El estrés y malos hábitos son factores que contribuyen al dolor de espalda
Existen diversos factores que contribuyen al dolor de espalda, como es el caso de la obesidad, la mala condición física o hábitos de postura.
Incluso el estrés y el hábito de fumar pueden generar dolor.
De acuerdo con el National Institute of Neurological Conditions and Stroke de los Estados Unidos, el dolor de espalda es un padecimiento complejo que en la mayoría de los casos no debe tomarse a la ligera.
Además de seguir las indicaciones de un médico, diversas terapias complementarias como el masaje y la acupuntura son de gran utilidad para reducir y eliminar muchos casos de dolor de espalda. Mauricio Quintana, especialista en medicina china aconseja dos ejercicios para ayudar a mantener tu espalda en buen estado: 1. Estiramiento integral de columnaSiéntate en un banco o silla, sin que tu espalda toque el respaldo. Deja caer lentamente tu pelvis hacia atrás, permitiendo que el resto de tu cuerpo responda al cambio de postura. Cuida no flexionar demasiado el cuello. Una vez que estés encorvado completamente, invierte el movimiento de la pelvis hasta regresar a la posición original. 2. Rodamiento de columna en piso
Acuéstate boca arriba en el piso, con las rodillas flexionadas y tus pies plantados. Deja caer tus rodillas hacia tu derecha hasta donde se detengan por sí solas, sin estirar ni forzar el movimiento. Cuida que ambos pies permanezcan en el piso. Regresa a la posición original y deja caer las rodillas hacia la izquierda en la misma forma. Después de repetir este movimiento varias veces, descansa y coloca tus brazos a los lados de tu cabeza, con los codos flexionados. Recuerda hacer los movimientos en forma lenta y gradual y tomar nota de cualquier molestia, dolor o dificultad al moverte.
Más consejos para evitar el dolor
-Evita inclinarte de frente y si lo haces, recuerda siempre flexionar tus rodillas para incorporarte.
-Si vas a levantar un objeto pesado, antes de cargar, evita inclinarte hacia delante. Abre tu compás, flexiona las rodillas y levanta utilizando la fuerza de tus piernas.
-Nunca te levantes directamente desde una posición recostada boca arriba. Ruédate hacia un costado y ayúdate con los brazos.
-Evita encorvarte o tirarte hacia atrás al estar sentada.