Sobrevivir a una violación, una experiencia que se calla por años
Nota del editor: La identidad de algunas personas citadas en este artículo ha sido mantenida como confidencial.
(CNN) — Lynne manejaba a casa una noche después de un viaje fuera de la ciudad cuando se dio cuenta. Tenía que compartir su historia de supervivencia a una violación, contactar y tranquilizar a otras mujeres que habían pasado por la misma experiencia traumática, haciéndoles saber que no estaban solas.
iReport de CNN pidió a las personas enviar sus testimonios personales de supervivencia a una violación luego de la reciente controversia por los comentarios del congresista estadounidense, Todd Akin, quien dijo en una entrevista que los cuerpos de las mujeres pueden prevenir naturalmente el embarazo en caso de una “violación legítima” .
La petición causó a una avalancha de exámenes de conciencia y a menudo respuestas apasionadas de mujeres como Lynne, quien sobrevivió a uno de estos ataques.
Más de 40 personas enviaron historias de todo Estados Unidos y más allá. Algunas no habían hablado de lo que les había sucedido, incluso con sus propias familias; otras utilizaron la experiencia traumática para hacerla pública a informar y tranquilizar a otras. Muchas estaban enojadas; otras fueron reflexivas sobre lo que les había pasado. Algunas hablaron, en la medida que fuera posible, de llegar a un acuerdo con lo que habían sobrevivido, mientras que para otras, las emociones eran todavía tan puras como el día en que fueron abusadas.
Debido a que algunas perciben connotaciones negativas en el término “víctima”, muchas de las afectadas, y las organizaciones e individuos que las apoyan, prefieren el término “sobreviviente”.
Catherine, de Canadá, fue atacada cuando era estudiante de nuevo ingreso en la universidad, por un hombre que se ofreció a acompañarla a su casa de una fiesta. Dijo que los comentarios de Akin la remontaron a momentos más oscuros donde los derechos de las mujeres eran de poca importancia.
“No me definas a mí lo que es legítimo o ilegítimo sólo porque no peleé”, dijo. “Esas son actitudes que debimos haber dejado en los años de 1900”.
Este año, el Departamento de Justicia de Estados Unidos revisó su definición de violación. Ahora significa cualquier tipo de penetración sin consentimiento, sin importar el género del atacante o la víctima. Una mujer que deseó permanecer anónima encuentra el uso de la terminología “violación forzada”, particularmente atroz, pues la violación por su propia definición es forzada.
“Nunca fui con la policía. Mi amiga me dijo después que la policía probablemente diría que me lo merecía porque estaba borracha y coqueteé con él en el bar en el que no debía de estar porque sólo tenía 18 años”, dijo. “Todavía creo que ella piensa que me lo merecía”.
“La pregunta es, ¿mi historia sería considerada violación ‘forzada’? No creo que… en el caso de Akins lo fuera. Creo que su definición es una mujer golpeada, asustada y ensangrentada”.
“A veces, una mujer tiene que hacer lo que tiene que hacer para protegerse, incluso si eso significa tener sexo con un hombre con el que no quería e incluso si no gritó a todo pulmón sobre ello”.
La recuperación del trauma de la violación o del abuso sexual puede tomar años. Hablar sobre eso y compartir la historia de lo que pasó es, entendiblemente, algo que las sobrevivientes a menudo no están dispuestas a hacer.
Debido al daño psíquico de las sobrevivientes de una violación, sin contar las posibles cicatrices físicas, no es difícil ver por qué estas historias permanecen sin ser contadas durante años.
La médico Thema Bryant-Davis es psicóloga y directora del Laboratorio de Investigación de Cultura y Trauma en la Universidad Pepperdine en California, Estados Unidos. Envió una respuesta apasionada a los comentarios de Akin poco después de que surgió la controversia, afirmando que esos comentarios invalidaban a las víctimas, las clasificaban como mentirosas y deslegitimizaba su sufrimiento, todo lo cual afecta en gran medida sus intentos de llegar a un acuerdo con lo que les pasó.
“Es 2012, y continuamos el legado que busca invalidar a las víctimas, llamarlas en esencia mentirosas, porque si estás embarazada, no eres una sobreviviente legítima”, dijo. “El silencio, las mentiras y la ignorancia deben detenerse”.
Cuando se les preguntó cómo habían enfrentado el trauma, muchas iReporters dijeron que lo hicieron día a día. Algunas mencionaron pensamientos suicidas; muchas han estado en terapia. Otras acudieron a las personas cercanas para obtener apoyo.
Martina Lunardelli, de Italia, quien fue abusada cuando era niña, reconoció que su familia y amigos la apoyaron y la ayudaron.
“Soy afortunada, porque toda mi familia siempre se ha quedado conmigo”, dijo. “Y también porque estoy rodeada de hombres verdaderos, mi papá, mi pareja y amigos, quienes son hombres ‘reales’, entienden el sufrimiento y continuamente me apoyan y están del lado de las mujeres”.
No todas fueron tan afortunadas.
“Después de que fui atacada, mi propio padre (quien era de la ‘vieja escuela’) me regañó y dijo que 'algo debí de haber hecho para pedirlo'”, dijo Gail, de California, Estados Unidos.
“La violación está mal, punto. Los hombres y los políticos pueden tratar de cuantificarla o calificarla, pero sólo las víctimas conocen el verdadero dolor del crimen”.
Gail se volvió capellán para ofrecer apoyo a quienes habían sido víctimas de este crimen y ofrecerles la ayuda que sintió que nunca le dio su padre.
De hecho, muchos sobrevivientes han convertido su trauma en una oportunidad para apoyar a otros. Lynne, la mujer que conducía muy tarde, se volvió enfermera. Recuerda largas noches en las salas de emergencia ayudando a las mujeres vulnerables que habían sido agredidas.
“¿Akin ha sostenido alguna vez la mano de alguien que fue violado o víctima de incesto?”, preguntó. “¿Ha visto los rostros deshechos, los rostros de aquellos que aman llegando a la sala de emergencias? ¿Le ha dado a alguien la píldora del día siguiente y la información de orientación, porque sólo se necesita una vez para quedar embarazada, sin importar el escenario?”.
Catherine, la mujer agredida durante su primer año en la universidad, habló de usar su creatividad para darle forma a las emociones que a menudo sentía moviéndose en su interior. A través de libros de recortes, pinturas y poesía, sintió que podía ejercer algún tipo de calma, de control sobre las emociones que experimentaba día a día. “Toma ese dolor y transmútalo, conviértelo en arte, báilalo, cántalo, píntalo… puedes crear algo hermoso del trauma, y nunca dejes que te defina”, dijo.
“Soy una sobreviviente a la violación pero también una amiga, una hija, una madre, muchas cosas más”.
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