La psiquiatría reglamenta nuevos diagnósticos de trastornos mentales
El proceso de diagnosticar autismo podría cambiar para el próximo año tras la revisión de la guía oficial para clasificar enfermedades psiquiátricas.
Después de años de revisar y perfeccionar los criterios utilizados por los psiquiatras y otros especialistas para diagnosticar trastornos de salud mental, la junta directiva de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) aprobó este sábado cambios importantes al manual, mejor conocido como DSM-5.
El DSM es considerado la “biblia” de la psiquiatría porque es el criterio que los profesionales de la salud mental utilizan para diagnosticar a sus pacientes.
También es utilizado por empresas de seguros, escuelas y otras instituciones responsables de servicios especiales para los individuos con trastornos mentales o del desarrollo.
La diferencia entre que una persona reciba una sentencia de muerte o una menos grave puede depender de los criterios definidos en el DSM para un trastorno de salud mental.
Con base en el manual actual, llamado DSM-IV, los niños que cumplen los criterios de autismo son diagnosticados y se les dice que tienen un trastorno autista (también conocido como autismo clásico), o síndrome de Asperger o PDD-NOS, que significa “trastorno generalizado de desarrollo no especificado”.
En el nuevo manual DSM-5, “los criterios incorporarán varios diagnósticos del DSM-IV (...) para ayudar a diagnosticar más precisa y consistentemente a los niños con autismo”, según un comunicado de la APA del 1 de diciembre.
Cuando la nueva guía entre en vigor en mayo de 2013, un niño que tenga síntomas de síndrome de Asperger, (problemas con la interacción social e intereses o comportamientos inusuales, pero menor propensión a tener problemas con el lenguaje o la capacidad intelectual), ya no se le dirá que tiene Asperger sino “trastorno del espectro autista (TEA)”. Lo mismo aplica para un niño que cumple con los criterios para el PDD-NOS o autismo clásico.
Algunas nuevas investigaciones han ayudado a los expertos a tener mejor comprensión de los trastornos sociales y comunicativos, al igual que de los comportamientos repetitivos, indicó.
En los últimos años, la APA publicó algunas propuestas de revisiones de criterios, pero estas disposiciones generaron preocupaciones entre algunos investigadores y grupos de defensa que temen que los nuevos criterios resulten en que muchos niños pierdan sus diagnósticos de autismo, y los servicios a los que ese diagnóstico les da derecho.
Por ejemplo, un estudio presentado en marzo por el experto en autismo Fred Volkmar sugirió que sólo el 60% de las personas que actualmente cumplen los criterios para el autismo aún serían diagnosticadas bajo los criterios propuestos.
En un estudio reciente y más grande, se indica que el 9% de las personas podrían perder los servicios, según Autism Speaks, un grupo de defensa e investigación para las personas con autismo.
“La preocupación es que realmente no sabemos aún cómo van a afectar estos cambios a las personas en los escenarios mundiales reales”, dijo Geraldine Dawson, directora científica de Autism Speaks.
Pero el médico Bryan King dice que es demasiado temprano para decir si los niños serán excluidos. King trabaja en la revisión de criterios de diagnóstico de autismo desde 2007 y también es director del Centro de Autismo Infantil de Seattle , en Estados Unidos.
Cree que los nuevos criterios de diagnóstico podrían ser más inclusivos y llevar a que más niños sean diagnosticados con TEA. King dice que hay al menos tres grandes cambios que potencialmente podrían abrir la puerta para que más (y no menos) niños sean diagnosticados con autismo:
1. El historial del paciente
Si, por ejemplo, un adolescente muestra deficiencias sociales y sensibilidades sensoriales (ambos criterios para el autismo), pero al momento de la evaluación ya no alinea los juguetes ni le preocupan las ruedas que giran (otro signo de autismo), el historial de comportamiento repetitivo podría ser incluido para hacer un diagnóstico de autismo. Eso no es posible bajo los criterios del DSM-IV.
2. Debilitar los criterios de la edad de la aparición de los síntomas
Bajo las pautas actuales para diagnosticar a un niño con autismo, los síntomas tienen que ocurrir antes de los tres años de edad. Sin embargo, en algunos niños, los síntomas no se ven hasta una edad más avanzada, particularmente en los pacientes que se encuentran en el espectro de alto funcionamiento del trastorno. Los nuevos criterios permiten que los niños mayores cumplan con los criterios de diagnóstico para el autismo.
3. Rango de la severidad de los síntomas
Bajo el actual DSM, para que un niño sea diagnosticado tiene que cumplir con cierta cantidad de criterios en cierto nivel de severidad. “Ofrecemos un rango de severidad del déficit que va desde socializar de forma anormal y no poder tener una conversación normal recíproca, hasta la falta completa de comunicación social”, dice King.
El neurólogo pediatra Max Wiznitzer, especialista en autismo en el Hospital Infantil y de Bebés Rainbow, en Estados Unidos, dice que ofrecer ejemplos es uno de los cambios clave en el DSM-5. Explicar los criterios y ofrecer ejemplos ayudará a minimizar cualquier potencial de errores de interpretación y de diagnóstico.
Espera que la APA y otras organizaciones proporcionen recomendaciones formales para reevaluar a un paciente diagnosticado con trastorno del espectro autista bajo la definición actual solo en caso de que exista razón clínica para hacerlo.
Según un comunicado de la APA, el nuevo manual incluirá aproximadamente el mismo número de trastornos que fueron incluidos en el DSM-IV. “Esto va en contra de la tendencia de otras áreas de la medicina que aumentan el número de diagnósticos anualmente”, dijo David J. Kupfer, quien dirige la Fuerza Laboral DSM-5, en el comunicado.
Además, el próximo manual verá más cambios. Estos incluyen:
- Combinar el abuso de sustancias y la dependencia de sustancias en una categoría general: “Trastorno de uso de sustancias”.
Kupfer dice que esto tiene sentido porque permite a los expertos diagnosticar más fácilmente a algunas personas con un problema de alcohol y/o drogas observando la continuidad de la severidad. También puede ayudar a hacer diagnósticos más tempranos.
- La acumulación ahora tendrá una categoría propia
Previamente era considerado parte del TOC (trastorno obsesivo compulsivo). Kupfer dice que el cambio está basado en investigaciones extensas de los últimos 15 a 20 años. “Es algo que necesitamos tratar porque realmente tiene efectos altamente dañinos y una ocurrencia increíble”, dijo.
- El trastorno de estrés postraumático (TEPT) será incluido en un nuevo capítulo
Con el nuevo capítulo, trastornos relacionados con el estrés o el trauma, ahora habrá cuatro grupos distintos de diagnóstico en lugar de tres.
La última revisión del DSM fue lanzada en 1994 y los expertos comenzaron a sentar las bases para su revisión cinco años después. La revisión y aprobación de los criterios más recientes es el último paso en el proceso de actualizar este manual.
Entre este momento y el final del año, el DSM-5 será sometido a un proceso final de edición y después se enviará para su impresión. Será oficialmente lanzado en la reunión anual programada de la APA en San Francisco, Estados Unidos, en mayo.
Elizabeth Cohen y Jennifer Bixler de CNN contribuyeron con este reporte.