'Limpiar' el chupón de tu bebé con tu boca fortalece sus defensas
Hay algunas cosas que haces cuando eres padre, pero que antes de tener hijos te parecían asquerosas: cambiar pañales, limpiar vómito y utilizar tu propia saliva para limpiar el chupón de tu hijo, solo por nombrar algunas.
Aunque es difícil de admitir, la mayoría de los padres han levantado del suelo el chupón que tiró su hijo, lo chupan un poco y se lo devuelven al bebé.
¿Qué hay de malo en eso?
Resulta que limpiar con tu saliva un chupón que recientemente se cayó (es decir: ponerlo en tu boca antes de regresarlo a la de tu bebé) en realidad puede ayudar a fortalecer el sistema inmunitario de tu hijo y evitar que desarrolle ciertas alergias, según un nuevo estudio publicado en la revista Pediatrics .
Cuando los padres limpiaron los chupones de esta forma, sus hijos fueron significativamente menos propensos a desarrollar eczema, una condición en la piel considerada como la forma más común de alergias tempranas.
El estudio
Los investigadores tomaron muestras salivales de 184 niños suecos a los 18 meses y 36 meses de edad. En general, los bebés cuyos padres habían limpiado el chupón con sus propias bocas tenían una mezcla microbiana diferente que aquellos cuyos padres habían enjuagado los chupones con agua o los habían hervido.
A los 18 meses, los niños cuyos padres lamieron los chupones tenían tres veces menos riesgo de desarrollar eczema que los niños cuyos padres utilizaron métodos de limpieza distintos.
Los científicos también examinaron las infecciones respiratorias en los niños. Encontraron que, en promedio, ambos grupos tenían la misma cantidad de infecciones del sistema respiratorio, sin importar cómo fueron limpiados los chupones.
Detrás de los resultados
El descubrimiento parece contrariar a la intuición. Entonces, ¿no enfermaría a tu bebé añadir tus gérmenes a la suciedad del piso en el chupón?.
Los científicos creen que chuparlo transfiere algunas de las bacterias de mamá o papá al bebé.
Varias investigaciones han demostrado que los bebés necesitan exponerse a una gran variedad de bacterias, virus y otros organismos para ayudar a que sus sistemas inmunitarios se desarrollen y maduren apropiadamente.
De hecho, los microbios a los que se expone el recién nacido en el parto natural lo hacen más resistente a algunas enfermedades, en comparación con los nacidos por cesárea.
Si esto no sucede cuando son tan jóvenes, el cuerpo del bebé tiende a reaccionar exageradamente a ciertas partículas inofensivas como el pelo de gato, el polen, o algunos alimentos, y los trata como si fueran peligrosos, lo que puede llevar a que desarrollen alergias.
Nuestro énfasis durante las últimas décadas en mantener las cosas excesivamente limpias en realidad puede privar al sistema inmunitario del bebé de algunos organismos que necesita para fortalecerse y luchar, según el estudio.
Lee más sobre cómo la higiene excesiva puede aumentar la propensión a las alergias.
La conclusión
¿Deberíamos cambiar nuestro comportamiento con base en este estudio? Elizabeth Matsui, pediatra alergóloga e inmunóloga en el Centro Infantil Johns Hopkins en Estados Unidos, responde: "Yo diría que no".
"Pero este estudio plantea preguntas intrigantes sobre las bacterias orales y cómo podrían influir de forma positiva en un sistema inmunitario en desarrollo para que aprenda a protegerse en contra de las alergias", dice Matsui, quien considera que se necesitan más estudios para ver si pueden replicarse estos resultados.
En pocas palabras: la próxima vez que vayas al centro comercial y hayas olvidado un chupón extra, no te preocupes si necesitas limpiar el que se cayó con tu propia saliva.