La hija de un astronauta muerto en misión narra cómo conoció a su padre
Joy McNair tiene un fabuloso recuerdo de ella siendo una niña pequeña y corriendo hacia su padre, el astronauta, cuando él regresaba a casa. Pero el recuerdo no es suyo; es prestado.
“Mi madre me cuenta que realmente yo era la niñita de papá”, dijo McNair en una entrevista telefónica. “Corría a sus brazos cada día cuando él regresaba de trabajar”.
Más allá de eso, sus recuerdos son un tanto borrosos. Joy tenía sólo un año y medio de edad cuando en 1986 lo inimaginable ocurrió: el transbordador espacial Challenger explotó poco después de despegar . Su padre, el astronauta Ronald McNair, y sus seis compañeros perdieron la vida. El presidente Ronald Reagan los llamó ‘verdaderos héroes americanos’.
Ahora Joy es abogada, vive en Washington, tiene 27 años y pasó el Día del Padre como pasa la mayoría de sus días. “Nunca celebré un Día del Padre, así que de una forma extraña, es algo que no siento haber perdido”.
Para muchas personas que han perdido a sus padres sin tener la oportunidad de conocerlos, el Día del Padre puede ser una confrontación con esas preguntas que quedan sin responder y con lagunas en sus recuerdos.
La historia conoció a Ronald McNair como un renombrado físico y el segundo estadounidense negro en ir al espacio. Joy conoció a su padre a través de las historias que contaban sus familiares y amigos, las cuales iniciaron incluso antes de que ella puede recordar. “Simplemente recuerdo que siempre lo supe”, dijo.
Su padre era curioso y tenía confianza en sí mismo. Estudió en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) y cuando dijo que iba a convertirse en astronauta, su hermano le preguntó cómo estaba tan seguro de que lo aceptarían en el programa. “Porque lo solicité”, bromeó Ronald.
La NASA demostró que tenía razón. Ronald McNair hizo historia al ser uno de los pocos astronautas seleccionados de entre miles de solicitantes. Fue uno de los siete astronautas que murieron cuando el transbordador Challenger explotó en 1986.
Un padre así puede ser una figura demasiado intimidante para un niño, y tiene el potencial de volverse casi mítica. Pero Joy se puso la meta de ser alguien para sí misma.
“He trabajado para no vivir a su sombra y para tratar de construir un legado por mí misma y contribuir a la sociedad”.
Recientemente Joy leyó una vieja entrevista a su padre. “Simplemente estaba asombrada por algunas de las cosas que leí”, dijo.
Según el artículo, su padre había desarrollado un método de estudio durante la preparatoria que era idéntico al suyo. Joy estaba sorprendida por enterarse de que su padre pasó por un ‘periodo de ajuste’ antes de encontrar su vocación y sobresalir en su área, justo como le pasó a ella mientras estudiaba leyes.
Ronald McNair había escrito y logrado completar un plan de vida de 10 años, que culminó a sus 28 años, cuando obtuvo su doctorado en Física. Esto le fascinó a Joy, ya que ‘desde que podía recordar’, ella misma había escrito planes de vida de periodos de cinco o 10 años.
A los 28 años —como su papá— completó un plan de 10 años que incluía una maestría en Derecho.
A pesar de todas las conexiones y similitudes, Joy no comparte el sueño de su padre de hacer música. El astronauta era también saxofonista y, de acuerdo con la NASA, fue la primera persona en tocar dicho instrumento en el espacio.
“Me interesa la música, pero no toco ningún instrumento”, dijo Joy. Sin embargo, su hermano toca un poco el saxofón. Reginald aún conserva el saxofón de su papá y toca algunas veces, dijo Joy.
Refiriéndose a la tragedia como ‘el accidente’, dijo que ella y otros hijos de la tripulación del Challenger han hablado sobre lo que cada uno recordaba de sus padres y lo que no recordaban.
Los psiquiatras dicen que el cuerpo y el cerebro humanos ‘recuerdan’ el estrés de ser separados de sus padres, incluso a una edad tan temprana como 18 meses, pero la manera en la que se supera es diferente para cada persona.
“Algunas personas se levantan de la adversidad hacia la grandeza”, dijo el psiquiatra y consultor para CNN, Charles Raison. “Si la muerte de un padre es aliviada dentro del ambiente donde se desenvuelve el niño, y si el padre es honrado, recordado y querido, se convierte en un tipo de icono para el niño , y entonces habrá mucho menos daño”.
Esa fue la experiencia que vivió Joy. Ella y su hermano recibieron el apoyo de su madre y sus abuelos, quienes los criaron para ser resistentes, independientes y seguir sus sueños.
“Mi madre lo hizo muy bien al darnos una vida estable”, dijo.