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¡Hey, papá! La iPad y los 'gadgets' no son niñeras, ¿o sí?

La mayoría de los padres dejan a sus hijos "al cuidado" de sus dispositivos tecnológicos mientras hacen otras actividades, según un estudio
dom 14 julio 2013 01:38 PM

Nota del editor: Bunmi Laditan escribe sobre paternidad y escribe en The Honest Toddler, un blog y cuenta de Twitter . Ya está a la venta su libro, The Honest Toddler: A Child's Guide to Parenting (El pequeño honesto, una guía de paternidad para padres).

(CNN)El alarmista encabezado, escrito con letra Helvética, gritaba: “La mitad de los padres reconocen usar la tecnología como niñera”. Mientras observaba las palabras, sabía que tenía que sentirme indignada, pero solo pude murmurar: “¿Y qué?”.

Seguí leyendo: “Las nuevas investigaciones de un sitio web de ahorros líder en Estados Unidos descubrieron que la mayoría de los padres estadounidenses han usado anteriormente sus dispositivos tecnológicos como herramienta para ‘cuidar’ a sus hijos y que en promedio lo hacen dos veces por semana”.

¿Dos veces por semana? ¿Estos niños usan la iPad de mamá o juegan con el dispositivo Android de papá dos veces por semana? ¡Pronto, que alguien llame al Servicio de Protección de Menores!

Los mejores padres saben que si sus hijos están despiertos, tienen que entretenerse haciendo figuras de papel maché, horneando galletas orgánicas o tomados de la mano con la niñera mientras cantan Si las gotas de lluvia fueran de caramelo. 

En el estudio, realizado en el sitio couponcodes4u.com, se entrevistó a 2,403 estadounidenses que tienen hijos de entre dos y trece años. La mayoría dijo que tienen dispositivos como smartphones, tabletas, PC y consolas en casa; el 27% de los encuestados dijo que permitían que los niños usaran los dispositivos tecnológicos diariamente; el 19% dijo que lo hacen “ocasionalmente”; el 18 % dijo que rara vez lo hacía, y el 15% contestó que nunca.

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“Además, cuando se les preguntó si usaban frecuentemente sus dispositivos tecnológicos para “cuidar” eficazmente a sus niños (mantenerlos ocupados para que los padres no tengan que hacerlo), la mayoría —el 58%— dijo que sí, mientras que el 25% reconoció que ‘dependía de las circunstancias’”, según el estudio.

Una cosa es permitir que tu hijo juegue tanto con tu teléfono que desarrolle síndrome del túnel carpiano juvenil y otra muy diferente es dejar que sean, no sé… niños modernos .

Me gustaría saber por qué se usa el término “cuidar”. Tú le pagas a una niñera para que cuide totalmente de tu hijo y así, puedas escaparte a toda velocidad. La aplicación de Thomas el Trenecito no puede hacer eso. De hecho, cualquier madre, padre o cuidador que le haya entregado un dispositivo a un niño con la intención de obtener un momento de paz sabe que siempre resulta contraproducente.

“No puedo ganar en este juego… ¿me ayudas?”.

“Esta aplicación es aburrida / no sirve / requiere que pagues 4.99 dólares y que introduzcas tu contraseña de iTunes para poder jugar la versión completa”.

¿Acaso los niños menores de cinco años pueden usar los dispositivos por más de 14 segundos antes de hacer que te arrepientas de no haber comprado esa garantía extendida?

Yo crecí jugando Duck Hunt y Super Mario Bros en mi Nintendo. Fui la segunda hija y siempre tenía que jugar con el ñoño personaje de Luigi contra Mario, (que usaba mi hermano). Esto me parece mucho más dañino que estar expuesto al entretenimiento electrónico. Mientras usábamos a nuestros personajes italianos para rescatar a la princesa, no había rastros de nuestros padres. ¿Sería posible que estuvieran pasando (¡oh cielos!) un momento a solas?

En una época de extremismo en la paternidad, los estudios como esos explotan las inseguridades.

No puede pasar una semana completa sin que una organización dramatice sus hallazgos en un artículo sensacionalista. En una época de paternidad alimentada por el miedo, esta “investigación” arroja gasolina a la hoguera de culpas y juicios que ya arde.

Cuando el diario The New York Times hizo un reportaje sobre la escuela privada Waldorf del norte de California, que está 100 % libre de tecnología,  algunos padres entraron en pánico.

El artículo retrataba una escena utópica llena de jóvenes genios. De repente, las masas se preguntaban: Si esos exitosos padres de Silicon Valley eligieron una escuela en las que están prohibidas las tarjeta madre, ¿sabrán algo que nosotros ignoramos?”.

Muchas escuelas Waldorf tampoco permiten que los niños usen ropa negra ni coloreen con crayones negros porque, según el creador de la técnica pedagógica, Rudolf Steiner, es la “ausencia de color” y de alguna forma es nociva para el ambiente de aprendizaje.

Quizá en vez de seguir las modas actuales en cuanto a la paternidad, tengamos que encontrar un equilibrio que funcione para nuestra familia en particular.

Estamos creando la tormenta perfecta de neurosis paterna alimentada con datos circunstanciales inteligentemente disfrazados como la verdad universal.

Lo mejor que podemos hacer mientras nos bombardean con material de consumo aparentemente urgente es leerlo todo con un proverbial grano de sal del Himalaya.

¿Qué? ¿No vives en el Himalaya? Qué pena, porque un estudio reciente acaba de nombrarlo el mejor lugar para criar hijos.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Bunmi Laditan.

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