Un grupo de científicos busca la causa del 'cerebro congelado'
Quizá esta sea la broma más cruel que te puede jugar el cerebro: en un momento estás devorando un delicioso helado y, de pronto, tienes la mano sobre la frente porque no soportas el terrible dolor.
Los próximos 10 segundos, eso que llamas cerebro congelado sin parar de reír (cuando le sucede a alguien más) dejará de ser gracioso.
En un nuevo estudio presentado esta semana en la conferencia Experimental Biology 2012 (Biología experimental 2012) en San Diego, los investigadores indujeron este tipo de dolor a 27 pacientes sanos.
El autor al frente y su equipo intentaban identificar cuáles eran exactamente las causas del cerebro congelado. Esperaban que el hecho de señalar la causa pueda influir en la investigación futura respecto a la migraña o a los dolores de cabeza postraumáticos.
De acuerdo con Cathy Glaser, presidenta de la Migraine Research Foundation (Fundación para la investigación de la migraña), que no está relacionada con el estudio en cuestión, aproximadamente el 10% de la población padece migrañas. "No sabemos qué es lo que causa la migraña… hay muchas teorías pero por eso es tan importante la investigación específica".
En definitiva no se trata de un ámbito nuevo. Desde la década de los 70, investigadores como Neil Raskin y Joseph Hulihan han estudiado el cerebro congelado (también conocido como cefalea del helado o ganglioneuralgia esfenopalatina) como una forma de determinar la causa de los dolores de cabeza. Este fenómeno es fácil de investigar debido a que puede ocasionarse sin el uso de medicamentos y se quita solo.
Cada miembro del equipo de Serrador se ofreció voluntariamente a beber agua helada por medio de un popote presionado contra el paladar de su boca (el lugar óptimo para ocasionar el cerebro congelado). Los voluntarios debían levantar la mano en cuanto sintieran dolor, dejar de beber y luego levantar la mano de nuevo cuando el dolor desapareciera.
Utilizando un Doppler transcraneal, los investigadores midieron la velocidad del flujo sanguíneo a través de los vasos sanguíneos cerebrales.
El flujo sanguíneo se incrementaba considerablemente en la arteria cerebral anterior cuando los voluntarios sentían dolor. Dicha arteria alimenta el lóbulo frontal (¿recuerdas cómo llevas la mano a la frente?). La arteria en ese momento se contraía conforme el dolor de los voluntarios menguaba.
"No estamos seguros de qué es lo que causa el dolor en sí", dijo Serrador.
Una posible razón es el incremento en la presión que se asocia con la influencia del flujo sanguíneo en el lóbulo frontal, dijo. El agua helada también podía haber estado golpeado el nervio trigémino en el paladar superior, lo cual podría enviar mensajes de dolor al cerebro. O quizá el cerebro sólo sea susceptible a la temperatura.
Se necesita llevar a cabo una investigación más sofisticada, dijo el médico Seymour Diamond, presidente ejecutivo y cofundador de National Headache Foundation. Aunque se han realizado estudios que muestran una relación entre las personas que experimentan migrañas y aquellas que padecen de cerebro congelado, la mayoría de los estudios no muestran relación alguna.
"Soy precavido con los resultados", dice. "No creo que este estudio vaya a ser un gran descubrimiento en el ámbito de la migraña y las cefaleas postconcusión".
Serrador planea continuar con la investigación a este respecto. Su próximo paso será bloquear el nervio trigémino durante la prueba, para ver si eso elimina el fenómeno del cerebro congelado, o si el incremento en el flujo sanguíneo sigue causando dolor.