Atracciones turísticas 'piratas' para los viajeros que evitan multitudes
Si las aglomeraciones bajo la Torre Eiffel de París te desaniman, prueba visitar Shenzhen, China. Puede que no tenga la historia de la construcción francesa original, pero al menos el café será más barato.
Si no, ve a Berlín. O a Las Vegas. O a cualquier otro lugar con su propia Torre Eiffel.
La réplica de las atracciones turísticas ha ganado terreno en los últimos años. Entre lo más reciente está una empresa española que reproducirá las antiguas tumbas faraónicas de Egipto.
El sitio que abrirá al público este mes se encuentra a menos de un kilómetro del original en el Valle de los Reyes de Luxor; la réplica se ubicará al lado de la casa de Howard Carter, el líder de la expedición que desenterró al faraón hace casi un siglo.
La reconstrucción es una respuesta a la amenaza que suponen los cientos de miles de turistas que deambulan por la reliquia cada año.
Los cambios en la temperatura y humedad causados por la presencia de visitantes en la cámara funeraria han provocado que las espectaculares pinturas murales sobre yeso empiecen a deteriorase.
La nueva tumba de Tut
La solución a cargo de la compañía Factum Arte fue la creación de réplicas de la tumba del rey Tut y otros gobernantes egipcios, incluidos Seti I y Nefertari, como un ejercicio filantrópico que obtuvo permiso del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto en 2009.
La firma utilizó técnicas de alta tecnología perfeccionadas en otras reproducciones durante la última década, incluidas copias de la tumba del faraón Tutmosis III en 2003 y, más recientemente, de La Ultima Cena de Leonardo da Vinci y La inspiración de San Mateo de Caravaggio.
Construir réplicas de la tumba del rey Tut y otros mausoleos reales representa el proyecto más ambicioso de la compañía hasta la fecha, además de ser la mayor reproducción a gran escala jamás hecha, según Factum Arte.
Para el trabajo se desarrollaron sistemas especiales de lectura en tercera dimensión, lo cual permitió que la cámara de entierro pudiera ser medida en 100 millones de puntos por cada metro cuadrado.
El relieve en tercera dimensión se replicó en moldes que finalmente se detallaron a mano.
"¿Es exactamente igual que ver la tumba real? No. Pero se puede lograr bastante", dijo a CNN Adam Lowe, director de Factum Arte.
"Puedes 'rematerializar' la calidad del original a una distancia normal de visualización, así que la experiencia es visualmente idéntica a estar en la tumba".
"No es un ejercicio de imitación, sino en parte se trata de revelar la condición del original para permitir que sea monitoreado".
Se calcula que 500,000 personas al año visitarán las reliquias que se han reproducido; los fondos que se obtengan serán destinados en parte a preservar los sitios de patrimonio cultural real de Egipto.
Imitaciones sin fines de preservación
Copiar un monumento antiguo tiene un atractivo evidente: puedes quedarte con la versión original y con todos los turistas (y los ingresos) que amenazan con destruirla.
Eso mismo motivó las copias de las cuevas de Altamira y Lascaux en España y Francia, respectivamente, cuando la exposición a los elementos y el aliento de los visitantes amenazaban con convertir en moho las grandes galerías de pinturas prehistóricas.
Pero las réplicas de otras atracciones turísticas no están vinculadas con su valor patrimonial.
Por ejemplo, la Torre Eiffel, tan relacionada con París, aparece más o menos del mismo tamaño en Las Vegas, Berlín, India, China (donde hay dos, en Hangzhou y Shenzhen) y Fez, Marruecos.
El Taj Mahal, uno de los sitios turísticos más conocidos de India, ya no es solo uno de los sitios turísticos más conocidos de India.
Una réplica del monumento que el emperador mongol Shah Jahan dedicó a su amada tercera esposa ha estado en Daca, la capital de Bangladesh, desde 2008. (Dubai planea construir un Taj Mahal de cinco estrellas).
Pero India no se ha quedado atrás y planea construir un Angkor Wat en las riberas del río Ganges.
Por cierto, en 2016 habrá una réplica del Titanic
Los David de Miguel Ángel
Y hablando de arte, copias anatómicamente exactas del David de Miguel Ángel se encuentran expuestas en todo el mundo, desde Filipinas hasta el estado de Kentucky, EU, y Montevideo, Uruguay.
En China, el país de las réplicas por excelencia, puedes incluso llevarte a casa tu propia Mona Lisa u obras de Van Gogh bastante convincentes, las cuales puedes adquirir en Dafen, la aldea de las pinturas al óleo, un barrio de Shenzhen famoso por sus imitaciones.
Además, China ha recreado escenarios del extranjero con atractivo turístico, como una pequeña porción del Thames Town de Londres en Shanghái y Hallstatt, un pueblo en la montaña asustriaca, en la famosa provincia de Guangdong, donde se canta al estilo tirolés.
Solo podemos preguntarnos, ¿ahora qué sigue? ¿Una Bélgica o Nueva Zelandia china? ¿Iría alguien ahí?