Tus antojos y caprichos: cómo el cerebro decide que quiere algo ahora
Si te ofreciera una tableta de marca libre hoy, o una del último modelo de la marca líder la próxima semana, ¿cuál escogerías? Los neurocientíficos están interesados en explorar qué ocurre cuando el cerebro debe elegir entre recibir una recompensa inmediatamente o en el futuro, especialmente cuando la espera puede resultar en un premio que te gusta más.
Una estructura en forma de caballito de mar en el cerebro llamada hipocampo está involucrada en recordar acontecimientos del pasado e imaginar los del futuro. En un nuevo estudio de la revista PLOS Biology se analiza qué papel juega el hipocampo cuando una persona tiene que decidir entre recibir una recompensa ahora o después.
En este estudio se observó a un grupo de individuos saludables, uno con alzhéimer (una condición caracterizada por el deterioro de la memoria y asociada con la atrofia del hipocampo) y otro con una condición llamada demencia frontotemporal, que se relaciona con la falta de control de los impulsos.
En el estudio francés, liderado por Mael Lebreton, del Instituto del Cerebro y la Columna Vertebral (ICM, por sus siglas en francés) en París, se observaron las elecciones que dependían del tiempo e involucraban dinero, así como opciones episódicas como elecciones de comida , acontecimientos deportivos o culturales.
En el primer experimento, los investigadores dieron a 15 participantes una serie de decisiones que involucraban elegir una recompensa u otra, donde uno de los premios hipotéticos se daba ahora, y el otro después. Algunas opciones fueron descritas en fotografías etiquetadas y otras en textos. Las fotografías le dieron a los participantes una imagen visual, pero con el texto, los sujetos fueron forzados a imaginarse qué recibirían. Los participantes tendían a escoger las recompensas tardías cuando las imaginaban con más detalles.
El segundo experimento involucró a 20 participantes que se enfrentaron a los mismos tipos de decisiones. En esta prueba, los participantes solían ser consistentes en su nivel de impulsividad, sin importar si escogían entre cantidades de dinero o experiencias como alimentos o entradas para un evento deportivo.
En este segundo experimento también se utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés) para rastrear los patrones de activación del hipocampo. Cuando se mostraban a las recompensas inmediatas como imágenes, y las recompensas futuras se daban como texto, los investigadores encontraron que la cantidad de actividad en el hipocampo estaba relacionada con la selección de recompensas futuras. Pero cuando ambas opciones se presentan como imágenes, o como texto, el hipocampo no muestra un aumento en la activación. En otras palabras, el hipocampo ayuda a evaluar el valor de espera para una recompensa cuando tienes que imaginarla, comparado con una recompensa inmediata que puedes ver.
Los investigadores también estudiaron estos tipos de tareas entre los pacientes con demencia comparados con los saludables. A diferencia de los participantes saludables, los pacientes con alzhéimer no tendían a favorecer opciones escritas como texto, lo que requería simulación mental. Los autores del estudio dicen que esto sugiere que el daño al hipocampo causado por el alzhéimer puede impactar estas elecciones relacionadas con el tiempo. El tipo de demencia también parece importar. Los pacientes con una variante conductual de la demencia frontotemporal tendían a ser impulsivos en muchos escenarios diferentes, mientras que los pacientes con alzhéimer favorecían a las recompensas inmediatas sobre las tardías cuando tenían que imaginar las recompensas futuras.
Potencialmente, esto puede significar que los pacientes con la enfermedad de Alzheimer o incluso con daño general en el hipocampo, tendrán problemas para perseguir metas a largo plazo porque tienen problemas para simular experiencias futuras en sus mentes, según el estudio.
Pero, debido a los pequeños tamaños de las muestras para los experimentos, se necesita más investigación para confirmar los resultados y fortalecer las posibles conclusiones. También está basado en asociaciones entre comportamientos y actividad cerebral, y no prueba la causalidad.
En el futuro, dicen los científicos, podrían diseñarse medicamentos para mejorar estos procesos, para que las personas con problemas de control de impulso puedan encontrar alivio.