El fundador del grupo Virgin paga una apuesta 'trabajando' como azafata
Hace dos años, Richard Branson, fundador del grupo Virgin, y el director general de AirAsia, Tony Fernandes, apostaron sobre cuál de sus equipos terminaría en mejor posición en la carrera de la Fórmula 1 de Abu Dhabi.
El perdedor debería servir como azafata en un vuelo de la aerolínea del ganador. Branson perdió.
Este domingo, Branson pagó la apuesta al vestirse de sobrecargo en un vuelo especial de AirAsia X.
Branson se maquilló, se pintó los labios, buscó un par de zapatillas, y se depiló las piernas, aunque dejó intacto su bigote.
“He disfrutado la experiencia y no tengo nada sino respeto por nuestras fabulosas azafatas que todos los días nos mantienen a salvo”, dijo Branson sobre el vuelo.
“Es un empresario, visionario, caballero y aventurero. Richard ahora puede agregar el trabajo de aeromoza de vuelo de AirAsia a su larga lista de credenciales”, bromeó Fernandes.
Durante el vuelo de cinco horas y media, Branson sirvió café y té, sirvió comidas, hizo anuncios y entretuvo a los pasajeros, de acuerdo con un comunicado de AirAsia.
Por cada asiento vendido, AirAsia X donó 100 dólares australianos a la Fundación Starlight Children, una organización con sede en Australia dedicada a niños enfermos hospitalizados.
El evento recaudó aproximadamente 200,000 dólares australianos.