Nueva York restringe el ritual religioso de la circuncisión
La ciudad de Nueva York limitó el ritual judío de la circuncisión que incluye una succión oral genital directa, una práctica que ha provocado la muerte de al menos dos recién nacidos en los últimos años.
El Departamento de Salud de Nueva York aprobó por unanimidad exigir a los padres de los menores a los que quieran realizar este ritual firmar un documento en el que reconocen los riesgos que implica una práctica así para la salud del menor.
Conocida como metzitzah b'peh y muy común entre las comunidades jasídicas de Nueva York, esta práctica consiste en la succión de la herida del pene circuncidado del recién nacido para extraer la sangre por parte del "mohel", la persona encargada del ritual.
Al menos 11 recién nacidos contrajeron el virus del herpes tras el ritual desde el año 2000, de ellos, 10 fueron hospitalizados, al menos dos desarrollaron daños cerebrales y dos murieron, de acuerdo con datos del Departamento de Salud.
"Los padres que estén considerando esta práctica necesitan saber que la circuncisión sólo debe hacerse bajo condiciones estériles, como cualquier otro procedimiento que origina una incisión abierta", dijo recientemente el comisionado de salud, Thomas Farley.
El Departamento de Salud sostuvo que algunas autoridades religiosas aprueban como alternativa a la succión genital directa el uso de un tubo de ensayo esterilizado o una esponja o gasa esterilizada para limpiar la sangre de la herida abierta del pene circuncidado.
Más de dos centenares de rabinos ortodoxos acusan a las autoridades de "difundir mentiras" sobre la metzitzah b'peh a través de la campaña del Departamento de Salud contra el ritual.
Desde junio pasado los hospitales de la ciudad distribuyen un folleto que describe los riesgos que corren los bebés de contraer herpes mediante la succión oral genital directa y aconseja a los padres informarse al respecto antes de tomar una decisión.
La circuncisión consiste en el corte del prepucio del pene. Un grupo de pediatras de élite dijo a finales de agosto que los beneficios de esta práctica superan los riesgos.
Entre los beneficios mencionan la disminución del riesgo de transmisión del VIH, herpes genital, virus del papiloma humano, sífilis, así como reducción del riesgo de cáncer de pene, cáncer cervical en las parejas, entre otros.
