¿Eres malvado o agradable? Tus genes pueden tener la respuesta
Afrontémoslo: no todo el mundo es agradable. De hecho, ser agradable es más difícil para algunas personas que para otras. Pero, ¿es posible que ser agradable esté predeterminado por nuestros genes?
Un nuevo estudio publicado en Psychological Science sugiere esto: si piensas que el mundo está lleno de personas amenazantes, no te vas a sentir obligado a ser generoso haciendo cosas como ser voluntario o hacer donaciones. Pero si tienes algunas variantes en los genes, eres más propenso a ser agradable de cualquier manera.
Ahora espera un momento, saber esto es suficiente para culpar al ADN de tu vecino malvado por no dejar que los niños jueguen en su jardín.
Es un poco más complicado que eso.
La investigación: unas cuantas preguntas y un escupitajo
Los investigadores ofrecieron una encuesta en línea a participantes preguntando cosas como:
-¿Las personas tienen el deber de pagar impuestos?
-¿ Las personas son básicamente buenas o malas ?
-¿Te comprometes en actividades de caridad?
Después, algunos participantes enviaron muestras de su saliva para que los investigadores pudieran revisar su ADN. Un total de 348 residentes todos en Estados Unidos fueron incluidos en el análisis final.
Los investigadores analizaron las muestras de saliva. Observaron las variantes particulares de genes receptores que estas personas tenían para las hormonas oxitocina y vasopresina.
La oxitocina y la vasopresina son muy similares en su estructura, y parecen tener efectos sociales similares. Por ejemplo, ambas son asociadas con el proceso de emparejamiento , es decir, acercar a dos esposos o a una madre y su hijo.
De hecho, es por eso que la oxitocina ha sido llamada "la hormona del abrazo".
Pero mientras las hormonas tienen efectos similares en el cerebro, difieren en el resto del cuerpo. La oxitocina puede inducir el parto. La vasopresina aumenta cuando estás sediento y previene la formación de orina.
Como los autores del nuevo estudio esperaban, las personas que ven el mundo como un lugar amenazante tendían a no comprometerse en actividades filantrópicas, excepto si tenían las variantes particulares de los genes receptores que los investigadores buscaban.
Resulta que los receptores son especialmente sensibles a la oxitocina y la vasopresina, incluso las personas que temen a otros en la sociedad harán cosas buenas, dijo Michael Poulin, profesor asistente de Psicología en la Universidad de Buffalo en Estados Unidos y coautor del estudio.
"Hemos encontrado que estos genes también predicen la voluntad de la gente para ser agradables con otras personas o ser agresivas", dijo Poulin. En otras palabras, estos factores biológicos también pueden influir en tu voluntad de defender a alguien más.
Eso es consistente con otra investigación, que encontró que las ratas que son madres están más dispuestas a ser agresivas en nombre de las crías cuando reciben oxitocina.
La investigación previa también muestra que estas hormonas hacen que las personas sean socialmente más activas.
¿Culpar al ADN?
Ten en cuenta que este estudio sólo muestra asociaciones entre los genes, hormonas y comportamiento, y no prueba vínculos causales directos.
No es una situación de "culpar a tu ADN", dijo Poulin.
"Mientras que encontramos algunas interacciones interesantes con genes y las percepciones del mundo, me resisto a decir que encontramos genes que controlan el comportamiento", advirtió.
El siguiente paso para esta área de estudio es observar cuán sensibles son las personas a diferentes tipos de amenazas.
Algunas preguntas que pueden ser planteadas por investigadores en el futuro:
-¿Es importante para las personas creer que están ayudando a buenas personas?
-¿Existe algo en el pasado o educación de las personas que influya para creer cuán amenazante es el mundo?
Poulin y sus colegas también observarán qué otros comportamientos pueden ser influidos por estos genes.
Así que es probablemente muy temprano para que las personas malvadas comiencen a usar a su ADN como excusa conveniente por su mal comportamiento. Pero quizá algún día…