La obesidad supera al hambre como la amenaza mundial más grave de salud
La obesidad es una crisis de salud mundial más grande que el hambre, y la principal causa de discapacidades en todo el planeta, según un nuevo informe publicado este jueves en la revista médica británica The Lancet.
Aproximadamente 500 investigadores de 50 países compararon datos de salud de 1990 hasta 2010 para el informe de Carga Mundial de Morbilidad , lo que reveló lo que ellos llaman un cambio masivo en las tendencias de salud global.
“Descubrimos que hay un cambio gigante en la mortalidad. Los niños que solían morir de enfermedades infecciosas ahora están extremadamente bien con la inmunización”, dijo Ali Mokdad, coautor del estudio y profesor de Salud Global en el Instituto de Medición y Evaluación de Salud en la Universidad de Washington en Estados Unidos, que dirigió el proyecto colaborativo.
“Sin embargo, ahora el mundo tiene obesidad y vemos el impacto de eso”.
El informe reveló que cada país, con la excepción de aquellos en África subsahariana, enfrenta tasas de obesidad alarmantes: un aumento del 82% en las últimas dos décadas a nivel mundial. Los países de Medio Oriente tienen más obesidad que nunca antes, con un aumento del 100 % desde 1990.
“El llamado estilo de vida occidental es adaptado en todo el mundo, y los impactos son los mismos”, dijo Mokdad.
La carga de salud de altos índices de masa corporal ahora excede la del hambre, según el informe.
Y por primera vez, enfermedades no transmisibles como la diabetes, accidentes cerebrovasculares y enfermedades del corazón encabezan las principales causas de pasar años enfermo o lesionado.
“Todos estos problemas están vinculados a la obesidad”, dijo Mokdad. “Incluso ahora vemos un mayor porcentaje de personas que sufren dolores de espalda. Si pudiéramos reducir las tasas de obesidad, veríamos que las cifras de enfermedades no transmisibles y el dolor también se reducen”.
Las personas viven más tiempo que lo previsto en 1990. En promedio, 10.7 años más para los hombres, y 12.6 años más para las mujeres. Pero para muchos de ellos, la calidad de vida durante esos años no es buena. En promedio, las personas se ven afectadas por enfermedades o dolor durante los últimos 14 años de vida, según el estudio.
Los investigadores le atribuyen a los avances en tecnología médica que las vidas sean más largas.
“Descubrimos cómo mantener viva a una persona que sufrió un accidente cerebrovascular, pero luego son personas que viven con discapacidad durante años después de eso. Esa no es la calidad de vida que la persona esperó”, dijo Mokdad.
En los países occidentales, las muertes por enfermedades del corazón se redujeron un 70%. Sin embargo, el número de personas diagnosticadas con enfermedades del corazón aumenta a ritmos alarmante.
Las enfermedades no transmisibles son un desafío global de “proporciones epidémicas”, de acuerdo con la médico Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud.
En un discurso ante la Asamblea General de la ONU el año pasado, dijo que las enfermedades no transmisibles son un “desastre en cámara lenta” que eventualmente podría costar demasiado.
Los líderes comenzaron una reunión de dos días en la ONU ese año con la aprobación de una “declaración política” destinada a detener la creciente ola de enfermedades no transmisibles.
Fue solamente la segunda ocasión en que un tema de salud había sido debatido en una reunión especial de la Asamblea General, después del compromiso del grupo para hacer frente al sida hace una década.
Cambiar el enfoque de tratar enfermedades no transmisibles a prevenirlas también podría ser benéfico para la economía.
Las enfermedades no transmisibles costarán más de 30 billones de dólares en los próximos 20 años, según un informe de 2011 del Foro Económico Mundial y la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Estiman que unos 16 billones de dólares adicionales serán gastados en condiciones de salud mental, costos que podrían empujar a millones de personas a la pobreza, dicen los economistas.
“Esperamos que las autoridades prestarán atención a estas cifras y averiguarán qué programas pueden implementar para intervenir en estas tendencias”, dijo Mokdad.