Las enfermedades relacionadas al consumo excesivo de bebidas endulzadas
Nota del editor: La médico Melina Jampolis, experta en dietas y estado de salud de CNN, es especialista en nutrición y la autora de The Calendar Diet: A Month by Month Guide to Losing Weight While Living Your Life . (La dieta del calendario: una guía mes por mes para perder peso mientras vives tu vida).
(CNN)— Tal vez escuchaste sobre un estudio publicado en el ejemplar de mayo de la revista American Journal of Nutrition, que encontró un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares en las personas que consumen más de un refresco al día.
Estos descubrimientos no son sorprendentes a la luz de la creciente evidencia que vincula el consumo de bebidas azucaradas (de las cuales el refresco representa el mayor porcentaje), con la obesidad, colesterol alto y enfermedades como diabetes , y condiciones como niveles altos de colesterol.
El consumo de bebidas azucaradas incrementó significativamente en las últimas décadas. Datos recientes de la Encuesta Nacional de Salud y Examinación en Nutrición de Estados Unidos encontró que la mitad de la población estadounidense consume al menos una bebida azucarada en un día cualquiera. Los hombres consumen en promedio 178 calorías por día en bebidas azucaradas y las mujeres 103.
En México se consumen en promedio más de 450 latas de refresco por persona en un año, de acuerdo con datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO).
A la luz de la actual epidemia de obesidad infantil, es de particular interés el consumo incrementado en los niños, adolescentes y jóvenes adultos. Los refrescos a menudo desplazan bebidas más saludables en la dieta y es una señal de advertencia sobre una dieta de poca calidad.
Los peligros de los refrescos se extienden más allá del incremento en las calorías, aunque es probable que contribuyan de manera importante al aumento de peso y la obesidad. Las calorías consumidas en forma líquida no satisfacen el hambre tan efectivamente como las calorías consumidas en forma de comida sólida, por lo que las personas a menudo consumen más calorías totales, lo que puede llevar al aumento de peso.
Además, consumir grandes cantidades de azúcar que se digieren rápidamente y jarabe de maíz de alta fructosa produce un aumento de azúcar en la sangre e insulina, lo que puede llevar a inflamación y resistencia de insulina, ambos puede aumentar el riesgo de accidentes cerebrovasculares, enfermedades del corazón, diabetes, obesidad y cáncer.
Las grandes dosis de fructosa, provenientes tanto de la sacarosa (azúcar de mesa) como del jarabe de maíz de alta fructosa pueden ser particularmente perjudiciales para tu salud ya que pueden causar la acumulación de grasa en el vientre que es metabólicamente tóxica, anomalías en el colesterol, incluyendo triglicéridos altos y niveles reducidos de HDL (colesterol bueno), y enfermedades del hígado graso que no están relacionadas con el consumo de alcohol.
Los refrescos también están asociados con síntomas de reflujo gastroesofágico, cuando el contenido del estómago regresa y causan una sensación de ardor en el esófago. Aunque no se conoce si tomar refrescos produce úlceras, puede acrecentar los síntomas.
La Asociación Americana del Corazón en Estados Unidos recomienda consumir no más de 450 calorías de bebidas azucaradas por semana (la cantidad de tres latas de refresco de cola).
Si eres una persona con sobrepeso u obesidad, o estás en riesgo de tener enfermedades del corazón o diabetes, debes limitar tu consumo de bebidas azucaradas tanto como sea posible, incluyendo refrescos, bebidas energéticas, bebidas isotónicas, jugos y agua azucarada y/o té.