La Asamblea Mundial de la Salud aprobó este lunes un plan para la prevención y control de las enfermedades no transmisibles, como las derivadas del consumo de tabaco y de alcohol, o la obesidad, responsables del 60% de las muertes en el mundo, y el 69 % en Latinoamérica.
El plan establece nueve metas mundiales de aplicación "voluntaria" para prevenir y controlar estas enfermedades, aunque insta a los países a establecer programas nacionales para prevenir, controlar y reducir los factores de riesgos, muchos de ellos derivados de
El documento pretende que todos los países establezcan medidas de prevención, poniendo énfasis en la importancia del conocimiento público y de la detección temprana, a través del refuerzo de los centros de atención primaria
En el texto se menciona la necesidad de que los gobiernos promuevan la reducción del uso nocivo del alcohol (merma del 10%); el incremento de la ingesta de frutas y hortalizas a 400 gramos diarios (cinco piezas); y el aumento de la actividad física (disminución de la prevalencia de la inactividad en un 10%);
Asimismo, el plan promueve
Por otra parte, se insta a las autoridades a que controlen los niveles de hiperglucemia; hipertensión arterial (reducción del 25%); sobrepeso u obesidad, e hipercolesterolemia de la población.
Comportamientos no sanos que derivan en males cardiovasculares y pulmonares, o
El plan determina que los países tienen hasta 2025 para cumplir las metas, de lograrse "supondría un notable progreso en la prevención y el control" de estas enfermedades, según el texto acordado.
La Asamblea Mundial de la Salud —el máximo órgano decisorio de los 192 países que forman la OMS— se reúne anualmente para discutir y dictar las líneas directrices de la sanidad en el mundo.
El documento también promueve que al menos el 50% de las personas que lo necesitan reciban farmacoterapia y asesoramiento para prevenir los ataques cardíacos y accidentes cardiovasculares.
Insta a los Estados a que hagan todo lo necesario para que el 89% de los pacientes que lo necesiten cuenten con los medicamentos esenciales de forma asequible, incluidos genéricos, "tanto en los centros públicos de salud como en los privados".
El plan también se refiere a la publicidad dirigida especialmente a los menores de edad, y pide que se "reduzca el impacto que tiene en los niños la promoción de alimentos y bebidas no alcohólicos ricos en grasas saturadas, ácidos grasos, azúcares libres y la sal".
El programa pide a los países adoptar políticas nacionales que limiten la cantidad de ácidos grasos saturados, y "eliminen prácticamente los aceites vegetales parcialmente hidrogenados en los alimentos".