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La terapia hormonal para tratar la menopausia no es recomendable

Los riesgos de este tratamiento son mayores que los beneficios y entre ellos se encuentra mayor probabilidad de desarrollar cáncer de mama
mié 30 mayo 2012 10:01 AM
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La Fuerza Especial de Servicios Preventivos en Estados Unidos que generó controversia con sus recomendaciones sobre las pruebas de detección de cáncer de mama hace algunos años y por su recientes pronunciamientos sobre el test PSA para la detección de cáncer de próstata aborda el tema de la terapia hormonal de reemplazo. Pero en esta ocasión, las sugerencias del organismo destacan por su falta de controversia.

El grupo dice que las  mujeres menopáusicas  no deberían de usar terapia hormonal (estrógeno solo o combinado con progesterona) principalmente para prevenir enfermedades crónicas.

"En vista de evidencia bastante buena, el balance de los potenciales beneficios y los peligros nos lleva a no recomendar el uso de estas terapias”, dice Kirsten Bibbins-Domingo, miembro del grupo.

Las recomendaciones propuestas no aplican para mujeres menores de 50 años que hayan sido intervenidas quirúrgicamente para tratar la menopausia o que usen la terapia hormonal para controlar los síntomas menopáusicos como bochornos, de acuerdo con el panel.

“No hay sorpresa ahí”, dice Carolyn Crandal, profesora de medicina en la David Geffen School of Medicine en UCLA. “No pienso que las recomendaciones sean sorprendentes de ninguna forma”.

La pregunta utilizada para dar forma al plan preliminar de recomendaciones, que fue  publicado en línea este  martes, es si las mujeres menopáusicas deberían usar la terapia hormonal para prevenir un evento de salud futuro como enfermedades cardiacas o declive cognitivo, de acuerdo con Bibbins-Domingo.

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"Estas son mujeres que no tienen la enfermedad, que no tienen síntomas de menopausia, quienes usan la terapia únicamente para prevenir algo que podría pasar en el futuro (...) No hay evidencia de que las terapias puedan prevenir estas condiciones", señala la profesora de medicina, epidemiología y bioestadística de la Universidad de California, en San Francisco. 

Años atrás, además de proveer alivio de síntomas menopáusicos, la terapia hormonal fue pensada como protección contra problemas cardiovasculares, osteoporosis y demencia, así que los médicos la prescribían rutinariamente a mujeres saludables. La práctica dejó de ser aprobada hace unos 10 años con un amplio ensayo clínico —Women’s Health Initiative— que fue diseñado para confirmar y que fue detenido.

Las mujeres involucradas con esa prueba presentaban un  riesgo más alto a muchos de los problemas  que la terapia hormonal debía prevenir.

La información de la Women’s Health Initiative y otros ensayos de gran escala sugieren que la terapia de estrógeno y progesterona moderadamente reduce el riesgo de fracturas, pero incrementa la posibilidad de desarrollar ataques cardiacos, demencia, trombosis venosa profunda, incontinencia urinaria y enfermedades en la vesícula biliar.

Para los pacientes que toman únicamente estrógeno, el escenario es similar. Al igual que la terapia combinada, el riesgo de fractura es menor, pero hay un incremento en el riesgo de ataques cardiacos, enfermedades en la vesícula biliar, trombosis venosa profunda e incontinencia urinaria.

“Otro hallazgo aparentemente paradójico es que el estrógeno y la progesterona imparten un pequeño incremento en  el riesgo a desarrollar y morir de cáncer de mama , mientras que el estrógeno solo parece reducir ligeramente estos riesgos", de acuerdo con un documento que subraya el plan preliminar de recomendaciones de la Fuerza Especial de Servicios Preventivos.

Los investigadores detectaron menor riesgo de cáncer de mama después de 11 años de seguimiento; estos hallazgos y otros datos fueron suficientes para volver a indagar en la investigación de terapia hormonal, dijo Bibbins.

"No es que los hallazgos sean nuevos", dice Crandall, quien no es parte del grupo. "Pero dan un sentido práctico de cómo aconsejar a alguien sobre el raro pero serio peligro de tomar terapia hormonal".

Las nuevas recomendaciones están basadas en la revisión de datos, publicados el lunes en la revista Annals of Internal Medicine, que cubre nueve ensayos clínicos durante la última década.

Los estándares de cuidado cambiaron para muchos doctores después de que el ensayo Women's Health Initiative fuera detenido, pero las recomendaciones actualizadas del grupo son importantes porque muchos pacientes aún tienen preguntas y muchos doctores están renuentes a dejar ir su viejos hábitos de prescripción, dice Crandall.

Como con cualquier tipo de recomendaciones cambiantes, hay personas para quienes evaluar los riesgos contra los beneficios les es más complicado.

Uno de estos grupos son las mujeres jóvenes con síntomas de menopausia, cuyo riesgo puede ser distinto.

"Usamos la terapia hormonal contra la menopausia para mujeres con bochornos moderados a severos que interfieren con sus vidas", afirma Crandall.

Las personas jóvenes (o aquellas con riesgos específicos para ciertas enfermedades) también podrían elevar su riesgo de padecer enfermedades del corazón o demencia.

“El balance de beneficios o peligros puede ser diferente con cada mujer, así que no puedes decir que esto aplica a mujeres jóvenes de manera absoluta que toman decisiones de terapia hormonal”, dijo Crandall.  

El panel admite brechas en la investigación cuando se trata de tomar la terapia hormonal para enfermedades crónicas, particularmente las relacionadas con el grupo de mujeres más jóvenes. El promedio de edad de las mujeres que participaron con Women Health Initiative fue de 64 años, pasando la edad en la que suele iniciar la menopausia.

Las recomendaciones del grupo "están enfocadas a mujeres mayores, quienes preguntan: 'Si tomo una pastilla al día ¿puedo prevenir un ataque al corazón?", dijo Crandall.

Muchos doctores ya han limitado la forma en que aplican el tratamiento y los riesgos de la terapia hormonal son bien conocidos entre organizaciones profesionales.

En su página web, el Congreso Americano de Obstetricia y Ginecología advierte sobre el uso de la terapia hormonal en la prevención de enfermedades cardiovasculares. La página de la Sociedad Norteamericana de Menopausia hace énfasis en los mismos riesgos cardiovasculares y advierte que los factores de riesgo personales de cada mujer juegan un papel determinante en la decisión de tomar terapia hormonal.

“En pocas palabras, los médicos deben tomar todos los parámetros clínicos en consideración para un paciente y prescribir la menor dosis posible por la menor cantidad de tiempo”, explicó Joseph Sanfilippo, vicepresidente de ciencias reproductivas en el Magee Women’s Hospital en Pittsburgh, en un mail a CNN.

El grupo invita al público a comentar sobre sus recientes recomendaciones hasta el 26 de junio. Después se decidirá si se hará un documento final.

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