puede reproducirse y la activación de formas que permiten a la célula cancerosa desprenderse del tumor y viajar por el organismo".
Así, el conocimiento del cáncer que padecía Steve Jobs pudo proporcionarle una terapia menos agresiva y más efectiva. "El problema con las terapias actuales radica en que atacan por igual células sanas y enfermas. Esto causa enorme sufrimiento en los pacientes de cáncer, quienes pierden el cabello y sufren graves diarreas debido a que el medicamento destruye las células del folículo piloso y del intestino", explica Meléndez.
Una terapia basada en el genoma de las células cancerosas, por el contrario, ataca características especiales de las células enfermas, como su capacidad de crear vasos sanguíneos alrededor del tumor. También puede apagar su potencial de reproducción. Así, las células sanas quedan intactas, mientras que las enfermas son aniquiladas.
El proceso de secuenciación del genoma del cáncer al que fue sometido Jobs en 2004 aprovechó técnicas e investigaciones que acababan de ser inventadas. Entre 1990 y 2003 un consorcio de institutos de investigación y universidades lograron descifrar la información almacenada en los genes humanos en el denominado Human Genome Project.
Para secuenciar el genoma de un cáncer "lo primero que se hace es tomar una muestra de células cancerosas por medio de una biopsia, al mismo tiempo que se extraen células sanas, normalmente de una muestra de sangre", explica Meléndez.
Posteriormente, por medio de proceso químicos se extrae el genoma de las células y se amplifica (es decir, se aumenta la cantidad de material genético). Luego, por medio de máquinas llamadas secuenciadoras, se extrae información del genoma celular de las moléculas enfermas y se compara con el de una célula sana para conocer sus diferencias.
Las investigaciones sobre el genoma del cáncer han obtenido interesantes claves sobre su funcionamiento. El médico dice que "ahora sabemos que existen genes específicos, que al ser modificados convierten una célula sana en cancerosa, e incluso genes que pueden estar relacionados con diversos tipos de cáncer". Mejor aún, es posible conocer algunas funciones de la célula cancerosa que pueden ser interrumpidas con medicamentos.
Sustancias como el erlotinib han demostrado su eficacia para forzar la muerte de células cancerosas. Sin embargo, pasarán años antes de que estos tratamientos puedan generalizarse y convertirse en tratamientos de uso general.
Hoy día el proyecto International Cancer Genome Consortium trabaja en el desciframiento del genoma de medio centenar de tipos de cáncer. La idea, según el investigador del Inmegen es, "conocer familias de medicamentos que pudieran atacar varios tipos de cáncer". México participa en la investigación del genoma de tres variedades de la enfermedad: cáncer de mama, cáncer de cabeza y cuello, así como el linfoma no-Hodgkin.
Por el momento, los límites de la investigación genómica se hallan en el costo del diagnóstico, que de acuerdo con el investigador del Inmegen, puede rebasar los 100,000 pesos. Sin embargo, "el avance de la tecnología ha sido tan vertiginoso que es probable que en el transcurso de esta década la secuenciación del genoma de una célula cancerosa esté al alcance de una clínica e incluso de cualquier laboratorio médico".
El estado del cáncer de Steve Jobs era ya muy avanzado cuando le fue diagnosticado y su vida no pudo salvarse. Meses antes de su fallecimiento dijo: "Seré una de las primeras personas que puedan sobrevivir a este tipo de cáncer o una de las últimas que fallecieron por ello". Sin embargo, la esperanza se abre para quienes padezcan cáncer en los años por venir.