Un viaje a través del maravilloso reino Zulú en Sudáfrica
Extendido a través de una franja de 600 kilómetros en la costa este de Sudáfrica, el antiguo reino de Zulú es una de las mezclas subsaharianas más eclécticas de vida salvaje, historia y cultura.
Hoy en día gran parte de su territorio se encuentra en la provincia de KwaZulu-Natal ; la frontera histórica del reino ofrece a los viajeros aventurero de todo: desde ceremonias zulúes tradicionales hasta espectaculares safaris y extraordinarios paisajes de gran belleza .
Durban
A la mayoría de los viajeros internacionales les parecerá que la mejor manera de empezar el viaje es desde Durban, la gran ciudad portuaria famosa por sus inviernos cálidos, ardientes veranos y playas doradas.
Conduce 30 minutos desde el centro de la ciudad hasta el valle de las Mil Colinas, una provincia zulú que toma su nombre de la innumerable cantidad de cimas que se extienden por el imponente río Umgeni, el cual desemboca en el Océano Índico.
Aquellos que tengan nervios de acero para las alturas y músculos fuertes en las pantorrillas deberán dirigirse a la montaña de 960 metros llamada emKhambathini o Lugar de los árboles acacia jirafas, nombrado así debido a los árboles en forma de sombrilla que florecen en la región.
“La vista desde aquí representa el espíritu de la nación zulú”, dice Ngokozo Mdluli, guía de turistas local que se especializa en la cultura zulú. “Verás puestos fronterizos coloniales a lo largo de los asentamientos tribales que contrastan con la gran variedad de flora”.
Costa sur
Ubicada al sur de Durban y extendiéndose 150 kilómetros desde el río Umkomaas hasta Port Edward, también se le conoce como “Paraíso del reino zulú”.
Si de casualidad estás en este lugar entre mayo y julio, no hay excusas para perderte la carrera de la sardina, que es cuando el mayor cardumen de la Tierra se congrega en la costa sudafricana, iniciando así el frenesí anual de alimentación que tiene proporciones épicas.
En términos de simple biomasa, los investigadores calculan que la carrera de la sardina se equipara a la migración de ñus del este de África, con delfines, tiburones y aves marinas en busca de miles de millones de sardinas plateadas. Los turistas pueden apreciar este espectáculo acuático desde tierra, mar o aire.
Aquellos que necesitan más vida acuática, podrán explorar el cardumen Aliwal, un punto de buceo con tiburones famoso a nivel mundial y, al sur de este punto, los bancos Protea, un museo submarino con restos de naufragios y arrecifes.
Zululand
Ubicado en el subtropical distrito norte de KwaZulu-Natal, Zululand, como su nombre lo indica, es el corazón del reino Zulú.
“Somos un pueblo muy amigable”, dice Mdluli, quien creció en un pueblo tradicional zulú. “No te sorprendas si durante el viaje te invitan a tomar una cerveza destilada con los ancianos del pueblo, a quienes podrás ver comunicarse con nuestros ancestros. Si tienes suerte, se te permitirá presenciar ceremonias de danza tradicional”.
Mdluli recomienda llegar en septiembre para ver el evento cultural más importante del calendario zulú: el Umhlanga o ceremonia de la danza del carrizo. En el curso de ocho días, decenas de miles de solteras zulúes llegan de los pueblos cargando largos carrizos y cantan y bailan hasta el palacio del rey zulú en el reino de Nongoma.
Si te perdiste la ceremonia, de cualquier modo podrás ver el espectáculo mensual de ganado y artesanía de Mona, que tiene una duración de cuatro días. Aquí, se exhiben magníficos ejemplares de ganado, artesanía y medicina tradicional que se comercializan entre sí a sólo unos metros de distancia.
Zululand también es hogar de algunos de los bosques más diversos del reino. Entre ellos se encuentra el bosque Dlinza, con una mina ornitológica que reúne más de 600 especies de aves exóticas. El bosque vecino de Ongoye tiene una exuberante variedad de especies únicas de plantas y árboles endémicos.
Campos de batalla
Durante casi todo el siglo XIX, los zulúes, bretones y bóeres emprendieron sangrientas batallas por la posesión de la tierra y soberanía de Kwazulu-Natal.
Muchos de los cruentos combates se concentraron en un inmenso campo de batalla que se extiende desde las montañas Drakensberg, hasta Volksrust al norte y Zululand al este, cubriendo llanos de extraordinaria belleza natural que ofrecen algo más que un lugar de batalla.
La escarpada elegancia del paisaje está adornada de dolorosos recordatorios de la violenta historia del país. Entre estos se encuentran fantasmales monumentos conmemorativos en el campo de Isandlwana, donde el ejército zulú asesinó a más de 1,000 soldados británicos, tumbas en el Fuerte Pearson y el monumento de Spioenkop, una de las batallas más violentas de la guerra anglo-bóer.
Para descubrir esta historia de conflicto, visita el sitio de la Batalla del Río sangriento, donde las bajas fueron tan numerosas entre los zulúes y los Vootrekkers holandeses que el río prácticamente se tiñó de rojo con la sangre.
En la actualidad hay dos museos reveladores: el Ncome y el museo del río sangriento, los cuales ofrecen distintas interpretaciones históricas desde la visión de cada uno de los bandos.
La Costa Elefante
Finaliza tu viaje en la frontera de la Costa Elefante. El área incluye la reserva más antigua de África, la Hluhluwe-Umfolozi, una de las reservas donde se puede observar al elefante africano, rinocerontes negros, búfalo cafre, leones y chitas (los “cinco grandes”), todos en el mismo lugar.
Más al este, y justo bajo la frontera con Mozambique, se encuentra el gran Parque pantano iSimangaliso. En 1999, el parque adquirió su estatus de patrimonio mundial debido a su exquisita biodiversidad, sus delicados ecosistemas y la abundante belleza natural.
Aquí encontrarás algunas de las más grandes dunas, meticulosos arrecifes de coral, espacios de reproducción de tortugas y manglares: el lugar perfecto para perderte antes de que tu viaje al reino Zulú llegue a su fin.