Bebés nacidos en año bisiesto, celebrados pero olvidados
Sherri Riddle aprendió a conducir, emitió su primer voto, compró alcohol, se graduó de la escuela preparatoria, se casó y consiguió un trabajo en un banco mucho antes de la edad de 10 años.
No, no es una niña prodigio. Es una bebé de año bisiesto.
Riddle nació el 29 de febrero de 1968, pero no se dio cuenta de que tenía un cumpleaños raro hasta años más tarde. Ella es una de los 4 millones de personas nacidas en el día extra que se añade al final del mes de febrero cada cuatro años.
“Me encanta mi cumpleaños”, dice Riddle, quien explicó que “no es fanática de lo ordinario”. Celebra en grande sus cumpleaños cuatrienales. En los últimos años, esta residente de Bridgetown, Nueva Jersey, ha hecho viajes improvisados a Manhattan o Atlantic City, ha rockeado en conciertos de Jon Bon Jovi en noches consecutivas, e incluso ha asistido a un programa de Martha Stewart con 200 personas nacidas en año bisiesto.
Pero Riddle no siempre disfrutó de ser un bebé bisiesto. Cuando era niña, su cumpleaños era más una broma que otra cosa. Fue criada por sus abuelos, y era difícil para ellos realizar sus extravagantes ideas de festejos cuando era pequeña. Cada cumpleaños bisiesto era marcado por una pequeña celebración con pastel y cena en casa, y los tres no-cumpleaños en medio no eran nada especial, dijo.
“Cuando eres niño, ves a que otros niños que tienen otras cosas que tú no, y eso te diferencia”, explicó. “Desde que crecí, me divierto más para compensar”.
Las probabilidades de nacer el 29 de febrero son escasas: 1 en 1,461. Los nacidos ese día son llamados especiales o con poca suerte, ya que tienen que esperar cada cuatro años para disfrutar de una fecha de de cumpleaños verdadera.
Algunos bebés bisiestos no disfrutan tanto de su cumpleaños cuatrienal. Jacob Jacob (sí, ese es su nombre real), de Atlanta, siente que su cumpleaños es olvidado con más frecuencia, especialmente en una época donde la mayoría de la gente recuerda los cumpleaños gracias a los recordatorios de Facebook .
“Un año, sólo cuatro personas me desearon un feliz cumpleaños, y tres de ellos eran mi madre, mi padre y mi hermano”, dijo.
“La mejor manera de explicar cómo celebro mi cumpleaños es primero describir la forma en que normalmente no lo celebro”, explicó Jacob, que festejará su séptimo cumpleaños calendario este año. “Durante las tres cuartas partes de mi vida, tengo una ventana de dos días entre el 28 de febrero y el 1 de marzo para que mis amigos y familiares me deseen un feliz cumpleaños. Hasta ahora, nadie puede ponerse de acuerdo sobre qué día debe ser (mi cumpleaños)”.
Los años de cumpleaños pasan “sin incidentes”, por lo que mantiene sus celebraciones al mínimo, dice.
Como Jacob, Camille Kesler, de Highland, Utah, dice que ha tenido su ración de cumpleaños olvidados. “En los años intermedios, mucha gente se olvida de mi cumpleaños”, dijo.
Sin embargo, en los años bisiestos, dice que es bombardeada con correos electrónicos de amigos perdidos hace mucho tiempo. “Mucha gente sale de la nada y me envía correos porque recuerdan que tenían una amiga cuyo cumpleaños es en año bisiesto”, dijo. En su cumpleaños oficial más reciente, imprimió todos los correos electrónicos y los convirtió en un libro.
Kesler es especialmente única. Su padre nació el 29 de febrero también, y ella dará a luz en cualquier momento a su hijo. Ella y su esposo están cruzando los dedos en espera de que su hijo sea un bebé bisiesto de tercera generación.
“Nosotros realmente no planeamos tener este bebé cerca de un año bisiesto”, explicó Kesler. “Cuando finalmente quedé embarazada y me di cuenta de cuál era mi fecha de parto, pensé: '¡Vaya!'”.
Kesler piensa que sería genial que pudiera extender el vínculo que tiene con su padre a su próximo hijo. Ella y su padre siempre se han esforzado por celebrar sus cumpleaños del 29 de febrero juntos.
“Espero que el bebé esté tan entusiasmado con lo del año bisiesto”, dijo Kesler con esperanza. “Es una coincidencia curiosa. Se ha convertido en una especie de una tradición familiar”.
Actualización: Kesler apenas llegó a tiempo al hospital el 28 de febrero para dar a luz a su hijo a las 9:20 de la noche. Bromeó diciendo que probablemente él no quería perder sus cumpleaños en años no bisiestos. “¡Sigue siendo el mejor regalo que pudiera haber pedido!”.