Una pareja hizo 'un millón de pequeñas cosas' para bajar 100 kilos
Caroline Mickey estaba segura de muchas cosas. Sabía que se casaría con Jon Balajthy. Sabía que quería ser enfermera. Y sabía que ella y Balajthy tenían un sobrepeso grave.
Mickey tiene 22 años y Balajthy 23. Se conocieron durante la secundaria, en la banda de música. “Él subió mucho de peso en cuarto año y yo engordé en séptimo”, recordó Mickey.
Pero el aumento de peso real empezó al terminar la escuela. La pareja inició una relación a larga distancia cuando Mickey fue a la Universidad Lock Haven en Pennsylvania, Estados Unidos, y Balajthy se fue a la Universidad de Maryland.
“Era horrible”, dijo Mickey. “Me sentía sola en la universidad y lo extrañaba. Entonces comí mucho por razones emocionales ”. Contar con un plan de alimentos en la universidad tampoco ayudó. Mickey se daba atracones en el buffet durante el desayuno, la comida y la cena. “Era en gran medida una barra de pastas en la que te servías tú mismo, un comedor para que te prepararas tu propia pizza; en el desayuno te podías preparar tus propios waffles y cubrirlos con toda clase de aderezos terribles”.
En su universidad, Balajthy también desarrolló malos hábitos alimenticios : se terminaba una caja completa de pastelillos de una sola vez. Periódicamente consumía platillos ricos en calorías como su comida favorita: pasta con salsa de vodka.
“Me estaba buscando varios problemas graves de salud (...) Primero, el ser pesado deja sentir sus efectos en tu cuerpo. Todo el tiempo me dolía la espalda y no podía hacer gran cosa porque siempre me dolía. No se requiere de mucho para desarrollar diabetes y enfermedades cardiacas”, dijo Balajthy.
Entre el primer año de universidad y el último, Mickey pasó de usar pantalones talla 12 a 18, la más grande que ha usado. Mickey mide 1.68 metros y, cuando se graduó, pesaba 106 kilos; Balajthy mide 1.70 metros y pesaba 147 kilos.
La pareja consiguió un lugar para vivir juntos después de graduarse. No reconocían del todo lo corpulentos que estaban, pero su familia empezó a insinuarles sutilmente que debían bajar de peso.
“El peso es un tema delicado de abordar”, dijo Mickey. “La mamá de Jon le envió un paquete que contenía una pelota para hacer ejercicios. No me dijo que bajara de peso porque no soy su hija, pero sé que quería que estuviera sana”.
Cuando Mickey se inscribió en la escuela de Enfermería en la Universidad de Marymount, en Virginia, no podía seguir ignorando su peso, en especial después de estudiar la diabetes, las enfermedades cardiacas y la obesidad durante el primer semestre.
Le tomó la presión arterial a Balajthy en casa para practicar y descubrió que tenía hipertensión. En ese momento dejaron de comer fuera y eliminaron los bocadillos y los excesos. La pareja decidió seriamente ponerse en forma.
Mickey desechó todos los alimentos ricos en calorías que había en su cocina . “Tiré todos los helados ricos en grasa, las papas fritas, las galletas, todo lo que había en la casa. Hasta los viejos dulces del Día de Brujas”, dijo.
Decidieron ejercitarse juntos y salían a correr un kilómetro y medio alrededor de un lago cercano a su casa. “Al principio estábamos tan fuera de forma que usualmente teníamos que caminar”, recordó Mickey.
Sin embargo, el agotamiento solo los inspiró a aferrarse a sus metas. Se inscribieron en Planet Fitness, un gimnasio cercano. Durante los primeros meses solo hicieron media hora de ejercicios cardiovasculares en máquinas como la elíptica y la caminadora. También empezaron a contar las calorías.
Durante el primer mes, Mickey bajó 4.5 kilogramos, lo que al instante fortaleció su confianza.
“Nunca había tratado de correr o de ir al gimnasio hasta que empezamos a bajar de peso juntos”, dijo.
Balajthy coincidió. “Es asombroso lo fácil que fue una vez que empezamos. Me di cuenta de que me gustaba ir al gimnasio y que nunca pensé: ‘La estoy pasando muy mal’”.
En tres meses, ambos habían perdido suficiente peso como para impresionar a todos en una reunión familiar en Pennsylvania. Algunos familiares no los habían visto desde que se graduaron.
“ No le habíamos dicho a nadie que habíamos empezado a hacer ejercicio (...) Así que las reacciones fueron intensas y graciosas porque cuando vimos a nuestra familia pesábamos 20 kilos menos”, dijo Mickey.
Por primera vez, Mickey se atrevió a usar un bikini. “Incluso cuando era pequeña tenía que usar tankinis”, dijo.
Tras ocho meses, Mickey y Balajthy pesan 66 y 88 kilos , respectivamente. También ha cambiado su rutina de ejercicios: hacen 30 minutos de ejercicios cardiovasculares y 30 minutos de pesas, entre cuatro y cinco veces por semana. Quieren tonificar los músculos y estar activos, lo que significa que no se limitan al gimnasio.
Balajthy viaja en bicicleta a la Universidad de Maryland, en donde estudia un doctorado en Física. La pareja lleva a su perro a correr o juega tenis por las noches. Durante los fines de semana, hacen caminatas y excursiones que Mickey siempre soñaba con hacer cuando pesaba más. Ahora caminan 30 kilómetros mientras cargan mochilas que pesan 18 kilos.
Para Balajthy, estar activo ha sido una ventaja, ya que dice que siempre come cuando está aburrido. “Solía ver televisión con una bolsa de papas fritas y me la terminaba”.
En casa ya no hay papas fritas. Además de contar calorías, la pareja empezó a cocinar con mayor frecuencia. Usualmente cenan pechugas de pollo sin piel o pescado con una guarnición de vegetales —como brócoli o ejotes— y una ensalada.
“Incluso comemos aderezos de yogurt y no cenamos demasiados carbohidratos”, dijo Mickey. “La madre de Jon solía servir bollos en la cena, pero ya no comemos pan ni mantequilla porque hay un millón de pequeñas cosas que puedes hacer para no subir de peso”.
Sin embargo, les gusta comer fuera y ocasionalmente se consienten con comida tailandesa, una de las favoritas de Balajthy.
Al final, la pareja dijo que no hay un secreto para perder peso. “Si tan solo sales y haces pequeñas cosas, como ejercitarte y comer alimentos saludables, funciona”, dijo Mickey.
Sin embargo, dijo que la clave fue ejercitarse juntos.
“Ejercitarme con Caroline me ha mantenido en el camino. No tenía motivación para perder peso y no pensaba que pudiera hacerlo”, dijo Balajthy.
Ahora están felices con su peso; Mickey dijo que ansía probarse vestidos de novia y empezar su vida como pareja casada.
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