'Mindy': el perro que me ayuda a controlar mis convulsiones
Nota del editor: Evan escribió un libro pararecaudar fondos y obtener un perro que alerte a sus padres cuando tenga convulsiones.
(CNN)— Mi nombre es Evan Moss y soy un niño de nueve años al que le gusta Pokemón. ¡Mucho!
Cuando tenía un mes de edad comencé a tener convulsiones y cuando tenía cuatro años fui con el médico Weiner, quien me practicó una cirugía cerebral para detener mis ataques. Detuvo mis convulsiones durante dos años pero no mi apetito. ¡Aumentaba! Aún crece.
Después de dos años mis convulsiones regresaron y ahora duran más. Cuando era pequeño tenía como 15 convulsiones al día. Ahora tengo convulsiones de 10 minutos pero solo tengo una cada 14 días más o menos.
Tengo dos perros. Uno es Dinky y otra es Mindy. Dinky es el perro de nuestra familia y realmente pertenece a mi hermana, Aria. Mindy es mi perra que me ayuda con las convulsiones .
Conseguir a Mindy tomó mucho tiempo. Tuvimos que recaudar mucho dinero y esperar casi un año para conocerla . Luego tuvimos que manejar desde Virginia hasta Ohio, Estados Unidos, para recogerla.
¡Tener a Mindy es muy divertido! Cuando recién la conocí, fue demasiado difícil porque no me escuchaba, pero ahora lo hace y conoce muchas órdenes. Incluso le enseñé algunas cosas nuevas, como trepar a la sección de fortaleza de mis columpios. Lo mejor de tener a Mindy es jugar con ella, amo correr con ella. Si tiene la correa corre junto a mí, pero sé que puede correr realmente rápido.
Tengo epilepsia pero puedo hacer cosas extraordinarias como echarme en la tirolesa. Sin embargo, la epilepsia también puede ser algo malo, y he escuchado sobre convulsiones que pueden matarte. A veces me preocupo de que algo me ocurrirá a mí pero no pienso mucho en eso, además tengo a Mindy para ayudarme.
Mindy ladra cuando tengo una convulsión para que mis padres lo sepan. Cuando tengo una convulsión, mi mamá y mi papá me dan medicina para ayudar a detener la convulsión. Las personas me preguntan constantemente qué se siente, pero es difícil describirla y a veces no recuerdo haberlas tenido.
Si conociera a alguien que acaba de descubrir que tiene epilepsia le diría: no te preocupes, no estás en esto solo.