El Palacio del Elíseo subasta sus vinos para obtener más ingresos
¿El palacio presidencial de qué país subastaría algunos de sus vinos más finos para comprar más vino y enriquecer las arcas del Estado?
¡Francia, bien sûr!
El Palacio del Elíseo —la residencia oficial del presidente de Francia— se internó en sus cavas y eligió 1,200 botellas para que se subasten en París.
Los vinos, que provienen principalmente de Burdeos y Borgoña, normalmente se habrían servido a embajadores o a dignatarios visitantes durante una cena con el presidente, quien presumiría lo mejor de la viticultura francesa en el proceso.
Los fondos que se reúnan permitirán que se renueve el inventario de vinos del palacio, señaló la casa de subastas Drouot.
Se comprarán vinos “más modestos” para reemplazar a algunos de los vinos de cosechas finas que se subastarán y el dinero que sobre se devolverá a las arcas del Estado, señaló Drouot.
La sommelier en jefe del Elíseo, Virginie Routis, eligió los vinos que se subastarán en dos sesiones: el jueves y el viernes.
Las 1,200 botellas representan cerca de una décima parte del inventario total de la cava. Algunos tienen décadas de antigüedad, mientras que otros son más recientes pero provienen de cosechas extraordinarias .
La casa de subastas espera que las ofertas oscilen entre los 15 euros (19 dólares) en el caso de los vinos más ordinarios y un estimado de 2,200 euros (2,800 dólares) para un Petrus de 1990.
Muchos de los postores podrán llevarse una botella por menos de 100 euros (equivalentes a unos 130 dólares), señaló la casa de subastas.
Todas las botellas subastadas llevarán una etiqueta en la que se establece que proceden del Palacio del Elíseo e incluyen la fecha de venta, según la filial de CNN, BFMTV.
La cava del palacio se estableció en 1947 durante la presidencia de Vincent Auriol y se reorganizó en 1995 para garantizar que las condiciones para la conservación de los vinos fueran óptimas.
La cava creció durante décadas e incluye vinos de Alsacia, la región de Champagne, el valle del Ródano y del Loira, además de los procedentes de Borgoña y Burdeos.
“Todos estos vinos se servían en la mesa del presidente de la República, algunos han acompañado momentos importantes en la historia de la Quinta República”, señaló Drouot.
La Quinta República se estableció en 1958 y persiste en la actualidad bajo el mando del presidente François Holande, quien ganó las elecciones el año pasado y ha buscado incrementar los ingresos fiscales al aumentar los impuestos a los más adinerados para tratar de reducir el gran déficit de Francia.
Se podría esperar que la historia y la relación de los vinos con el Elíseo ocasionen que los precios sean superiores a lo que se pagaría por una botella similar en otra parte.
Chris Smith, gerente de inversiones en el Fondo de Inversiones en Vinos en Londres, dijo a CNN que la subasta en el Palacio del Elíseo probablemente atraerá a los compradores que buscan el prestigio de la procedencia de un vino y no a los inversionistas serios.
En su mayoría los vinos están maduros y están listos para beberse más pronto que tarde, por lo que no son precisamente una buena inversión, dijo, aunque el Petrus de 1990 es un vino bastante bueno.
“El vino no es particularmente singular o inusual… Son la clase de vinos que surgen de vez en cuando en las subastas”, dijo. “El que provengan del Palacio del Elíseo les da cierto prestigio por el que la gente podría pagar un poco más”.
En una venta de vinos de las cavas del gobierno británico se vio ese mismo efecto, dijo Smith, ya que los vinos se subastaron por más de lo que se esperaba.
Esto se debió en parte a su buena procedencia, dijo, pero también a que “cuentan con ese sutil sello que tienen los vinos que provienen de la misma bodega de la que bebió el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, o quienquiera que haya bebido el vino más elegante de las cavas”.