Chefs famosos crean platillos especiales para los vuelos a Londres 2012
El famoso chef Heston Blumenthal se ha embarcado en la misión de estimular el paladar de sus compatriotas ingleses, sólo que en esta ocasión se ha enfocado en un asunto mucho más complejo: preparar menús gourmets para una aerolínea.
Esta semana, Blumenthal visitó la ciudad de Londres para presentar el nuevo menú olímpico abordo para British Airways, el cual creó junto con el chef estrella de la guía Michelin, Simon Hulstone.
Los pasajes de lujo, que incluyen platillos tales como rilletes de verdel con carpaccio aderezado con pepinillos en escabeche y croutes de harina agria, serán servidos por British Airways en todos los vuelos durante los Juegos Olímpicos .
La colaboración de Blumenthal con la aerolínea es la más reciente contribución de chefs famosos a la aviación comercial, en un intento de las aerolíneas por mejorar la reputación de la comida a bordo.
“No importa cuanto lo intenten, la comida de las aerolíneas no tiene buena reputación”, comenta Peter Jones, expresidente de la International Travel Catering Association.
Jones, quien ahora es catedrático de Gerencia Hotelera en la Universidad de Surrey en Gran Bretaña, agrega: “Queda claro que los chefs son bastante exitosos y que las aerolíneas intentan borrar este estereotipo de que la comida a bordo es indigesta y aburrida.”
Otras aerolíneas que se han sumado a esta cruzada son American Airlines, Delta Air Lines, Qantas y United Airlines, las cuales han recurrido a célebres chefs durante los últimos años en un intento por ofrecer una refinada experiencia culinaria en las alturas.
Anteriormente, el chef Ramsay asesoró a Singapore Airlines en la creación de sus menús premium, que incluyen escalopas de salmón marcados en sartén y tiernos filetes de rib eye al vino tinto.
Por su parte, el chef de 26 estrellas en la guía Michelin, Joel Robuchon, es la mente maestra detrás de la carta del día para pasajeros bussiness class de Air France. Sus platillos incluyen camarón vasco y pasta en cúrcuma y hierba limón.
Sin embargo, de acuerdo con Jones, crear la comida gourmet perfecta para una aerolínea requiere de una conciencia científica por la manera en que opera el cuerpo humano a grandes alturas, así como de un profundo conocimiento culinario.
“Comer en un avión no es lo mismo que comer en tierra”, afirma Jones. “El clima es muy seco y hay poca humedad en el ambiente lo cual tiene un efecto en las papilas gustativas y en el sentido del olfato.”
Jones cree que el recurrir a chefs con grandes capacidades y que comprendan estos factores a la perfección aumenta las posibilidades de crear las recetas perfectas, sin dejar de mencionar el impacto positivo que proporciona este hecho en la percepción de la marca.
“Las aerolíneas seleccionan productos que corresponden con la imagen de la marca y el contar con un chef de renombre es un factor que incide de manera directa en el portafolio de una marca”, explica Jones.
“La función más importante es la de crear una nueva e interesante cocina a bordo, aunque también lo es el darle un toque contemporáneo que vaya acorde con las exigencias de los clientes modernos”, agrega.
Marco ‘t Hart, fundador y editor del sitio en internet que monitorea los menús de las aerolíneas también reconoce los beneficios de esta sinergia.
Según ‘t Hart, “contribuye a la sensación que desean crear las compañías de ‘nos preocupamos por usted’ y ‘le ofrecemos un gran servicio’”. Pero rápidamente agrega que los alimentos creados por chefs famosos casi siempre están reservados para los pasajeros de primera clase.
“Al volar en clase económica, les van a embutir el ‘pollo y pasta’, y eso en caso de que tengan la fortuna de que les den de comer”, comenta ‘t Hart, cuyo sitio en internet ha analizado cerca de 20 mil platillos de diversas aerolíneas alrededor del mundo.
“En vuelos cortos, los alimentos se reducen a una botana, un rollo de pizza o un sencillo sándwich. (También) hay compañías de bajo costo que ofrecen platillos a bordo con costo adicional.”, añade.
No obstante, ‘t Hart cree que, para aquellos que viajan en primera clase, la calidad de los alimentos diseñados por chefs de renombre en una gran mejora teniendo como antecedente lo que se había ofrecido hasta ahora.
Habla de su propia experiencia al volar en la clase ejecutiva de airBaltic, la cual introdujo los principios de comida-lenta del chef letón Martins Ritins como un ejemplo de la calidad culinaria que se puede alcanzar abordo.
Comenta también que algunas aerolíneas como Turkish Airlines y Etihad, van más allá y cuentan con chefs que cocinan y preparan los alimentos en pleno vuelo.
Pero, de acuerdo con Jones, aún falta mucho antes de poder ver a un chef famoso preparar el menú en los reducidos espacios de la cocina de un avión.
“Realmente no creo ver eso a menos de que se trate de un truco publicitario”, dice.
Y finaliza con el comentario de que la tecnología de un avión y las consideraciones de seguridad son muy limitadas, lo cual restringirá la variedad de platillos que se podrán crear a bordo.